Las lecciones de la psicología positiva que debemos sumar a nuestra vida nos permitirán tener una visión más clara de por donde va la ruta del bienestar.
Lo que nos enseña la psicología positiva es enfocar nuestros esfuerzos de bienestar y salud emocional en los mejores aspectos de la vida, en nuestras virtudes y la resiliencia. Su enfoque, que ha sido cada vez más prolijo en años recientes es una forma de mirar justamente lo bueno de la vida en vez de sólo mirar las posibles patologías y trastornos, no como una forma de evadirlos, sino para mejorar el bienestar de las personas de manera oportuna.
De acuerdo al Instituto de Ciencias de la Felicidad “desde la perspectiva de la Psicología Positiva, la felicidad no es una sola cosa, sino un constructo que comprende varios elementos: el aspecto sensorial y emocional que incluye las experiencias placenteras, la alegría y las emociones positivas; el componente cognitivo, que se refiere a cómo evaluamos nuestra vida y qué tan satisfechos estamos con ella; y el sentido de vida, el sentir que nuestra vida tiene propósito y vale la pena”.
Científicamente, la psicología positiva se enfoca a cimentar sólidamente las bases del bienestar y la felicidad y sustentar las virtudes humanas.
El objetivo de esta área de estudio está en desarrollar aspectos como la gratitud, el optimismo, o el amor, aprender a identificar y conocer los factores que permiten sacar el máximo partido a la vida y las competencias para vivirla más satisfactoriamente.
En esencia, la materia de estudio de la psicología positiva es la felicidad; un estado de ánimo de las personas que todos tratamos de alcanzar, pero que cada vez menos logramos porque el mundo pareciera un camino de falsas pistas hacia ella. Entre más sofisticado se hizo el mundo, el mercado y la tecnología, menos felices somos los seres humanos, por ello los científicos miraron sus ojos hacia el tema, y comenzaron estudiar de manera seria cómo lograr la felicidad más allá de los escaparates de los centros comerciales.
Por supuesto, encontrar la felicidad no tiene una fórmula única, pero sí podemos hacer uso de ciertos postulados de la psicología positiva, para enfocar nuestra vida a un nuevo estado de ánimo que nos haga sentir mejor.
6 LECCIONES DE LA PSICOLOGÍA POSITIVA*
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Las personas sumamente felices tienen buenas relaciones con los demás (Peterson, 2006).
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La gente que expresa frecuentemente gratitud tiene mejor salud, más optimismo, bienestar, ayuda más a otros y avanza más para conseguir sus metas (Emmons & Crumpler, 2000)
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Las emociones positivas predicen una mejor salud y longevidad y se correlacionan especialmente con la salud cardiovascular (Diener y Chan, 2011).
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El bienestar integral se compone de 5 elementos: laboral, social, físico, financiero y comunitario. De todos, el que resulta de mayor peso para conseguir el bienestar integral, es el encontrarse satisfecho con el trabajo (Rath, T. Y Harter, 2010, Gallup, estudio en 150 países).
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Los individuos que usan sus fortalezas en el trabajo disfrutan más lo que hacen y son más felices (Harter y Rath, 2010).
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Las personas que observan a otras hacer buenas obras, experimentan una emoción llamada “elevación” y esto las motiva a realizar buenas obras ellos mismos (Emmons & Crumpler, 1990).
*Instituto de Ciencias de la Felicidad (2017)