La manera como nos afecta la soledad emocional puede llegar a ser devastadora, no sólo en términos emocionales sino también en cuanto a la salud física se refiere.
Alguien está solo cuando no mantiene comunicación con otras personas o cuando percibe (y la clave es “percibe”) que sus relaciones sociales no son satisfactorias. Esta soledad, la emocional, no está directamente vinculada con la presencia de otras personas, sino la interpretación e imagen que generamos en nuestro interior respecto a la forma en la que nos vinculamos con los demás. Consideremos entonces…
LA SOLEDAD
- Es resultado de relaciones sociales deficientes. Posiblemente por nuestra falta de habilidad para llevarlas a cabo, falta de destreza para socializar, timidez o baja autoestima, entre otras motivaciones que nos impiden tener una vida social satisfactoria.
- Es una experiencia subjetiva. Las circunstancias en las que nos sentimos solos suelen ser por la interpretación (buena o mala) que damos a los actos de otras personas o a las situaciones que vivimos. Si percibimos como negativa una experiencia en un entorno social determinado, por ejemplo, evitaremos repetirla, aunque ello nos aísle, nos haga sentir decepcionados, o frustrados por no cumplir con nuestras expectativas.
- Puede sentirse aun estando en un grupo. Por ser una cuestión de percepción, la soledad se vive desde el interior, por lo que no tiene que ver con estar con otras personas; al menos que éstas practiquen dolosamente la indiferencia.
- Es desagradable y puede generar angustia. Siendo el hombre un ser gregario por naturaleza, la soledad no le sienta bien a nadie, y sus consecuencias pueden ser desde la tristeza hasta una depresión profunda, incluyendo un vasto matiz de emociones circundantes.
Sabemos entonces que una cosa es estar solo, condición en la cual por definición no estamos con otras personas: como estar solos en el baño; y otra muy distinta y, para algunos hasta dolorosa, es sentirse solo. Y “sentirse” está relacionado con nuestro mundo emocional y las formas que hemos aprendido a relacionarnos con los otros.
Esta es una soledad emocional que nos impide sentirnos seguros afectivamente y satisfechos, que puede generar una sensación de desamparo, también asociada con la capacidad de las personas para manifestar los sentimientos y opiniones plenamente.
Es cuando la soledad puede convertirse en una situación devastadora, que promueva pensamientos catastrofistas como “siempre estaré solo”, “mi soledad es interminable”; generando un círculo vicioso que puede impedir que la persona que se siente sola vea el mundo de otra manera y deje de sentirse solo. Incluso llevándolo a una depresión. Esto incrementará la dificultad de relacionarse con los demás, proceso que sólo terminará cuando se decida a cortar dicha cadena de pensamientos y comience a intentar relacionarse de nuevo con los demás, buscando grupos de personas que tengan intereses afines.
¿Cómo nos afecta el sentimiento de soledad?
- En el rubro emocional, la soledad puede ser producto de una autoestima baja, y menoscabarla aún más cuando no se cuenta con alguien que sirva de espejo para ayudarnos a fortalecerla.
- La sensación de abandono y desamor es otra de las consecuencias de la soledad emocional, sentir que nadie nos quiere, que no podemos contar con nadie. Lo que acentúa mucho más la autovalía de las personas.
- Son altas las posibilidades de que la soledad nos genere frustración, pues esperamos de los demás una validación, aceptación o reconocimiento, y cuando no vemos satisfechas nuestras expectativas se genera esta frustración.
En el ámbito de la salud física, la soledad también tiene sus consecuencias, tan graves como las emocionales o más.
Estudios científicos han demostrado que una persona que se siente sola es más vulnerable a sufrir un infarto.
“Un estudio realizado por expertos de la Universidad Aarhus Sygeus, en Dinamarca, reveló que la gente que se siente o vive sola tiene el doble de riesgos de sufrir enfermedades cardíacas severas que quienes conviven con su pareja”.
La soledad puede afectar a tu cerebro en una forma similar al dolor físico: En un estudio notable liderado por la doctora Naomi Eisenberger, profesora de Psicología Social en UCLA en Estados Unidos, se encontró que ser excluido y tener sentimientos de soledad, desencadenaba actividad en algunas de las mismas regiones del cerebro que registran dolor físico.
Sentirse solo evita que tengas una buena noche de sueño. En un estudio realizado en 2011 se advirtió que las personas que se sienten solas tienden a experimentar más interrupciones de sueño en la noche que aquellos que no se sienten así.
TIPS RÁPIDOS PARA EVADIR LA SOLEDAD
- Sonríe: Los especialistas en relaciones humanas plantean que nada atrae más a las personas que la sonrisa.
- No te calles tus emociones. Identifica lo que sientes y exprésalo, y si tienes dificultades para hacerlo, busca ayuda.
- No te aísles, fomentarás un círculo vicioso. Por muy difícil que parezca vincularte con otras personas, ábrete a la posibilidad.
- Sé amable contigo y con los demás. No permitas que el dolor de la soledad genere una coraza que te haga duro y amargo.
- Cuida de ti. Para proveerte de seguridad en ti mismo, misma, cuida de ti y refuerza tu autoestima.
- Aprende a disfrutar de tu compañía. Si no te sientes conforme contigo será más doloroso estar solo porque además de solo tendrás una “mala compañía”.
Si te sientes solo y ello te ha llevado a situaciones de angustia, ansiedad o depresión, es importante que solicites apoyo de tus seres queridos o un profesional de tu confianza. Yo JORGE DOMÍNGUEZ puedo ayudarte a transitar a un mejor estadio de tu ser emocional.
Si deseas obtener tips de salud emocional diariamente, sígueme en Facebook.
Recuerda que los artículos que aquí encuentras son meramente informativos y no sustituyen el tratamiento y consulta con un profesional de la salud emocional. Las decisiones relativas a la salud deben ser tomadas por un profesional, considerando las características únicas del paciente.