No me llevo bien con mi madre y no sé por qué, un tema que es frecuente en las Constelaciones Familiares que aquí te explicamos.
Muchas son las películas, series o novelas en las que se cuenta sobre la difícil relación entre madres e hijos. No son pocas las mujeres que, en cierto momento, experimentan una mala relación con quien las trajo al mundo y, al respecto, las constelaciones familiares tienen una explicación (aunque no necesariamente sea la única).
Tomar a la madre es tomar nuestra vida
De acuerdo a esta técnica, creada por Bert ., nuestro primer gran éxito fue nacer; y quien nos enseña a ser exitosos y estar preparados para el futuro éxito en la vida y en la profesión es la madre.
Poder tomar a nuestra madre como la fuente de vida, con todo lo que fluye de ella hacia nosotros es fundamental, una tarea activa. En tanto tomamos a la madre, tomamos nuestra vida y podemos ser plenos. Lo que nos impida tomar a la madre trae conflicto.
Si se tiene reparos con la madre, también se tendrán con la vida y la felicidad. La consecuencia de reclamos y rechazo a la madre es el alejamiento, pero también veremos alejarse la vida y el éxito.
¿Cómo me alejo de mi madre?
En la primera infancia pueden existir experiencias que se oponen a que el individuo tome a la madre y con ello el éxito. Una temprana separación de la madre puede causar este efecto y generar conflicto.
Ya sea que la madre se haya ausentado o enfermó, no pudo cuidar del hijo cuando éste estaba enfermo, una depresión posparto, etc., pueden ser causa de esta separación que priva al inidividuo de la madre y le aleja de la vida.
Tal experiencia tiene como consecuencia una profunda modificación de nuestro comportamiento a futuro. Se siente dolor y desamparo, desesperación por no tenerla, por no poder recurrir a ella en los momentos que se necesitaba, lo que lleva a una decisión interna e inconsciente del afectado:
- “Yo renuncio a mi madre”.
- “Yo me mantengo a distancia de mi madre”.
- “Yo me aparto de mi madre”.
Cuando la persona, aún en la infancia, puede tener contacto con la madre renuncia a ello y la evade. Se cierra a ella y a su amor. Espera en vano por ella y, cuando ella intenta acercarse, la rechaza interiormente y a veces también exteriormente.
¿Cómo superar el distanciamiento?
Ese drama sólo puede ser superado allí donde comenzó. En realidad, detrás de cada trauma hay una situación en la cual fue imposible un movimiento que hubiese sido imprescindible (en este caso, el movimiento para tomar a la madre en la infancia), lo que hace que se permanezca en esa situación como petrificados o paralizados, sin movimiento.
Por ende, se detiene también el vínculo entre madre e hijo/hija.
¿Cómo superar la situación?
A través de constelaciones familiares se puede ubicar al individuo nuevamente ahí donde se interrumpió el movimiento hacia la madre (donde se vivió la experiencia de madre ausente).
Es en el recuerdo cuando se recupera interiormente, a pesar del miedo que genera regresar a esa situación y al movimiento que resultó frustrado o interrumpido.
Se retrocede a la situación de ese momento, se vuelve a ser el niño de entonces, se mira a aquella madre y, a pesar de que el dolor, la desilusión y la furia de entonces vuelva, se da un pequeño paso hacia la madre con amor.
Poco a poco, mirando a la madre y yendo hacia ella, se vuelve a complementar a la persona con la madre y quien podrá estar con ella. El cariño es un movimiento que comienza en el corazón. Resulta sencillo si anteriormente se ha logrado querer a la madre.
¿Qué pasa en caso de una madre tóxica?
Aunque los conflictos con la madre pueden ser causados por el distanciamiento, puede también existir un grado de toxicidad en la relación con su hijo.
La solución es difícil, pero puede darse a través de asentir a la madre aun como es: “Tomo la vida al precio que a ti te costó y al precio que a mí me cuesta, la tomo con lo bueno y lo difícil, a todo digo sí”.
Este pronunciamiento ayuda a cambiar la perspectiva y soltar a la madre dañina, de forma que se pueda admitir para poder continuar: “me aprovecho de todo lo que viví contigo y lo transformo en fuente de fuerza para seguir avanzando”.
Porque quedarse pegado en la queja es de alguna forma, cómodo, tener un papel de víctima, pero eso no lleva a ninguna parte, y la herida sigue permaneciendo en el inconsciente.
CONSTELACIONES FAMILIARES MONTREAL