Qué hacer si tengo emociones negativas que me llevan a hacerme daño y lastimar a los demás con mi actitud.
Recordemos que no existe calificación para las emociones, todas son reacciones naturales e igual de útiles en nuestra vida. Sin embargo, consideraremos negativas a aquellas que puedan causarnos dolor, incomodidad, angustia o estrés.
Este tipo de emociones, también suelen llenarnos de pensamientos limitantes y cuestionables, así como ideas que incluso puedan llegar a provocarnos conductas autodestructivas. Estos impulsos o pensamientos negativos pueden llegar a ser abrumadores y bloquearnos para realizar nuestra vida cotidiana de forma saludable.
Cuando eso sucede es importante hacer una pausa, hacernos conscientes de lo que está pasando, recuperar nuestras herramientas de gestión emocional, y realizar ejercicios puntuales para que la negatividad nos impulse a conductas de riesgo. Tomarse unos minutos puede marcar una diferencia significativa.
Qué hacer si tengo emociones negativas
Es importante, antes de hacer cualquier cosa, detenerse y reconocer que no la estamos pasando bien, que tal vez necesitamos ayuda de nuestros seres queridos o, en el mejor de los casos, debemos solicitar apoyo de un profesional de la salud.
Sin embargo, también uno mismo puede hacerse de recursos para detener o revertir esos momentos en que las cosas no van como quisiéramos. Aquí te dejo algunas claves para lograrlo:
Utiliza un timer
- La próxima vez que tengas un pensamiento negativo, que incluso te impulse a insultarte, autocastigarte o dañarte, espera unos minutos antes de hacer cualquier cosa.
- Puedes decirlo en voz alta: “voy a esperar un minuto”, para hacerte más consciente de ello.
- Comienza ahora con este minuto, incluso puedes utilizar un timer.
- En ese minuto haz algo por ti, afrontando tus emociones de cualquier manera que te hagan sentir bien. Puedes practicar técnicas de respiración, masajearte las manos, cerrar los ojos, meditar, relajarte.
- Tómate ese minuto para darte un gusto sin lastimarte ni criticarte.
Una vez que finalice el temporizador, checa cómo te sientes. ¿Tus impulsos disminuyeron? Si no lo hicieron, sigue y dedícate aún más tiempo. Si sigues diciéndote cosas negativas, también puedes pedirle ayuda a alguien.
Crea un entorno acogedor
Si tus emociones negativas te empujan a hacerte alguna clase de daño o son demasiado abrumadoras, intenta tranquilizarte físicamente para desviar la atención a otra cosa. Puedes ayudarte creando un entorno acogedor.
- Un baño relajante. Tómate un baño en la regadera o tina, lo importante es que uses un jabón cuyo aroma te sea agradable, enciende velas para ambientar la atmósfera, pon tu música favorita y tómate tu tiempo. Deja que el agua tibia te envuelva y reconforte.
- Bebida apapachadora. Prepárate una bebida caliente, como té, café o chocolate caliente. Sostén la taza caliente con las dos manos y deja que la sensación te distraiga y te transmita calor desde fuera hacia dentro.
- Abraza a tu mascota. Qué mejor rincón de confort que tu mascota. Si tienes una mascota, abrázala. Los animales son sumamente intuitivos y pueden percibir si sientes tristeza o depresión. La conexión física con una mascota puede reconfortarte.
- La vieja confiable: tu manta. Cúbrete con una manta cálida para crearte un nido acogedor. Deja que la manta actúe como capullo; en ese refugio puede que te sientas con más calma y con los pies en la tierra.
- Date un masaje. Puede que también te sientas bien al darte un masaje. Intenta comenzar con sitios como el cuello, las manos y los pies para descubrir qué nivel de presión te gusta y consentirte.
Elabora un plan
Cuando te sientes triste, puede ser difícil motivarte para salir al mundo o asumir riesgos. Dedicarle tiempo a hacer cosas que disfrutas, sin importar lo pequeñas que sean, puede ayudarte a tranquilizarte.
- Piensa en 3 actividades sencillas que disfrutes: escuchar una buena lista de reproducción, leer o pasar tiempo con tu mascota.
- Una vez que se te ocurran 3 actividades, elabora un plan para cuándo vas a hacerlas, idealmente en el transcurso de la próxima semana. Si tienes problemas de falta de motivación a la hora de seguir tu plan, intenta encontrar a alguien con quien hacerlo.
- Al final de la semana, tómate un momento para reflexionar y ver cuántas actividades hiciste. Aunque solo hayas hecho una, enorgullécete y piensa en otras cosas que podrías lograr. Si no hiciste ninguna, también está bien. Puedes volver a intentarlo la semana que viene.
Demuestra autocompasión
Cuando las emociones incómodas te abruman, a veces puedes juzgarte con demasiada dureza. En esos momentos en los que te juzgas, tratarte con la misma amabilidad con que tratarías a un amigo puede ayudar a mejorar tu estado de ánimo y hacer que sientas menos estrés.
Piensa en un momento en el que un amigo o familiar se sentía mal consigo mismo y acudió a ti en busca de ayuda. ¿Cómo le respondiste? Si lo consolaste o lo aconsejaste, recuerda cómo te sentiste y piensa en cómo se habrá sentido esa persona al recibir tus palabras de aliento.
De igual forma en que fuiste compasivo con el otro, sé contigo. Por lo general, es más fácil demostrar comprensión y amabilidad hacia los demás. Si te hablas con esa misma compasión, puede que empieces a cambiar la forma en que piensas de ti misma y del mundo que te rodea.
*Con algunas ideas de autocuidado de Pinterest.
JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA