Los amigos de Juan creen que es feliz, que él lo tiene todo: una gran familia, un cómodo departamento, un trabajo importante, reconocimiento social… Su vida parece perfecta, no entienden, por qué él lleva algunas semanas sin entusiasmarse con el futbol o el boliche, lo que juegan cada fin de semana.
Después del trabajo Juan sólo pasa el tiempo mirando la televisión y cuestionándose ¿qué va a hacer ahora con su vida? ¡Cómo si no lo tuviera todo resuelto ya!
Tiene cuarenta años y se pregunta hacia dónde va. Nada le satisface ni le emociona. Se cuestiona si realmente quiere seguir en ese trabajo, porque alguna vez soñó con ser pintor y nunca lo intentó… Quisiera poder vivir en otra ciudad, o tal vez dejarlo todo y hacer un viaje por el mundo.
Algunas noches, Juan no duerme sintiendo que nada de aquello que sus amigos llaman “vida perfecta” le llena ni tiene sentido. Ni siquiera se siente motivado para ir a la oficina, el lugar donde otras veces se veía realizado y como si hubiese cumplido sus sueños. ¿Será que luego de haber cumplido sus sueños ya nada le motiva?
Frente a la mirada desconcertada de su esposa, Juan se pregunta ¿qué hace ahí? ¿Qué debe hacer ahora? Ella, su compañera de 20 años de feliz matrimonio —al menos eso creía— comienza a temer por que Juan esté deprimido. Y aunque él no se siente triste como para estar pasando por la depresión, considera acudir a psicoterapia.
Identificar una crisis existencial
En su primera sesión de psicoterapia Juan platica lo que le sucede. De sus palabras se pueden identificar signos, más o menos, claros de una crisis existencial:
- Depresión.
- Falta de motivación.
- Apatía.
- Tristeza.
- Aburrimiento.
- Inconformidad.
- Frustración.
- Sensación de vacío.
Pero a todos esos síntomas hay que añadir un factor relevante: la sensación de no saber qué le ocurre.
La crisis existencial se identifica cuando hay intensos sentimientos de malestar emocional y psicológicos que ponen en cuestionamiento las razones propias de la existencia. Se puede manifestar como una crisis de identidad, un vacío existencial o aburrimiento existencial; factores que se muestran independientes o de forma simultánea.
Crisis de Identidad
Cuando se presenta una crisis de identidad se dan pensamientos que cuestionan la vida presente. Todo lo que se consideraba bajo control, deja de estarlo. La visión de la vida se nubla y se requiere una actualización (un refresh) en la manera de ver las cosas.
Ante la crisis de identidad surgen preguntas como ¿qué hago yo aquí? O ¿cuál es el sentido de mi vida? Aunque previamente el tema se tuviera muy claro.
Experimentar una crisis de identidad nos enfrenta a la inestabilidad emocional, pues confluyen múltiples emociones. Nos supone un desgaste emocional porque aquello que suponíamos seguro ya no lo es y ello nos intranquiliza.
Como consecuencia se tiende a la autorreflexión, a la introspección y a la búsqueda de aspectos de la vida que vuelvan a cimentar nuestras creencias e ideas sobre la vida.
Vacío Existencial
Otra forma en la que la crisis existencial se presenta es a partir de la sensación de vacío. Nada tiene sentido; todo aquello que previamente sustentaba nuestra existencia ha perdido su significado.
El vacío existencial nos hace perder el norte, lo que provoca una sensación de inseguridad a falta de certezas respecto a la vida, el bien, el mal, la familia, etc.
Se sobre viene así una incapacidad para continuar la vida, para tomar decisiones: no sabemos qué hacer, quiénes somos, qué sentido tiene la vida o para dónde ir. Por ello es difícil asumir una responsabilidad ante tanta incertidumbre.
Aburrimiento existencial
Una expresión de crisis existencial es la sensación de hastío, de aburrimiento. Somos conscientes de nuestra existencia, rutinaria, repetitiva, demasiado estable, sin sobre saltos. Es como si se viviera el mismo día repetitivamente.
Cada día es exactamente igual al día anterior, por supuesto se siente frustración. La inercia nos lleva a una vida de insatisfacción, desmotivación y aburrimiento.
¿Qué hacer con una crisis existencial?
Luego de identificar sus síntomas y reconocer que Juan atravesaba una crisis existencial, con la guía de psicoterapeuta comenzó a trabajar en la solución. Conjuntamente en psicoterapia se trabajó con la reestructuración de sus expectativas, y se comenzaron a trazar proyectos bajo una visión realista y que le llenaran de satisfacción.
En el caso de Juan, se adoptaron herramientas para la auto aceptación y correcta gestión emocional. También se desarrollaron estrategias de afrontamiento más eficaces y de adaptación positiva para el día a día.
¿Sirve de algo vivir una crisis existencial?
Una crisis existencial puede ser el acontecimiento más trascendental e importante que pueda ocurrir a una persona durante el transcurso de su vida. Siempre y cuando sea capaz de resolverla.
Si ésta se resuelve adecuadamente, se puede adquirir un sentido de autosuficiencia personal que habrá de repercutir favorablemente en una nueva visión de la existencia y promover cambios positivos.
Los grandes cambios en la vida, ya sea emprender un negocio, disolver una pareja tóxica, cambiar de profesión, encontrar la plenitud, suelen venir de una crisis existencial bien llevada.
¿Cómo trabajar una crisis existencial?
El trabajo para resolver una crisis existencial puede tener diversos enfoques: desde fortalecer la autoestima, adquirir herramientas que nos permitan desarrollar la inteligencia emocional, identificar aquello que se quiere cambiar y hacer un plan para el cambio.
Pero también va hacia el reconocimiento de los vacíos que sentimos y por qué; descubrir aquello que puede dar sentido a la vida porque nos hace sentir en paz, plenos, completos, etc.
Para ello te puede servir leer: Cómo darle sentido a tu vida.
Cambiar la rutina, hacer un plan para salir de la zona de confort, aprender cosas nuevas, dedicar tiempo para uno mismo. Existen muchas herramientas que pueden ayudar a evitar el aburrimiento existencial.
Finalmente considera que afrontar la crisis existencial es un proceso diferente en cada individuo, ya que el camino se fundamenta en el descubrimiento personal, por lo que se necesita fuerza de voluntad y trabajo de autoconocimiento constante.
Una crisis existencial no resuelta puede generar diversos problemas que incluso conduzcan hacia la depresión o los trastornos de ansiedad generalizada, entre otros padecimientos. Si crees que tú atraviesas por una etapa como ésta, puedes acudir a una sesión de psicoterapia y aceptar la guía de un profesional.
JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA