Los cuentos de miedo ¿son buenos para los niños? Una pregunta que suelen hacerse los padres, particularmente en fechas como éstas en que la celebración de Halloween y Día de Muertos motivan a que cadenas televisivas y de cine programen historias de terror, tiendas decoren con adornos tenebrosos y todo el ambiente, en general, busca provocar miedo.
Ante ello es lógico dudar respecto a si las historias de terror que, también, se cuentan en estos días, son aptas para los más pequeños de la familia o pueden causarles alguna clase de trauma y afectación psicológica.
Para dar respuesta a este tipo de cuestionamientos, la psicóloga Emma Kenny realizó una investigación sobre la importancia de la literatura infantil de miedo en la educación de los niños.
Las conclusiones de Kenny son que los cuentos de miedo aportan grandes beneficios al desarrollo infantil. Al respecto, señala que el miedo es una respuesta natural del organismo y cuando se lee este tipo de historias con los niños, éstos son capaces de cuestionarse y explorar o explicar la forma en la que se sienten. Cuando los niños se asustan leyendo un libro, están aprendiendo a manejar situaciones complejas, lo que puede ayudar también a la hora de relacionarse con otras personas.
En un entorno controlado, donde los padres acompañan en la lectura a los niños, éstos son capaces de concebir opciones para enfrentar el mal, al tiempo que se sienten seguros. Asimismo, los personales malvados ayudan a los niños a diferenciar entre el bien y el mal, además de enseñarles a conquistar miedos y hacer frente a situaciones difíciles.
Bajo estas condiciones quién mejor que los padres o cuidadores para ayudar al niño a procesar sus emociones, haciendo las preguntas adecuadas para vencer sus miedos.
¿De qué tienen miedo los niños?
Los niños pueden tener miedo a muchas cosas, especialmente a todo aquello que no conocen o no entienden; pero especialmente a aquello que les amenaza por un posible abandono de sus padres o seres queridos, tienen miedo a quedarse solos o no ser queridos. Ello dependerá de la edad que tengan.
Y aun cuando podamos confortarlos y ayudarles a enfrentar los miedos evidentes; siempre hay otros temores secretos que los niños no se atreven a confesar, o que no tienen claro ni son conscientes de ellos. Para ello son útiles los cuentos de miedo o de terror.
De esa manera podrán explorar y expresar sus emociones y aprender a vencer sus miedos o al menos saber controlarlos. Este tipo de historias les ayudan a identificar que la valentía, la astucia, el trabajo en equipo, por ejemplo, pueden ser herramientas adecuadas para vencer las causas de su miedo.
Enseñan también a distanciarse del miedo permitiéndoles razonar y comprender, de manera crítica, lo qué está sucediendo. Al respecto, Sheldon Cashdan, profesor de psicología de la Universidad Mass-Amherst, señala que cuando los niños leen este tipo de cuentos, proyectan de manera inconsciente, los aspectos positivos y buenos en el héroe o la heroína de la historia mientras que el lado oscuro se lo adjudican al villano, el malo o la bruja.
Además —considera Cashdan— el conflicto entre el bien y el mal está presente en los cuentos de terror infantiles y que cada vez que muere el malo, el niño gana confianza en su habilidad de conquistar sus propios miedos.
Historias con final feliz
Por otra parte, el doctor Lawrence Sipe, experto en educación infantil, aconseja a los padres que no lean historias donde la violencia es gratuita o donde el bien no triunfa sobre el mal. Esto haría que los niños crean que el miedo y el mal son más poderosos y difíciles de vencer.
Cuando se elija un libro o cuenta de miedo hay que tomar en cuenta la edad para la que están recomendado —recomienda el experto— y que el bien siempre gane al mal.
Al hablar del miedo con los niños le estamos preparando para la vida. Y lo ideal es que desde pequeños aprendamos a gestionar nuestros propios miedos, pues si estos nos superan pueden convertirse en una patología que requerirá un tratamiento profesional.
JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA