El orden precede al amor en el sistema familiar, nos dice Bert Hellinger, puesto que para que la familia viva libre y en paz requiere que cada uno de sus miembros ocupe el lugar que le corresponda y encarne el rol correspondiente. Cuando no respetamos este orden suele surgir el conflicto o alguna clase de padecimiento incluso varias generaciones después.
Conoce más de este tema y cómo lograr restablecer los órdenes del amor en la familia. ¡Sigue leyendo!
Una segunda ley de vida en Constelaciones Familiares es cuidar y mantener el orden entre los miembros del sistema familiar y sus generaciones. El amor es una parte del orden. El orden precede al amor, y el amor únicamente puede desarrollarse en el marco del orden. Esta es una de las prisas básicas de esta ley.
El sistema jerárquico
Esta ley se realiza a través del tiempo, el que llegó primero es prioritario, el sistema respeta el orden de aparición en el tiempo y lo interpreta como más importante. También es importante la función que desempeña, un miembro cuya función es más importante para la supervivencia o el mantenimiento del sistema tiene prioridad.
Por obvio que parezca, hay que reconocer que primero llegaron los abuelos, luego los padres y luego los hijos/nietos. Una vez que lo reconocemos hay que hacer todo lo posible para conservar ese orden. El que llega después ha de respetar lo que estaba antes que él: el orden permite la conexión.
Qué exista un lugar preciso para cada uno significa que todos pertenecen, todos tienen derecho a su lugar, haya pasado lo que haya pasado, hayan hecho lo que hayan hecho.
No obstante, no siempre las familias respetan el orden entre generaciones y ello suele suceder cuando se encuentra excluido uno de sus miembros y otro —por la fuerza de la conciencia familiar— toma su lugar inconscientemente.
El amor debe insertarse en un orden y ese orden ya está determinado.
El ordenamiento y la colocación de cada miembro de la familia en su lugar tienen como efectos la resolución de muchos problemas psicológicos y físicos. Cuando uno actúa de acuerdo con el orden, las reglas y los valores del grupo, se siente bien, sabe que es aceptado, tiene su propio lugar en el sistema y forma parte de él. Y, como hemos visto, la pertenencia es fundamental para el bienestar del individuo.
Los órdenes del amor son la vinculación y derecho a la pertenencia, la jerarquía y el equilibrio entre el dar y recibir de los miembros del sistema.
Cuando no existe un orden en el sistema familiar, el flujo del amor se ve interrumpido y comienzan los diversos conflictos. Sólo cuando se ha recuperado el orden natural, el individuo siente que se le han quitado un peso de encima y puede seguir con sus asuntos sin que nada del pasado lo maneje o lo limite.
Todo debe volver a su lugar y así ser reconocido, para seguir avanzando correctamente.
Un conflicto familiar debe ser tratado teniendo en cuenta quiénes son los anteriores y quienes son los posteriores, cuál es la función de cada uno y el tipo de relación entre sus miembros. A través de Constelaciones Familiares se sana al conjunto familiar restableciendo los órdenes del amor: una herramienta al servicio de la reconciliación.
El orden familiar es restablecido cuando todos los miembros del sistema se consideran como iguales y del mismo valor. Entonces la paz se instaura.
El orden precede al amor y éstas son sus reglas:
- El que llega primero tiene más jerarquía.
- Es muy importante respetar el orden de la familia.
- Es fundamental saber y reconocer quién llega primero y quién después.
- Los padres son los más grandes y entre ellos son iguales, por lo tanto dan y reciben por igual.
- Respeta que la pareja sea primero que los hijos.
- Deja que cada hermano ocupe su lugar.
- Los padres dan y los hijos reciben
- Reconoce que los hermanos mayores abren espacio para los pequeños.