Hoy en día sabemos que la inteligencia emocional es la clave del éxito. Según David Goleman, el principal investigador y escritor de temas referentes a la inteligencia emocional, contar con este tipo de habilidad para la correcta gestión de las emociones permite ganar mejores salarios y obtener mejores recompensas laborales y sociales.
La razón de ello no es difícil de imaginar: quien es capaz de manejar sus emociones con asertividad en cualquier situación también tiene la capacidad de enfrentar situaciones que presenten un obstáculo a sus objetivos y hacerse cargo de las emociones que ello conlleva: miedo, frustración, ansiedad, etc.
Una persona con inteligencia emocional puede ser mucho más abierta y empática, lo que le permitirá establecer vínculos con otras personas, de manera sana, genuina y prolongada; así podrá tener relaciones laborales, sociales y de negocios con sólidos cimientos. Contar con este tipo de relaciones siempre ayuda en nuestro camino al éxito.
Por supuesto, al pensar en el éxito no podemos quedarnos en el ámbito de la riqueza y posición laboral que ello pueda ofrecernos. Claro que cada quien tiene una conceptualización del éxito y también de sí mismo. Se conoce y sabe qué es aquello que le hace estar en bienestar, sentirse pleno y realizado.
Bajo estos términos, es más necesario aún desarrollar la inteligencia emocional pues gracias a ella se pueden superar, prácticamente, todos los obstáculos que se presenten en la vida, gracias al conocimiento de sí mismo, así como del buen manejo de las emociones. De igual manera, quien se conoce y trata sanamente con sus emociones, no tiene miedo al éxito.
La inteligencia emocional te permite:
- Conocer tus propias emociones (auto conocimiento).
- Manejar tus emociones sanamente (auto control).
- Fijarte metas, no desistir y alcanzarlas (auto motivación).
- Reconocer las emociones de los demás (empatía).
- Manejar adecuadamente las relaciones con otros (inteligencia social).
Estas habilidades, puestas a nuestro favor, pueden ayudarnos a lograr eso que consideramos éxito. Porque no son fórmulas para alcanzar la riqueza o la belleza exterior, sino capacidades para toda ocasión que todos podemos desarrollar.
Gracias a estas destrezas que se dan al desarrollar la inteligencia emocional, las personas podemos:
Ser más positivo y encontrar el lado bueno de las cosas, encontrar nuevos caminos que te impidan claudicar hacia tu meta (cualquiera que sea) y encontrar soluciones concretas eficaces.
Gracias a la empatía podemos trabajar en equipo y colaborar sin envidias, rivalidades o celos. Y en caso de un posible conflicto, se puede manejar mucho mejor la situación sin dañar a los demás (con asertividad).
Cuando sabemos lo que somos capaces y nos respetamos, temas que nos brinda la inteligencia emocional, no permitiremos que nos dañen. Seremos capaces de poner límites y asumiremos nuestra independencia emocional de manera saludable.
Alguien con inteligencia emocional es capaz de pensar en el futuro, proyectarse, hacer planes, establecer metas y mantenerse motivado hacia el futuro. Y son capaces de reinventarse en cuanto se encuentran con obstáculos.
Y aunque se tenga inteligencia emocional, no se es perfecto, por ello se puede ser autocrítico, lo que permite aprender de los errores y conseguir una mejor versión de sí mismo.
JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA