¿Se puede cambiar de personalidad?

Quizá no se puede cambiar de personalidad de forma abrupta y con pura voluntad, el proceso es paulatino y va evolucionando con la madurez.

“Margarita va por la calle y se le nota que tiene mucha personalidad”, dicen en el barrio.

“En cambio, su marido no tiene nada de personalidad”, señalan los vecinos.

Estas suelen ser frases comunes cuando hablamos de personalidad, pero solemos no tener una clara consciencia de lo que significa este concepto. A veces usamos indistintamente carácter y personalidad como si fueran lo mismo y no lo son.

¿Qué es la personalidad?

En realidad, la personalidad es un constructo social hipotético que llegamos a considerar respecto a las conductas de las demás personas. Y ésta comprende rasgos individuales, como la forma de pensar, ser o sentir.

La personalidad engloba características de aquello que pensamos de cierta persona por la manera en que se comporta o como es. Es decir, es la suma de rasgos de comportamiento que se mantienen de forma constante y estable (siempre igual), y que comprenden condiciones cognitivas, motivaciones y afectivos.

Incluye pensamientos, deseos, necesidades, recuerdos, etc., propios de cada persona de manera única. No obstante, bajo la personalidad subyacen aspectos psicológicos y biológicos, pues la personalidad es una manera de adaptarnos al entorno.

Bermúdez (1996), la define como una “organización relativamente estable de características estructurales y funcionales, innatas y adquiridas bajo las especiales condiciones de su desarrollo, que conforman el equipo peculiar y definitorio de conducta con que cada individuo afronta las distintas situaciones”.

Cuatro tipos de personalidades

Se ha investigado durante mucho tiempo, cuántas personalidades puede haber entre nosotros. Al respecto, recientemente se publicó una investigación que señala qu existen cuatro tipos de personalidades.

El proyecto de investigación comandado por Luis Amaral, de Northwest Engineering, y publicado en Nature Human Behavior, considera que existen cuatro tipos de personalidad fundamentales. La personalidad promedio, el reservado, el egocéntrico y el modelo a seguir.

Personalidad Media (promedio)

Una persona con este tipo de personalidad:

Muestra rasgos de responsabilidad moderados, es decir de conciencia y consideración de la persona.
Su amabilidad, comprensión y escasa hostilidad son moderados.
Su extroversión o tendencia a relacionarse con los demás y mostrar abiertamente los sentimientos son un poco más marcados.
Tiene una ligera inestabilidad emocional o neuroticismo; es decir tienen cambios de humor normales, tendencia a sentirse enfadada o triste.
Viven con pocas expectativas.
Tienen baja curiosidad e intencionalidad de aprendizaje.

Personalidad Reservada

La persona reservada:

Cuenta con niveles altos de estabilidad emocional unida a un carácter normal.
No destaca por ser extravertida.
Es amable y responsable.
Tienden a la timidez.
No suele mirar a los ojos.
Pone distancia entre ella y los demás.
Suele ser insegura y guarda información sobre sus emociones.
Es empática y correcta.
No gustan de que se les levante la voz.

Personalidad Egocéntrica

Una persona egocéntrica:

Es poco agradable con los demás.
Es menos amable.
No está muy abierto hacia los demás y ni es responsable.
Tiene alto grado de extraversión.
Es poco franca y escrupulosa.
Se centra en sí misma.
Prefiere evitar nuevas experiencias.
Creen que lo sabe todo e impone su opinión sobre cualquier tema.
Se muestra superior.
No acepta consejos e intentan controlar siempre la situación.
Puede tener rasgos de personalidad tóxica (incluso para sí mismo).
Le agradan los elogios y hace alusión de gran sabiduría

Modelo a seguir

Esta personalidad se distingue por:

Altos niveles de extraversión, es decir tendencia a relacionarse con los demás y mostrar abiertamente los sentimientos.
Altos niveles de amabilidad y responsabilidad.
Bajo grado de neuroticismo o cambios de humor normales.
Son abiertos en todos los sentidos.
Ser escrupulosos.
Se interesan y tienen en cuenta lo que los demás tienen que decir.
Son líderes y emocionalmente estables.
Son trabajadores

¿Se puede cambiar de personalidad?

Aunque no hay indicios de cambios extremos de personalidad desde un orden de salud, la personalidad evoluciona y puede encontrar matices. La investigación del Dr. Amaral señala que en la adolescencia se suele ser más reservados, pero con el paso del tiempo aumenta la responsabilidad y la amabilidad, mientras que las tendencias neuróticas descienden. Los cambios drásticos de humor descienden, así como la inestabilidad.

Trastornos de la personalidad

De tal forma, la personalidad sí cambia o evoluciona, pero también se pueden ver trastocada por un trastorno que signifique un problema de salud mental.

Los trastornos de la personalidad son un grupo de afecciones mentales en las cuales una persona tiene un patrón prolongado de comportamientos, emociones y pensamientos que es muy diferente a las expectativas de su cultura. Estos comportamientos interfieren con la capacidad de la persona para desempeñarse en las relaciones interpersonales, el trabajo y otros contextos.

Los profesionales en salud mental clasifican estos trastornos en los siguientes tipos: