Ya desde el siglo IV a. C., en el Templo de Apolo en Delfos, se leía la inscripción “Conócete a ti mismo”, un aforismo que nos llama a descubrir nuestra esencia antes de intentar descubrir el mundo. Así, es en el autoconocimiento donde puedes encontrar no sólo la sabiduría sino la plenitud al reconocer todo lo que eres y puedes ser.

Sin embargo, más de veinte siglos han pasado y la humanidad sigue preguntándose asuntos básicos: ¿quién soy? ¿Qué hago aquí? ¿Cuál es el sentido de todo? ¿Por qué pasan las cosas? ¿Qué estoy sintiendo?…

Seguramente en algún momento tú también te has hecho este tipo de preguntas, buscando, quizá, encontrar la respuesta en el exterior, cuando en realidad ha estado siempre dentro de ti. Es por ello la importancia del autoconocimiento, de dedicar una mirada a tu interior para descubrir la esencia de tu ser y de tu existencia; encontrar la razón del camino que has elegido.

Para ello es necesario ver aquello que está oculto en las profundidades de tu mente, para comprender también –con mayor claridad– de dónde surgen tus verdaderas limitaciones así como tus potencialidades.

Las emociones y pensamientos, tan importantes al tomar decisiones o resolver problemas, no surgen de la nada, sino tienen un origen específico que está en dentro de ti, en tu  historia de vida, en tu experiencia, en tus prioridades, etc. Y sólo en el autoconocimiento es cuando puedes encontrar la razón de esas decisiones que te han llevado por determinado camino, a veces cierto a veces errado, pero que a la larga no es necesariamente definitivo.

Conocerte a ti mismo te permite entender cómo has llegado a cierto momento de tu existencia y de tal forma asumir que también puede cambiar, que nada debe ser definitivo si eres capaz de transformarlo haciendo uso de las herramientas que tienes y que has descubierto en tu interior.

Saber realmente cómo eres, qué sientes o qué metas quieres alcanzar te permitirá desenvolverte con mayor eficacia en el día a día, tanto para alcanzar tus anhelos, como para relacionarte con otras personas e incluso alcanzar mejores competencias sociales y laborales.

El autoconocimiento te permite:

1. Tener el control de tus emociones.
2. Actuar acorde a tus emociones y deseos.
3. Comprenderte y actuar en congruencia
4. Enfrentar las complejidades de la vida diaria.
5. Alcanzar tus sueños.
6. Construir relaciones sólidas con los otros.

Cuando tú tomas conciencia de quien eres en realidad, puedes empezar a vivir plenamente y trascender.

Te invito a que te conozcas, que encuentres herramientas para mirar tu interior sin filtros y disfrutar de ti tal como quieres ser.

Inscríbete y disfruta de una manera diferente tu existir.

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