Reconoce cómo se vive la codependencia a través de la historia de Marisol.

Marisol vive pendiente de las necesidades de Horacio, un hombre que le gustaba apostar, bebía con frecuencia y dejaba plantados a los clientes por lo que solía perder trabajo; pero era el “amor de la vida” de esta joven mujer que estaba dispuestas a todo por hacerlo feliz y así cambiar su destino.

Si Horacio estaba enojado, Marisol se enojaba porque había que empatizar y porque ella no podía menos que solidarizarse con los sentimientos de su marido. Marisol se preocupaba todos los días porque Horacio comiera bien y, hasta que él no lo hiciera, ella no podía sentarse a comer porque había que servirle cada platillo de forma oportuna y a su gusto.

Marisol siempre estaba pendiente de que Horacio se sintiera cómodo en la cama y estuviera a sus anchas, para lo que ella mejor dormía en la orilla del colchón, de tal manera que su marida estuviera a gusto y descansara toda la noche.

Marisol ahorraba lo que le quedaba de su sueldo para cuando Horacio no consiguiera clientes, ella le daba el dinero ahorrado para que él no se sintiera mal. “Pobre —decía Marisol— ni modo que ande sin un quinto”.  Hasta en el cumpleaños de Horacio, ella hacía trabajos manuales extras para comprarle un gran regalo, aunque a ella le faltaran zapatos o se aguantara las ganas de ir al cine con sus amigas.

Y es que todo lo hacía para que Horacio, que de chico había tenido muchas carencias, fuera feliz.  

Marisol, vivía pendiente y complaciente de Horacio. Un ejemplo clásico de codependencia

¿Qué es la codependencia? 

Definimos la codependencia como una condición psicológica en la cual una persona tiene una excesiva preocupación por las dificultades, reales o supuestas, de alguien más. La codependencia lleva a quien la vive a renunciar a la propia realización plena de su existencia para satisfacer a otros, y esto por diversos motivos.

Aunque la verdadera motivación de quien se ocupa de otros es centrarse en resolver problemas ajenos, intentar rescatarlos y con ello crear lazos de unión a partir de la “necesidad”. La ecuación sería algo como “yo te salvo y tú me necesitas, así que me amas y te quedas conmigo”. 

Generalmente las personas codependientes se vinculan con la gente problemática, como personas agresivas, con algún tipo de adicción, depresivos; personas que sean rescatables.

¿Por qué alguien es codependiente?

Generalmente la historia personal del codependiente es tan problemática como la de quien pretende salvar; sin embargo, enfocando todos sus esfuerzos en salvar a los otros para olvidar sus propias necesidades, para que otros reconozcan su valía a través de la “ayuda” que brindan y así sentirse valorados.

El codependiente busca que otros lo necesiten y al sentirse necesitados creer que no serán abandonados porque se vuelven en los “salvadores”. Sin embargo, es frecuente que esta relación con un ser problemático no sea recíproca, el codependiente tal vez no obtenga lo que desea o necesita y se sentirá frustrado y deprimido.

Una noche Horacio no volvió a casa, se quedó fuera hasta el amanecer. Marisol rezaba para que no le pasara nada, no durmió y le buscó con sus amigos, en hospitales y tabernas; pero nunca se le ocurrió buscarlo en casa de la vecina, esa con la que su marido solía coquetear entre una broma y otra.

A pesar de todos los esfuerzos de Marisol por darle una vida perfecta a su marido, a costa de su propia felicidad, Horacio durmió con la vecina. No obstante, ella lo justificó porque seguramente la muy descarada se le había ofrecido, y pues “a quien le dan pan que llore”, decía su abuela; finalmente él era hombre. Horacio volvió a casa sin excusa alguna y ella lo perdonó.

Consecuencias de la codependencia

En una relación de codependencia es difícil establecer límites específicos y prácticamente todo se perdona. Una situación riesgosa porque incluso está de por medio la dignidad y respeto entre las personas involucradas, o hasta su seguridad física.

La persona codependiente nunca obtendrá del otro lo que necesita, ni seguridad en sí misma, ni autoestima, ni valía, ni amor o seguridad; suele ser que el otro ni siquiera se da cuenta de que lo intentan salvar.

Quien es codependiente confunde obsesión y adicción con amor; asimismo cree que el amor es suficiente para poderlo todo, incluso salvar a otro, aunque el otro no tenga siquiera interés por ello.

Ante la idea del amor que todo lo puede, el codependiente es incapaz de alejarse por voluntad propia de la relación insana en la que está envuelto, y peor aún la idea de que la relación termine le causará angustia, porque más allá de ésta no hay nada. Su mundo tenderá a acabarse.

Si Marisol dejara a Horacio, ella sentiría morirse; y si Horacio terminara la relación, ella estaría libre de una relación insana, pero igualmente se sentiría morir.

Terminar una relación codependiente es complicado, a veces algo drástico debe suceder para que se interrumpa el vínculo, y aún así la persona codependiente deben darse cuenta la parte de responsabilidad que debe asumir en su propio dolor.

La persona debe trabajar en su autoestima, en retomar una vida propia, en darse a sí mismo cariño, y en ciertos momentos solicitar ayuda de un profesional. Si conoces a alguien que viva una relación como ésta, o sientes que lo estás viviendo, puedo ayudarte a resolverlo contáctame: JORGE DOMÍNGUEZ