Tienes un trabajo tóxico cuando, luego de una larga jornada laboral, odias la idea de tener que dormir para mañana volver a la rutina de siempre, en el lugar de siempre, con la gente de siempre… sufres lo que haces y te sientes con poca motivación e insatisfacción.
Ya sea para hacernos del sustento de nuestros gastos, tener calidad de vida o para desarrollar nuestras habilidades y realizarnos como personas, el trabajo es un área fundamental en nuestra existencia. Tenemos jornadas laborales de, por lo menos, ocho horas —si no es que más— y trabajar es una de las primeras causas de estrés a nivel mundial.
Si a ello añadimos que, en ocasiones, aunque debamos trabajar, no somos felices, estaremos frente la toxicidad de nuestra vida laboral que puede mermar seriamente nuestra salud física y emocional.
Aquí algunas señales de que tu trabajo es tóxico y debes tomar medidas para no sufrirlo.
1. No te gusta lo que haces:
Aveces no nos queda más que tomar el trabajo en el que nos aceptan, por una cuestión de necesidad más que satisfacción, y con ello se suma que las actividades que realizamos no nos gustan, ya sea porque son complejas y estresantes, o porque no retan suficientemente nuestras capacidades o motivación.
En todo caso, lo fácil sería cambiar de empleo; pero si es tú única opción tendrás el reto de cambiar tu actitud frente a tus tareas, o postularte para otro puesto siendo proactiva/o. No obstante, haz una autoevaluación e identifica si realmente es lo único que puedes hacer o si existen otras habilidades que puedes explotar para encontrar otro trabajo o emprender.
Es importante determinar si las cosas con las que no estás contenta/o tienen que ver contigo o con el trabajo. Eso te ayudará a determinar si cambiar de trabajo es la decisión correcta
2. No encajas en tu empresa:
Ya sea porque las políticas de la empresa no están acordes con tus valores o porque el sistema empresarial no toma en cuenta a sus empleados, así como la estructura no reconoce tu valor como parte delequipo, pueden existir muchos motivos por los que sientes que no encajas en la empresa Esta clase de insatisfacción te impedirá comprometerte con tu trabajo, porque el entorno no te es propio.
Si es tu caso, lo ideal sería que más allá de comprometerte con la empresa, te comprometas contigo misma/o y tu futuro laboral. Si te es imposible comprometerte con tu trabajo por ti, es momento de cambiar de empresa.
3. Tu jefe es un mal líder:
Una cuestión que dificulta la estadía en un puesto laboral es la actitud que asumen las cabezas o líderes de equipo al tomar sus puestos, especialmente si antes eran subordinados. Los malos líderes no son asertivos, pueden ser agresivos e incluso practicar hostigamiento sexual y/o laboral, pueden ser sexistas incluso. No reconoce las habilidades de los demás y no promueven el trabajo en equipo entre otros factores; no saben delegar ni permiten que otros tengan iniciativa. Este tipo de liderazgo es malo no sólo para ti, sino para todo el equipo de colaboradores y puede traer serias consecuencias.
Y aunque poco se puede hacer para cambiar al “jefe”, sí se puede promover una cultura mucho más colaborativa teniendo tú y los compañeros una comunicación más asertiva. Y por supuesto, en caso de acoso es importante denunciarlo con las autoridades correspondientes, sin temer al despido, pues corres más riesgo quedándote en silencio.
4. Mobbing:
Y hablando de acoso, el mobbing es el acoso laboral (el bullying, pero en la oficina) que puede darse entre compañeros (horizontal), entre el jefe y los subordinados, o viceversa (vertical). El acoso laboral siempre tiene una intención: acabar con la autoestima de la víctima e invitarla a renunciar a su trabajo. Por supuesto ello elimina completamente la posibilidad de que puedas hacer un trabajo en equipo, que sería ideal para toda empresa sana.
En estos casos, cada día laboral se volverá un verdadero sufrimiento y muy probablemente se tienda al ausentismo, o a la deserción laboral antes de que la víctima decida denunciarlo. Pero es justamente la denuncia la única forma de acabar con ello. La denuncia puede ser a nivel interno, con las autoridades superiores de la empresa, pero también puede ser una denuncia legal, pues en muchos países, especialmente en Canadá, existen instancias legales contra el acoso laboral.
5. Falta de comunicación:
La comunicación es clave de cualquier relación humana y no está exenta la relación laboral con jefes y compañeros. No obstante, muchas organizaciones no cuentan con adecuados canales de comunicación, el equipo no es asertivo, se sigue utilizando el poder para ordenar en vez de para organizar y consensuar, etc. La falta de comunicación crea ambiente de trabajo estresantes, ambiguos y por ende insatisfacción.
En tal caso será necesario que utilices la asertividad y la escucha activa. Cuando tengas dudas: pregunta; busca abrir canales de confianza entre los colaboradores, todo ello para que tú puedas sentirte a gusto en el trabajo, no porque debas organizar la comunicación de la empresa.
6. Falta de motivación:
A veces, aunque te gusta lo que haces en el trabajo, te desmotivan una serie de cuestiones que se van presentando. Por ejemplo, no sentirte valorado, que tu salario no retribuya justamente las tareas que realizas,no contar con las herramientas adecuadas para laborar, y la imposibilidad de crecer y desarrollarse en esa empresa.
Seguramente crees que no hay nada positivo en ese lugar, pero si respiras y te tomas el tiempo, descubrirás que no todo es malo. Aférrate de ello, pues te motivará a seguir adelante.
Todo ello genera mucho estrés e incluso burnout, afectando a los trabajadores en diferentes ámbitos y mermando su calidad de vida, ante lo cual debemos analizar todas las opciones, y considerar que el trabajo sólo es parte de la vida y no debe ser toda tu vida.