Por qué no puedo bajar de peso suele ser un cuestionamiento frecuente cada vez que emprendemos un régimen dietético y pronto sentimos fracasar.
Ahora que comienza el año y “adelgazar” es uno de los principales propósitos que muchos hacemos, tomemos en cuenta que, en ocasiones, no basta reducir la cantidad de alimentos que tomamos o hacer ejercicio rutinariamente para lograrlo. Hay evidencias de que factores psicológicos también nos impiden bajar de peso.
Más allá de los malos hábitos que puedan frenar un estilo de vida saludable; o de la posibilidad de una adicción fisiológica a ciertos alimentos (que las hay, como la adicción a los carbohidratos), existen razones emocionales que te impedirán bajar de peso, incluso de forma inconsciente.
1. LA HISTORIA FAMILIAR
Un factor que influye significativamente en la lucha contra el sobrepeso está en la historia familiar de la persona. La manera en la que el entorno familiar nos condiciona frente a la alimentación y la comida es el punto de partida para explicar cómo nos vinculamos al acto de comer.
Si hemos crecido clasificando los alimentos entre buenos y malos, enfrentar el dilema ante el gusto y/o antojo de ciertos alimentos “malos” (digamos un pastel, un chocolate) sufriremos estrés y ansiedad que por supuesto afectará nuestro estado anímico y puede producir efectos compulsivos: en lugar de comer un chocolate, nos comeremos diez.
Lo mismo ocurre con los mandatos familiares que influyen en la conciencia de las personas que desean bajar de peso. Por ejemplo, de niña Laura era gordita, y todos le decían lo graciosa que se veía, lo saludable que parecía; le llamaban “gordita” de cariño. Este mensaje de “la gordita” condicionará a Laura y asumirá ese papel de forma inconsciente, intentar cambiar a ser más delgada producirá cierta ansiedad, tensión, prohibición y deseo en la mente del individuo que, mezclados todos juntos, a veces impiden bajar de peso.
De igual manera, los seres humanos solemos vincular la comida con las emociones: mamá nos premia con un chocolate, o nos consuela con un pastel, entonces comemos por emotividad y no por necesidad.
Brian Wansink, investigador de la Universidad de Cornell, encontró algo muy interesante: comemos por muchas, muchísimas razones, pero generalmente no por sentir hambre. Principalmente comemos por el contexto en el que estamos.
“Comemos porque estamos con amigos, porque algo es gratis, porque está al alcance de la mano, porque se ve sabroso, etc. Respondemos a las ‘señales de la comida’ en base a nuestros sentimientos”: Brian Wansink
2. NO HAY DIETA UNIVERSAL SINO ESTADOS DE ÁNIMO
Si hablaste ya con un nutricionista para bajar de peso, te habrá dicho que no existe una dieta universal. No deberíamos buscar en internet, “La” dieta que nos bajará de peso definitivamente. Cada persona requiere tipos de alimentos y cantidades diferentes según su estilo de vida, pero también según se siente.
Existen alimentos que nos hacen sentir bien, como el chocolate, el plátano, la avena y las almendras; si tienes un mal día y tu ánimo está decaído, buscarás comer algo que te haga sentir bien. Tu dieta se verá arruinada.
El nutricionista podrá adaptar tus menús a estos estados de ánimo: si estás estresado, triste, o eufórico, influyen en tu manera de comer, pero también en la forma en la que tu cuerpo metaboliza los alimentos. Ya en otra ocasión hemos hablado del cortisol, la hormona del estrés que metaboliza las azúcares: estar estresado engorda, no importa lo que comas. No dormir, engorda gracias, también, al cortisol.
Las emociones son muy importantes ante el reto de bajar de peso.
3. EL ESTRÉS QUE CAUSA HACER DIETA ENGORDA
Uno de los principales mensajes que nos puede dar el sobrepeso es nuestra relación con el estrés. Cuando tu cuerpo entra en un estado crónico de estrés, tu sistema central nervioso enciende un mecanismo de defensa, en donde tú almacenarás grasa y no desarrollarás músculo: María Montemayor
La especialista en psicología de la alimentación, María Montemayor, nos dice que al hablar del estrés que afecta al organismo no sólo es el referente al trabajo o al ritmo de vida ajetreado, “sino a enojo reprimido, tristeza no superada, resentimientos, inhabilidad para perdonar, depresión, apatía, sentimientos de abandono, carencias en la vida sexual y una de las más importantes: frustración por no bajar de peso o bien, que no nos guste lo que vemos en el espejo.
Al respecto, recomienda que aprendamos a perdonar: “Aprende a perdonar (a tu cuerpo, a ti misma, a tu familia, a tu jefe o a cualquier persona que se te ponga enfrente). El rencor causa mucho estrés y éste te engorda. Al perdonar, te relajas y puedes quemar calorías más eficientemente”.
De igual modo que el estrés por seguir la dieta, cuidar cada cosa que comemos, nos engorda; el miedo a engordar… ¡engorda! Lo mismo que la culpa que sientes porque de solo ver un pastel con antojo ya sientes que engordaste o “pecaste”. Todo aquello que pone en tensión tu organismo te impide bajar de peso.
Un buen consejo para bajar de peso de forma constante y mantenerte es aceptar tu cuerpo como es.
4. MIEDO AL ÉXITO DE LA DIETA
Y si logras bajar de peso, ¿qué harás? Con frecuencia el miedo al éxito, el miedo a lograr lo que buscamos es más grande que el deseo de conseguirlo. Conseguir lo buscado implica compromiso; por ejemplo, pasa por nuestra cabeza que nunca vamos a volver a comer “normal” para no volver a subir de peso, así que saboteamos la dieta porque nos damos por vencidos antes de comprometernos con un estilo de vida saludable.
Asimismo, creemos que no merecemos el éxito, que no somos capaces de obtenerlo y si lo obtenemos muy seguramente lo perderemos. Nuevamente auto boicoteamos nuestro plan alimenticio puesto que consideramos inútiles los esfuerzos si no lo lograremos.
Los problemas emocionales pueden afectar severamente no sólo tus hábitos alimenticios sino las motivaciones que te lleven, o no, a cuidar de tu salud o autoagredirte. Es por ello que ante conflictos emocionales que no puedas manejar cuenta con el apoyo de un profesional que te guíen hacia una solución de manera colaborativa. JORGE DOMÍNGUEZ>>
