Elige propósitos para mejor tu bienestar emocional y no sólo aquellos que exijan de ti cambios radicales o sólo sean de apariencia.
Estos son algunos propósitos que puedes plantearte sí cumplir para mejorar tu bienestar emocional—si no es que los practicas ya— y que te llevarán a consolidar hábitos para el cuidado continuo de tu salud emocional.
Como ya lo había escrito antes, solemos plantearnos propósitos o resoluciones de año nuevo que, con frecuencia, están encaminados a cambiar algo de nosotros: bajar de peso, dejar de fumar, beber, hacer ejercicio, ahorrar más. Muchos de esos objetivos están enfocados a nuestra apariencia física o, aún peor, a lograr cosas materiales, pocas veces se encamina a lograr un bienestar emocional.
Veamos qué puedes hacer por cuidar de ti mismo, de ti misma, el próximo año. Estos propósitos los puedes hacer un hábito y, luego de ello, un estilo de vida.
Las personas necesitan un propósito que tenga significado, Esa es nuestra razón de vivir. Con un propósito compartido, somos capaces de conseguir cualquier cosa: Warren Bennis
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Cada vez que te sientas frustrada/o analizarás los motivos de tu frustración para poder lidiar con ella. No serás reactiva/o ni evadirás el sentimiento.
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Si existe algo de ti misma/o que te provoca rechazo o enojo, aprenderás a trabajar el auto perdón sin ser indulgente o demasiado severa/o contigo misma/o.
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Trabajarás tu fuerza interior con autodisciplina, ello te ayudará a enfrentarte cada día con lo que venga confiando en tus habilidades y capacidades. De esta manera podrás vivir de forma más plena.
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En este camino al bienestar será fundamental hacer énfasis en el autocuidado emocional lo que comprende acciones cotidianas como identificar tus pensamientos positivos o negativos, descubrir tus límites y comunicarlos de forma asertiva, cuidar tu apariencia, etc. Es decir, conocerte y vivir en congruencia a lo que eres.
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Será una excelente forma de cuidar de ti misma/o si promueves el contacto físico con tus seres queridos. Sentir este contacto entre seres queridos genera personas más seguras, con mayor autoestima y empáticas con sus semejantes.
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Evitarás el estrés emocional que comienza incomodándonos un momento y luego se apodera de nuestra vida. Darás descansos emocionales metodológicamente.
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Trabajarás en tu inteligencia emocional. Entrénate para identificar lo que sientes, los momentos en que los sientes y cómo reaccionas ante esas emociones; de esta manera aprenderás a gestionar tus emociones para vivir de manera congruente a ellas.
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Mejorarás la comunicación con tu pareja: desarrolla habilidades asertivas y practica la escucha activa que te permitan enfocarte en armonizar necesidades e intereses de los miembros de la pareja.
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Procurarás reír más y mejor, porque es una excelente forma de cuidar de tu salud física y emocional.Sonreír aun cuando no estés feliz motivará en tu organismo una sensación de bienestar que te hará sentir feliz.
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Te alejarás de los tóxicos emocionales: En el universo de lo emocional, los tóxicos nos afectan a través de agentes de influencia como las personas que te rodean y motivan en ti comportamientos o actitudes negativas, o bien a las condiciones a las que tú mismo, tu misma, te expones y que a la larga te causan aflicción, angustia, intranquilidad, etc.
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Cuidarás tu relación con los amigos, ellos además de proveerte de momentos agradables, te ayudarán a cuidar de tu salud emocional.
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Por supuesto, trabajarás en el cuidado de tu autoestima, a veces puede ser débil si cedemos a la presión de la publicidad, nuestro grupo social o, incluso, de nuestros seres queridos.