¿Qué significa ser uno mismo? Un asunto que más allá de encontrar una sola respuesta, nos motiva a reflexionar sobre algunas claves que nos indican si lo estamos logrando o no.

Ser uno mismo en un mundo que constantemente intenta transformarte en algo diferente es el mayor logro: Ralph Waldo Emerson

A donde fuera, el joven Tony escuchaba siempre lo mismo: ¡Sé tú mismo! Al parecer “ser uno mismo” resultaba fundamental para  la vida, para ser feliz o incluso para ser aceptado por otros. No obstante, nadie le decía con claridad qué significa “ser uno mismo”.

Tal vez a muchos de nosotros, como a Tony, nos han dicho también “sé tú mismo, sé tu misma”, y nos hemos encontrado bajo la interrogante sobre el concepto al que todos nos impulsan, pero prácticamente nadie nos explica.  ¿Qué significa ser tú mismo?

Y es que quienes nos rodean pueden tener diferentes ideas de lo que significa ser uno mismo; pero sólo cada uno ha de saber quién es o cómo se quiere ser. Aunque en más de las veces nos pasamos la vida tratando de resolverlo más que en definirlo.

“Ser uno mismo” es una cuestión de individualidad, de unicidad –la posibilidad de ser único–, que uno, generalmente, va encontrando a lo largo de la vida, pues en ello están implicados los valores, los talentos, las habilidades y pasiones que caracterizan a cada persona, y no puede ser menos que la autenticidad del individuo la que ponga de manifiesto la esencia del Ser. Vivir en congruencia con todo ello será entonces vivir “siendo uno mismo”. Expresando al mundo una visión única de la realidad y de la existencia.

¿Cuáles son los signos de no ser uno mismo?

Si te sientes agobiado, triste, ansioso, incomprendido, te cuesta trabajo disfrutar del día a día, te estresa lo que haces más de lo “normal”, perdiste el sentido de las cosas… muy seguramente no estás siendo tú mismo.

Por el contrario, las personas acordes consigo mismas, encuentran sentido en cada cosa que hacen; saben distinguir sus habilidades y sus pasiones y actúan en consecuencia. Alguien que “ES” logra una adecuado nivel de autoestima y no requiere que otros la “autoricen” o la validen; disfruta la vida porque elige las cosas que hace y no porque imita a otros o se siente presionado por los demás.

¿Cómo logramos ser uno mismo?

Explórate, explora cuáles son tus valores –aquello que te es realmente importante y significativo, aquello que le da sentido a tu vida–, cuando lo asumas plantéate una visión de cómo quieres verte en un lapso futuro determinado: 5 años, 10 años, 15 años…

Asimismo, procura conocerte a ti mismo, a ti misma: identifica lo que te gusta, cómo te gusta pasar tu tiempo, cuáles son tus habilidades, etc. Cuando nos conocemos y tenemos claro lo que somos y podremos ser nosotros mismos con más facilidad, porque de ahí radica la autenticidad, así como en el aceptarnos como somos y respetar eso que es nuestro.

Pero el proceso de ser tú mismo siempre está tentado por la presión social y familiar que nos impone estereotipos, etiquetas o encasilla en sitios que no nos corresponden. Quedar bien con la gente suena cómodo de inicio (ya no habrá presión), pero después nos producirá sufrimiento porque iremos en contra de nosotros mismos, será como renunciar a lo que somos.

Ser uno mismo es ser libre, auténtico, congruente y pleno.  Ser uno mismo nos acerca a la felicidad. 

Cuando sepas quién eres y qué quieres, podrás ser tú mismo, aprovechar tus habilidades y fortalezas y aprenderás con mayor facilidad a lidiar con tus debilidades sin sentirte culpable, por el contrario vivirás respetándote y queriéndote aún más y mejor. Aunque considera que ser tú mismo, tú misma, no implica pasar sobre los demás.

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