Aunque la depresión es una enfermedad que está estrechamente vinculada a trastornos en la producción de ciertos neurotransmisores, existen condiciones en nuestro estilo de vida y el entorno que pueden desencadenarla. Sin embargo, no hay una predestinación a sufrir un proceso depresivo e incluso puede evitarse el padecerla.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión es una enfermedad que se caracteriza por una tristeza persistente y por la pérdida de interés en las actividades con las que normalmente se disfruta, así como por la incapacidad para llevar a cabo las actividades cotidianas, durante al menos dos semanas.
Además, las personas con depresión suelen presentar varios de los siguientes síntomas:
- Pérdida de energía.
- Cambios en el apetito.
- Trastornos del sueño.
- Ansiedad.
- Disminución de la concentración.
- Indecisión e Inquietud.
- Sentimiento de inutilidad.
- Culpabilidad o desesperanza.
- Pensamientos de autolesión o suicidio.
Y aunque la depresión es una condición que puede detonarse en cualquier momento y a cualquier persona —niños, jóvenes, personas adultas, tanto hombres como mujeres—, ésta se puede prevenir y tratar.
¿Cómo prevenir la depresión?
Un factor fundamental que puede ayudar a prevenir la depresión se encuentra en nuestro estilo de vida, tanto temas que tienen que ver con conservar la salud física como aquello que corresponde a la salud mental.
- Asumir un estilo de vida más saludable puede ser la punta de lanza para prevenir la depresión: una dieta balanceada en la que no falten alimentos como el huevo, las almendras, avena o el chocolate, que ayudan a nivel la serotonina (hormona que interviene en el proceso depresivo).
- Hay que mantener una higiene del sueño, gracias a lo cual se logre un descanso apropiado durante la noche, evitando asimismo trastornos del sueño como insomnio o soñolencia. Dormir las horas adecuadas a la edad y actividad de cada persona es fundamental para mantener la buena salud del cerebro, donde se puede combinar coctel de neurotransmisores que motiven, o no, la depresión.
- De igual modo, se recomienda limitar la ingesta de alcohol y abstenerse de consumir drogas ilícitas, ya que estos productos pueden empeorar la depresión.
- Hacer ejercicio alienta la producción de hormonas como la dopamina y las endorfinas, las llamadas hormonas de la felicidad. Además de que nos evita pensamientos distorsionados que convoquen a la depresión, el ejercicio realizado como una práctica regular nos mantendrá bajo una buena salud.
- Llevar una vida social activa será básico también para evitar la depresión. Las personas no deben vivir aisladas ni mantener el aislamiento por largas temporadas, la soledad puedes ser dañina para la salud mental de las personas e incluso puede, en casos extremos, provocar la muerte. Lo mejor es continuar con las reuniones entre amigos y familia, aunque no se tengan muchas ganas. Es importante seguir haciendo las cosas que siempre le han gustado, incluso cuando no nos apetezca.
- Cuidar de los pensamientos que experimentamos constantemente es un factor que puede evitar la depresión con efectividad. Hay que tomar conciencia de los pensamientos negativos y autocríticos persistentes e intentar sustituirlos por pensamientos positivos. Felicítese por sus logros.
- Igualmente debemos mantener una actividad psíquica adecuada como leer o escuchar música; dedicar tiempo a la recreación y a la relajación.
En caso de sentir algún tipo de inquietud o tristeza, lo mejor será hablar de sus sentimientos con alguien de confianza; y en dado caso solicitar la ayuda de un profesional.
Hablar con un profesional sanitario local o con su médico de cabecera es un buen punto de partida para prevenir o tratar la depresión.
JORGE DOMINGUEZ | PSICOTERAPIA