Lo que pasa en tu cuerpo cuando tienes ansiedad es una respuesta instintiva a una situación de alerta, pues ello es lo que significa la ansiedad. Aunque considera que tu cuerpo no sabe distinguir si tus pensamientos ansiosos son por un hecho real que te signifique algún riesgo o son pensamientos que distorsionan la realidad y te hacen sentir ansiosa, aunque no haya peligro de por medio.
Por los estragos que ocasionas la ansiedad a tu cuerpo es que debes atender estas crisis ansiosas a la brevedad posible, antes de que tu organismo se vea seriamente afectado.
PUPILAS DILATADAS
Recuerda que la ansiedad es una respuesta natural del organismo frente a un posible peligro, el cuerpo no sabe si es real o imaginario, así que actuará igualmente en ambos casos. Si tu ansiedad es muy elevada tus pupilas se dilatarán con la consecuencia de que se reducirá tu calidad visual, sentirás mareos e incluso generará visión de luz a tu alrededor sin que necesariamente haya fuentes de iluminación extras a lo normal.
DOLOR DE CABEZA
Cuando se genera ansiedad como señalar de alerta, las venas y arterias de nuestro organismo se contraen con el fin de ofrecer más sangre a los músculos, principalmente de las extremidades y así el individuo pueda huir de la situación de riesgo. La circulación es más intensa y ello favorece a que se produzca vasoconstricción es decir un estrechamiento en vasos sanguíneos lo que hace que disminuya el flujo de sangre en tu cuerpo. Esto es la razón por la que duele la cabeza.
Pero de ser una situación constante, por ejemplo, en casos de ansiedad crónica o trastornos de ansiedad, puede provocarte hipertensión y a la larga afectar tu salud cardiovascular.
Por otra parte, el bazo descarga glóbulos rojos y blancos adicionales al aumentar hasta en 400% el flujo de sangre durante una crisis de ansiedad lo que es desgastante para tu sistema, y por ello luego de una crisis podrás sentirte muy cansado/cansada.
BRUXISMO Y DOLOR MANDIBULAR
La quijada es una zona en la que suele acumularse la tensión, y la ansiedad genera mucha de ésta. El bruxismo es consecuencia no sólo de la ansiedad sino del estrés, y es ese mecanismo de fricción que realizamos con la mandíbula al presionar y lo que conocemos como “rechinar” los dientes. Ello provoca dolor en la quijada y a la larga puede arruinar el esmalte de tus dientes e incluso promover la pérdida de piezas dentales. Si sufres ansiedad crónica será necesario que acudas con el especialista dental para que confeccione una protección para tus dientes (guarda). Así también tendrás que aprender a controlar la ansiedad con ayuda de un psicoterapeuta.
POSIBLE DAÑO RENAL Y DIABETES
Cuando el cuerpo recibe una señal de riesgo, genera adrenalina, una hormona que generan las glándulas suprarrenales (aquellas que se ubican sobre los riñones). Con cada episodio de ansiedad, el cuerpo genera una carga de adrenalina que le permitiría, en caso de peligro real, tener la fuerza para salir corriendo y defenderse; el esfuerzo de huir agotaría la dosis de adrenalina.
En caso de una crisis de ansiedad, el cuerpo también genera adrenalina, pero no la gasta, porque no sales corriendo sino al contrario te quedas paralizado. Al poner al funcionar las glándulas suprarrenales se genera un reflejo en los riñones y éstos producen menos orina, pero prevalece la necesidad de eliminar la origina y por ello vamos varias veces al sanitario aunque no descarguemos nada. No obstante, el sobre esfuerzo del sistema urinario —incluyendo las glándulas suprarrenales— puede causar daños en él.
Además, la ansiedad produce que el cuerpo se estrese y se genere de manera excesiva una hormona llamada cortisol (que se le conoce como la hormona del estrés), además de manejar el estrés es una de las encargadas de metabolizar la glucosa. Si se padece ansiedad de forma constante, se puede causar un desequilibrio en la producción de glucosa/insulina que pueda llevar al paciente a desarrollar diabetes o hipoglucemia.
HIPERVENTILACIÓN CON DESREALIZACIÓN
Un cuadro de ansiedad intensa afecta los pulmones y por ello la opresión en el pecho; respiramos más rápido, jalando más aire de lo normal, lo que llamamos hiperventilación. Asimismo, comenzamos a tener sensación de desrealización, esa sensación de que aquello que nos rodea no es real y no formamos parte de lo que vemos.
Este último fenómeno, tan extraño para nosotros pero tan común en un momento de ansiedad es el que con mayor frecuencia puede llevar a los pacientes a sentir que se “están volviendo locos”.
Como puedes ver, las crisis de ansiedad no sólo dañan tu salud mental generando sensaciones y emociones negativas, tu organismo sufre grandes cambios de manera abrupta que de repetirse constantemente pueden tener consecuencias y generar padecimientos crónicos.
Hoy existen diversas formas de controlar la ansiedad, hay métodos específicos de control y manejo de las crisis a través de psicoterapia, que sólo los especialistas pueden brindarte; además de llevar un estilo de vida saludable e higiene mental (es decir, cuidarte de pensamientos negativos).
Si tú o uno de tus seres queridos atraviesa por crisis de ansiedad, ahora ya sabes las consecuencias físicas que éstas pueden tener en su organismo y por lo que es indispensable consultar al especialista. Además, no temas en consultar a un psicoterapeuta capacitado para tratar la parte emocional que da origen a estos desagradables momentos.