¿Qué es la anarquía relacional? Un concepto que está resignificando las relaciones afectivas y rompiendo paradigmas.
Las fórmulas del amor en pareja y las relaciones evolucionan, se transforman para cumplir necesidades de cada época. A veces se establecen paradigmas que, cuando son inútiles deben cambiarse, en ocasiones ante la mirada atónita e inquisidora de algunos.
En la actualidad estamos en ese momento en que la forma de relacionarnos con otras personas de manera sexo afectiva está siendo cuestionara y, en la teoría, redefinidas. Hoy se está hablando de la anarquía relacional.
¿Qué es la anarquía relacional?
“La anarquía relacional es el planteamiento y la práctica de formar relaciones que no estén sometidas a un conjunto preexistente de categorías dictado por la norma social”. Se basa en las ideas y principios del anarquismo social (rechazo a las prácticas autoritarias y jerárquicas y ejercicio de la autogestión colectiva) aplicándolos y adaptándolos a la gestión de los vínculos entre las personas.
Construir relaciones sexo afectivas desafía la norma y paradigmas expuestos hasta hoy, según el modelo hegemónico y se plantea la posibilidad de otras maneras de relacionarse, bajo nuevas ideas.
Si la norma nos habla de vínculos entre un hombre y una mujer, de manera monogámica y exclusiva, hoy podemos hablar de familias homoparentales. Esto a una larga lucha que aún tiene mucho por cambiar.
Poliamor
Asimismo, los conceptos anarquistas que habla de nuevas maneras de relacionarnos piensan en modelos no hegemónico, siempre que sean acordados y de mutuo consenso. Estas otras formas relacionales que difieren del modelo hegemónico son las parejas abiertas, el movimiento swinger, el poliamor y las no monogamias éticas o consensuadas.
El término poliamor se ha empleado a veces como término paraguas para representar todas las prácticas que no exigen exclusividad afectiva y sexual.
Pero la Anarquía Relacional (AR) no se focaliza en desmontar la idea de la exclusividad afectiva y sexual sino en criticar el formato de los vínculos como categorías normativas cuyas características vienen dadas por una forma cultural de autoridad. Es decir, que plantea cambiar cómo nos vinculamos, no con cuántas personas nos vinculamos.
Propone que los vínculos sean autogestionados en lugar de normativos y, por tanto, rechaza establecer una distinción formal entre los diferentes tipos de relaciones que define prescriptivamente la cultura dominante.
Desde esta perspectiva se ve cada relación (sexo afectiva o no) como un vínculo particular y único, no como algo dentro de una categoría previamente establecida por personas ajenas a ese vínculo, es decir la sociedad de contexto. Etiquetas como amistad, pareja o relación abierta, son abolidas, en busca de que cada persona y su vínculo afectivo correspondiente se autodeterminen y denominen a su comodidad.
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