El síndrome de Fortunata de las mujeres que aman a los casados lleva su nombre por una novela, pero su origen puede estar en un complejo de la infancia.
En Fortunata y Jacinta, la novela de Benito Pérez Galdós, escritor español de finales del siglo XIX, Fortunata se enamora del marido de Jacinta y se convierte en su amante. La trama de esta larga historia nos muestra una relación tormentosa entre ambas mujeres y el hombre en disputa.
A través de los años Fortunata se vuelve prostituta y luego se casa con Maximiliano. Sin embargo, la relación entre Fortunata y su amante se mantiene a lo largo del tiempo, llega a tener dos hijos de él.
Este vínculo tenaz es la peculiaridad del personaje, porque a partir de ello se vuelve adepta a sostener relaciones con hombres casados. Esta compulsión hacia el hombre “ajeno” es llamado, Síndrome de Fortunata por su causa.
¿Qué es el síndrome de Fortunata?
El síndrome de Fortunata es una dependencia emocional que describe un tipo de relaciones afectivas que algunas mujeres desarrollan de forma repetida hacia los hombres casados.
Quien vive el síndrome de Fortunata muestran rasgos de ansiedad, inseguridad, baja autoestima, sentimientos ambivalentes y síntomas del trastorno límite de la personalidad. Además del pensamiento recurrente sobre cuando el hombre dejará a su esposa, idealización del hombre y valor que le da, causándole pérdida de poder en la relación.
Sin ser un padecimiento mental o trastorno psicológico, el síndrome se caracteriza por:
- Sensación de amor intenso, incondicional y profundo hacia un hombre casado.
- Desinterés y desapego hacia hombres que no están casados.
- Pérdida del sentido de la vida ante la ausencia o lejanía del hombre casado.
- Si el hombre casado lo pidiese, la mujer lo dejaría todo.
- Creencia de que ella es quien debe estar con ese hombre y no su mujer.
- Busca la concepción de hijos con el hombre casado.
- Sentimientos encontrados hacia la esposa, entre la empatía y el rechazo.
- Fantasea constantemente con un futuro al lado del hombre que ama.
- Se desvincula de toda responsabilidad y justifica su conducta por “amor”.
Por qué se genera el síndrome de Fortunata
Esta dependencia emocional hacia hombres casados que se da en algunas mujeres puede darse por diversos motivos. Entre ellos:
- El estilo educativo que vivió la mujer condiciona sus vínculos con el hombre a través de una relación de subordinación.
- Tendencia al auto sacrificio. La mujer busca satisfacer las necesidades del hombre, relegando las propias.
- El sentimiento de culpa se manifiesta junto con una especie de lástima hacia el hombre en cuestión. La mujer se siente mal por romper con el hombre, especialmente si este manifiesta dolor por la ruptura.
- Hay una sobrevaloración de la vida romántica y el amor. El amor pasa a ser un ideal alrededor del cual la vida gira.
- Se idealiza la relación con el hombre cuando está con otra mujer.
- La mujer que va por relaciones con hombres casados tiene una autoestima baja, no considera pueda ser la protagonista de su propia historia de amor y acepta ser “la otra”.
Complejo de Electra
Se considera que el síndrome de Fortunata es producto de un complejo de Electra no resuelto.
A principios del siglo XX, Carl Jung designó Complejo de Electra a la fijación afectiva o enamoramiento de la niña hacia el padre, la cual genera rivalidad con la madre. Esta suele ser una dinámica normal en el desarrollo de las mujeres, y que se presenta en a partir de los 3 años, la cual debe resolverse de forma natural durante la infancia.
En estos años de vida la niña se pronunciará por quererse casar con el padre, éste deberá señalar con claridad que ello es imposible. La rivalidad con la madre se disuelve y el complejo queda resuelto.
Pero si esto no se logra resolver, ya sea porque el padre no ponga los límites claros, o que la niña intente trasgredir el límite o rechace al padre por sentirse rechazada ella misma por él, entonces el complejo no se resuelve. La mujer en este caso queda vulnerable a relaciones dependientes como el síndrome de Fortunata, por ejemplo.
¿Cómo superar el síndrome de Fortunata?
Para superar el síndrome de Fortunata la mujer tendrá que trabajar en la modificación de patrones de comportamiento, actitudes y creencias; en aumentar su autoestima y seguridad, así como en disminuir la ansiedad y la posible sintomatología depresiva que suelen presentar.
Lo más apropiado para hacerlo es a través del camino de la psicoterapia, con un profesional que la guie y la contenga.
JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA