Espacio Personal y Pareja
«Tú en tu casa, Yo en la mía y Dios en la de Todos» es una frase extrema que pone claros límites de separación entre las personas, incluso en las parejas que temen perder su individualidad al casarse o vivir juntos.
Éste suele ser un tema de discusión frecuente en la vida de pareja: el respeto al espacio personal, el marcar un límite cuando se han decidido cohabitar.
La pareja está formada por dos personas, cada una con sus propios gustos, su historia, intereses, trabajo y relaciones personales, etc. Cuando se unen, cada quien debe mantener un equilibrio entre su espacio personal y un mundo compartido que se da con la relación.
Este equilibrio debe tener claro que la pareja no debe limitar el crecimiento personal.
Necesitamos un espacio personal
Unirse a otra persona no es motivo para perder la identidad, ni dejar de lado las aficiones que gustan o terminar las relaciones con los amigos… Estos aspectos son los que nos hacen ser quienes somos y nos dan felicidad.
Es importante que, aun viviendo en pareja, respetemos ese entorno único para desarrollarnos como individuos y expresar nuestra personalidad.
Aunque encontrar el justo medio es complicado, si alguno de los miembros de la pareja dedica mucho tiempo a su mundo personal (trabajo, amigos, hobbies…) desatiende la relación. Y si le dedica demasiado a la relación, esperará que la pareja corresponda de la misma manera, lo que podría llevar a exigencias y control que dañe la relación.
No hay que perder de vista que el espacio de la pareja y el espacio individual no deben ser enemigos.
Los celos arruinan el equilibrio
Como he dicho previamente, el equilibrio entre estos dos espacios no es fácil, y los celos pueden ser un gran enemigo de ello.
Muchas personas no gustan de que su pareja salga a fiestas sin ella, ni que viaje o que tenga sus propios hobbies. Esas personas tienen la idea de que la pareja debe renunciar a todos y convertir la relación en su único mundo.
Celar a la pareja será un mensaje de quien busque ser el centro de atención de la otra persona, sin tomar en cuenta su propio desarrollo; al grado de que limite la expresión de su propia personalidad.
La confianza es la opción
La pareja debe estrechar sus lazos de confianza en todo momento, particularmente cuando se trata de establecer los límites del espacio personal.
Comunicación asertiva, adecuada gestión de emociones y una negociación amorosa son las herramientas para lograr la confianza mutua que permita que cada quien pueda desarrollarse en lo individual y compartirse en pareja.
¿Cómo establecer el espacio personal?
Una negociación asertiva será la forma en la que se determine el espacio personal. Hay que evitar echar culpas y atacar a la pareja por situaciones que nos pudiesen afectar. Evitar frases como “tú no me dejas hacer nada” o “me agobias”.
Es importante aprender a expresar las necesidades propias de manera asertiva cambiando las frases recriminadoras por modelos sanos de comunicación y escucha activa.
Resulta mejor decir, por ejemplo, “no me gusta evitar a mis amigos, me gustaría tener un espacio propio que me dé un poco de tiempo para verlos”.
Una fórmula que plantea la responsabilidad en cada quien, sin culpas ni recelos.
Se puede negociar los espacios individuales y los compartidos para cultivar ambos por igual. Pues si le dedicamos más tiempo a nuestro espacio personal que al espacio común, perderemos poco a poco la intimidad y el cariño que nos unía.
Consejos para mantener tu espacio personal con la pareja
- Al iniciar una relación de pareja, no se debe abandonar aquello que a nivel individual antes se hacía y era satisfactorio: salir con los amigos, tener hobbies, hacer deporte, etc.
- Aprende a decir “no” sin sentirte culpable. La pareja debe respetar que se prefiera hacer cosas de manera individual y no por ello no se le quiera.
- Mantener una comunicación abierta y una escucha activa con la pareja, con la cual se pueda expresar las necesidades y temores respecto al tema de la individualidad y la convivencia mutua.
- De igual modo que uno no desea ser controlado en la pareja ni limitado en el espacio personal, no debemos controlar la vida de la otra persona. Parte del crecimiento personal consiste en dejar que el otro decida por sí mismo.
- Respetar el estilo y la singularidad es imperioso. La pareja está compuesta de personas diferentes y, aunque tengan mucho en común, pueden tener opiniones diferentes en muchos aspectos de la vida.
- Ser amigos es una parte importante de ser pareja, pero no cualquier amigo, sino el mejor amigo, donde no exista espacio para las dudas ni los celos, sino la total confianza.
- Otra forma de expresar amor es ayudarle a disfrutar de la vida, aunque no siempre esté a tu lado.
Si luego de negociar asertivamente el espacio personal con la pareja, la otra persona sigue sin respetar las necesidades personales, chantajea o intenta hacerla sentir culpable por querer un espacio de individualidad, es posible que se esté experimentando maltrato psicológico.
Para identificarlo y guiarse hacia una relación sana, lo ideal es consultar a un profesional de la salud emocional.
JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA DE PAREJA