Asimismo una madre tóxica envuelve negativamente a sus hijos hasta poder controlar sus acciones, un tema que desde el seno de la familia no siempre se puede ver con claridad y mucho menos se es consciente de lo que se está pasando, aunque desde fuera afecta a quienes se vinculan y conviven con ellos, como las parejas de los hijos.
La presencia fundamental de la madre tóxica en la crianza, el cuidado, la protección y la guía que proveen a los hijos, se ven trastocados negativamente de forma que afectan gravemente el desarrollo emocional de éstos. Los vínculos entre madre e hijos son, por tanto, negativos desvirtuando el amor propio de esta relación, para transformarlo en una relación sin libertad ni bienestar mutuo.
No obstante, las madres tóxicas no lo son sólo por voluntad, ellas han tenido su propia educación emocional (heredada de sus padre o cuidadores), han aprendido conductas y roles que se les hizo creer que eran adecuadas y consideran, dentro de este aprendizaje, que es necesario también inculcar al hijo o a la hija; por ejemplo los roles de género: ¿cómo ser una buena mujer, cómo ser un buen hombre?
- HEREDANDO ROLES DE GÉNERO: las madres tóxicas se empeñarán en inculcar a las hijas cómo ser buenas mujeres de acuerdo a lo que es socialmente aceptable y al rol de género heredable de acuerdo a la cultura en la que se formaron: Exigirán a las hijas que se comporten “como ellas”, que sean sumisas ante el hombre, que cumplan con las labores domésticas, que la maternidad no es negociable, que sean pudorosas, etc. Sin darles opciones a elegir sus propias preferencias.
- HIJO/PAREJA: En el caso de los hijos, varones, las madres tóxicas de baja autoestima buscará que el hijo sea una especie de “tabla de salvación” donde depositar su seguridad personal, aceptación y confort emocional, en ocasiones llegando al grado de tratar al hijo como si fuese su pareja (especialmente si la madres está sola o es madre soltera). A la vez, exigirá al hijo que éste cumpla el rol masculino ideal, y al mismo tiempo será controladora y crítica cuando éste busque una pareja. Incluso la madre tóxica generará diversos obstáculo para que hijo deje el hogar familiar (deje el nido) porque lo utiliza como su pareja y teme su abandono.
La madre teme quedarse sola y hará todo lo posible para que a la larga sean los hijos los que cuiden a la madre (generalmente lo hacen a través del chantaje y manipulación emocional)
3. CONTROL: La inestabilidad familiar, emocional e incluso económica que pudiera haber sufrido una madre tóxica a lo largo de su vida, le lleva a ser en sí misma una persona controladora, que tarde o temprano proyectará hacia sus hijos. Ésta intentará, y en el peor de los casos lo logrará, controlar cada detalle de la vida de hijos e hijas: qué estudian, en qué trabaja, con quién se relacionan, con quién se casan, etc.
Esto es porque en un principio la madre considera que dentro de todas las responsabilidades de su vida que deben ser estables está el de la educación integral de sus hijos, hasta el punto de que creer que ellos no tienen la capacidad de elegir lo mejor para sí mismos. Le corresponde a ella, en su rol de madre, tomar las mejores decisiones; pero ello provoca que sus hijos sean incapaces de decidir, o al menos los percibe como incapaces. ¡Sólo una madre sabe lo que es mejor para sus hijos.
LA SOBREPROTECCIÓN QUE GENERAL ESTA NECESIDAD DE CONTROLAR LA VIDA DE LOS HIJOS LES HACE TANTO DAÑO COMO EL GENERAR EN ELLOS UNA INCAPACIDAD PARA TOMAR DECISIONES DE SU PROPIA VIDA.
4. PROYECTA SUS DESEOS EN LOS HIJOS: Las madres tóxicas que se desbordaron en sus hijos en una entrega desmedida, generalmente renuncias a sus propios sueños por cuidar de ellos, o al menos lo que ellas entienden por cuidar. Pero tarde o temprano buscarán cumplir sus sueños y es cuando con frecuencia proyectarán sus anhelos en su prole. Son el típico caso de la madre que lleva a clases de ballet a la hija porque ella siempre quiso ser bailarina, aunque la hija no lo desee o no tenga el talento para serlo, exigirán buenos resultados para “cumplir sus sueños”
En la dinámica de toxicidad de la relación madre tóxica-hijos con frecuencia ninguno de los involucrados es consciente. Deberá pasar por un proceso de concientización para que este fenómeno se resuelva.
Enfrentar a una madre tóxica no es fácil, pues su comportamiento siempre estuvo disfrazado de “amor” y el hijo tendrá que establecer LÍMITES para poder desatar este maltrecho vínculo familiar.
¿Qué hacer si tengo una madre tóxica?
- Debes romper el vínculo de toxicidad, poniendo estos límites y siendo consciente de cuándo es tu voluntad y cuándo es la voluntad de tu madre.
- Expresa tus propias necesidades. Si has logrado identificar cuál es tu voluntad, es momento de que dejes claro qué necesitas y deseas tú, no tu madre.
- Ármate de valor y no caigas en las trampas del chantaje. Una madre tóxica requiere que le pongas límites, aunque ella hará todo lo posible para que esto no suceda.
- Déjale claro que la amas, pero que su comportamiento te lastima y ya no quieres que eso suceda.
Si crees que tienes una madre tóxica, o eres una madre tóxica que ya no quiere dañar a sus hijos, comienza tu proceso de transformación aceptando tu situación. Y si no sabes cómo salir de esta dinámica, acude con un profesional que te sirva de guía para ayudarte a resolver aquello que te incomoda y te causa sufrimiento. JORGE DOMÍNGUEZ, PSICOTERAPEUTA.