Con frecuencia nos preguntamos qué caracteriza una a personalidad fuerte pues al parecer ésta es más atractiva a los demás, nos coloca en una posición de prestigio y, aparentemente, nos da poder. De tal forma, se puede considerar que una personalidad fuerte sería aquella que es dominante sobre la personalidad de otros, pero ello puede tornarse en una forma de manipulación.
No obstante, a veces, quienes ostentan una personalidad fuerte suele ser sólo por apariencia frente a los otros; por ello hay que consolidarla y cimentarla desde el interior para utilizarla a nuestro favor como —una manera de resiliencia— y no para manipular a otros.
Con este fin, te dejo las características de una personalidad fuerte, aspectos que —sin duda— tienes dentro de ti y que puedes cultivar día a día para fortalecerte.
¿Qué caracteriza una personalidad fuerte?
- Optimismo. Quien tiene una personalidad fuerte es optimista, no se deja vencer a la primera amenaza y aprende a afrontar las vicisitudes de la vida más fácilmente sin ser víctima de ellas.
- La tolerancia a la frustración como resultado de la inteligencia emocional es signo de una personalidad fuerte; insisto que quien posee fortaleza no se desanima ni se queja por las consecuencias de sus decisiones, al contrario, las afronta para aprender de ellas.
- Las personas de temperamento fuerte han desarrollado sus competencias sociales para generar empatía con y hacia los demás; no basan sus decisiones en la opinión y juicio de los demás; son autónomos y piensan por sí mismas.
- Ser apasionados para enfrentar la vida con vehemencia y voluntad describe también a una personalidad fuerte; pues esta fuerza interna de energía inagotable impulsa a las personas a seguir sin importar límites o dificultades.
- El compromiso y la motivación definen el día a día de las personalidades fuertes. Ello les permite implicarse en cada acción e incluso contagiar a otros en la realización de ciertas actividades y tareas de la vida diaria.
- Flexibilidad como un mecanismo de adaptación al cambio es esencial para un temple fuerte, ello nos permite enfocarnos en lo que se puede cambiar y buscar oportunidades de crecimiento en lo que no se puede cambiar.
- No podemos dejar fuera la Asertividad. Una persona con personalidad fuerte es asertiva, sabe comunicar sus necesidades y deseos a través del respeto propio y el respeto a los demás, sin dominar sobre las necesidades ajenas ni manipular a nadie.
- Autocontrol. Quien verdaderamente tiene una personalidad fuerte es capaz de autocontrolarse; es decir, cuenta con la capacidad para dominar su conducta y sus emociones, pudiendo permanecer calmado. Esta capacidad nos permite afrontar la vida con mayor serenidad y eficacia.
- Resiliencia. Como he dicho antes, la personalidad fuerte —frecuentemente formada tras sobreponerse a los diversos embates de la vida— sabe recomponerse y ser resiliente. Es por ello que ahora pocas son las cosas que doblegan a quien tiene este tipo de temperamento.
Finalmente, la personalidad fuerte está basada en el autoconocimiento y autoestima, y especialmente no pretende dominar o imponerse a otros, sino afrontar la vida como es sin posicionarse como víctima o verdugo.
Si deseas trabajar con alguno de estos rasgos de personalidad o has perdido la brújula en el camino de las emociones, lo importante es reconocerlo y pedir la guía de un profesional que te asista para mejorar tu calidad de vida.