Para tener una relación mucho más sana y plena, te comparto estas señales de responsabilidad afectiva en la pareja.
Hoy en día pareciera que es fácil hacernos de una pareja y también deshacernos de ella, sin ninguna clase de responsabilidad. Si ya no nos gusta con quien estamos le hacemos ghosting o, peor, hacemos lo posible para decepcionarla y que salga corriendo. Le responsabilizamos y evitamos asumir nuestras emociones y ánimo.
Un comportamiento tal puede resultar hiriente, violento y falto de empatía, por lo que debemos asumir la responsabilidad afectiva en la pareja como parte del crecimiento y madurez personal, pero también como una manera de respeto hacia los demás.
¿Qué es la responsabilidad afectiva?
La responsabilidad afectiva tiene que ver con la forma en que hacemos propias nuestras emociones, las gestionamos apropiadamente, nos comunicamos de manera asertiva y nos presentamos ante el otro de manera honesta.
Es poder comunicar nuestras expectativas y sentimientos en una relación (amigos, pareja, familia), establecer diálogos asertivos y actuar siempre bajo el respeto hacia la otra persona. La responsabilidad afectiva implica cuidados y comprensión mutua, conscientes de que todas nuestras acciones tienen repercusiones sobre el otro.
Qué NO es responsabilidad afectiva:
Una persona responsable afectivamente no oculta sus sentimientos, no invalida las emociones ni propias ni ajenas ni impide que éstas se expresen. Tampoco se trata de incumplir acuerdos que se han establecido ni tener comportamientos que puedan hacer crecer ilusiones en otra persona, sobre todo si no pensamos involucrarnos y comprometernos con ella.
La responsabilidad afectiva es un valor propio: comienza conmigo, lo reflejo en ti, lo trabajamos juntos y así el amor tiene equilibrio y rumbo. No es solo un te amo, también es un nos amamos, me cuidas, te cuido, nos cuidamos.
Señales de responsabilidad afectiva en la pareja
Para saber si tu pareja o tú están siendo responsables afectivamente, puedes identificar las siguientes señales:
- Hablar sobre los sentimientos y expectativas sobre la relación.
- Presentarse al otro con honestidad y sinceridad, aunque duela.
- Hacerse cargo de las emociones propias.
- Tener una buena comunicación, con escucha activa, especialmente de temas que incomodan.
- Poner límites de mutuo acuerdo, con la intención de respetarse.
- Cuidarse mutuamente (física, mental y emocionalmente).
- Asumir que las acciones propias tienen consecuencias en el otro.
- Saber acordar si se está en una relación exclusiva o una abierta, con tal de evitar infidelidades o engaños.
- Respetar los tiempos y actividades de la otra persona: no cancelar a la mera hora o presionarla para acudir a eventos que no desea.
- No controlar las actividades del otro.
- Evitar promesas que, se sabe, no se van a cumplir.
- Las personas responsables afectivamente NO se van sin avisar, ni aparecen de la nada (orbiting).
- Se cuidan las palabras que se dicen al otro: es mejor pensar lo que se dice que tener que pedir perdón.
Tener responsabilidad afectiva nos permite convivir en una relación sana donde nos sentimos comprendidos y respetados, lo que nos genera tranquilidad y seguridad. Prescindir de la responsabilidad afectiva puede ser tóxico y convertirse en un verdadero agobio que produzca ansiedad o hasta depresión, incluso puede estar de por medio la violencia.
Si tienes dificultades para tener una convivencia sana con tu pareja, puedes pedir la asesoría de un profesional, la terapia de pareja puede ser una excelente alternativa.
JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA DE PAREJA