No te engañes con los mecanismos de defensa, son defensas que te sirven para evadir emociones que te incomodan y ponen en juego tu autoestima y tu ego.
Aunque era evidente que José ya no estaba, se había ido para siempre, Magdalena lo negaba y seguía sirviendo su taza de café todas las mañanas. Sofía, por su parte, no pudo recordar el momento del accidente, ni ninguno de los detalles de esa noche. El más pequeño de los niños, tuvo una regresión que le hizo volver a mojar la cama. Mientras que La Nena nunca más volvió a pronunciar su nombre, como si nunca hubiera existido.
Toda la familia inconscientemente se ha protegido de emociones dolorosas, para evitar el sufrimiento, la angustia y el dolor que les ha causado la muerte de José. Sin embargo, esto puede impedirles procesar el duelo de manera apropiada, por el contrario, están haciendo uso de mecanismos de defensa.
¿Qué son los mecanismos de defensa?
Los mecanismos de defensa son procesos, inconscientes, que los individuos empleamos para hacer frente psicológicamente a una realidad dolorosa o incómoda y mantener nuestra autoimagen íntegra y a salvo.
Nuestra defensa entra en acción cuando nos sentimos amenazados psicológicamente, cuando dudamos de nuestras habilidades y de pronto nos damos cuenta de nuestras propias deficiencias, todo ello para preservar nuestro ego.
Las personas sanas normalmente utilizan diferentes defensas a lo largo de la vida en un proceso normal. Sin embargo, cuando los mecanismos de defensa se llevan al extremo se pueden desarrollar tendencias obsesivas compulsivas e incluso neuróticas.
11 Mecanismos de defensa
Los mecanismos de defensa están muy bien clasificados y podemos hacer uso de ellos de forma indistinta. Entre ellos encontramos estos doce:
1. Negación
Es el rechazo a reconocer lo evidente. Es negar vehemente incluso el hecho de la existencia de una situación.
2. Reprimir
El bloqueo de recuerdos dolorosos o traumáticos. Sirve para rechazar representaciones, ideas, pensamientos, recuerdos o deseos y mantenerlos en el inconsciente.
3. Regresión
Volver a una etapa previa del desarrollo. Es una huida del presente a un estado evolutivo anterior.
4. Desplazar
Reaccionar a la persona u objeto equivocado. La mente redirige algunas emociones de un objeto y/o representación psíquica que se percibe como peligrosa o inaceptable, a uno aceptable.
5. Razonar
Excusarse con argumentos lógicos y detallados, aunque sean falacias. Es la construcción de una narrativa que oculta la verdadera motivación que llevó a la persona a cometer ciertos actos.
6. Supresión
Anular un evento doloroso con ideas compensatorias. El que el individuo evita intencionadamente pensar en problemas, deseos, sentimientos o experiencias que le producen malestar.
7. Proyección
Adjudicar los propios defectos a otras personas. El sujeto atribuye a otras personas las propias virtudes o defectos, incluso sus carencias.
8. Introyección
Asumir las virtudes ajenas como propias. Se hacen propios rasgos, conductas u otros fragmentos del mundo que nos rodea, especialmente de la personalidad de otros sujetos.
9. Reactivar
Manifestar intenciones opuestas a las verdaderas. Consiste en enmascarar un motivo o emoción transformándolo en su contrario, por ejemplo, encubrir un odio con manifestaciones exageradas de afecto.
10. Sublimación
Satisfacer deseos oscuros con conductas aceptables. Consiste en canalizar las pulsiones “indebidas” desde el territorio de los deseos hacia otro terreno donde estos sean más viables o se consideren más aceptables.
11. Aislamiento
Las emociones negativas se omiten del habla. Trata de aislar un pensamiento o comportamiento eliminando sus conexiones con otros pensamientos, y llegando incluso a una ruptura con la existencia del individuo.
¿Cómo librarte de los mecanismos de defensa?
En realidad, no hay que librarnos de los mecanismos de defensa sino identificarlos. Éstos son normales y alguna vez nos ayudarán a mantener la salud mental en orden. Pero cuando los mecanismos de defensa se convierten en un hábito que se repite constantemente, pueden causar una evasión de la realidad.
Utilizar los mecanismos de defensa de manera reiterativa puede promover el autoengaño y actitudes poco saludables para nuestro bienestar emocional.
Librarte de los mecanismos de defensa sólo puede hacerse a través de afrontar la realidad y permitir que la realidad fluya, aun cuando nos haga sentir vulnerables. Lo mejor será gestionar las emociones incómodas por las que hemos hecho uso de los mecanismos de defensa.
JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA