La ansiedad es un padecimiento que afecta la vida cotidiana de las personas, cuyo extremo puede ser incapacitante y devastador; no obstante tiene tratamientos eficaces y sencillos que pueden mejorar rápidamente la calidad de vida de las personas. Sigue leyendo este artículo a detalle en donde podrás conocer los 4 tipos de síntomas y constatar de qué se trata esta afectación mental.
La idea anticipada respecto a un futuro indeseable o la incertidumbre por lo que pueda suceder serán las principales promotoras de la ansiedad; un estado de alerta natural como parte de nuestro instinto de supervivencia que detona (como el miedo) una carga de hormonas como la adrenalina que nos prepara para huir del peligro. Pero cuando esta precipitación hacia un futuro terrible surge de una idea errática, fatalista u obsesiva nos pondrá a merced de un trastorno de ansiedad que merme nuestra salud emocional.
Este fenómeno de ansiedad patológica se ha convertido en una constante en gran parte de la población mundial.
Si hay algo que caracteriza a la cultura contemporánea es la avidez por el futuro. Todo tiene que llegar rápido, hacerse rápido, pasar rápido. Las principales ciudades del mundo son un buen ejemplo de ello: la gente camina acelerada, toca la bocina intentando abrirse paso en el tránsito, empuja a otros, etc. Parecería que todo el mundo tiene prisa para ir a quién sabe dónde.
Paradójicamente, las expectativas por el futuro al que nos precipitamos con tanta avidez no están marcadas por la esperanza sino por la aprehensión; lo que ha causado, a por lo menos un cuarto de la población mundial, trastornos emocionales y padecimientos mentales como las crisis de angustia, trastorno de ansiedad y, en el peor de los casos, ataques de pánico —que con regularidad llevan al paciente a las salas de urgencia de los hospitales al confundirlos con posibles ataques cardíacos—.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, los Trastornos de Ansiedad son considerados, en la actualidad, como los padecimientos mentales más comunes. Se prevé que el 25% de la población mundial, en algún momento de su vida, experimentará Trastorno de Ansiedad, con síntomas como angustia, pensamientos obsesivos, creencias irracionales, miedos paralizantes, entre otros, mismos que pueden llegar a ser incapacitantes.
Además de los síntomas psicosomáticos que se presentan en un cuadro de angustia y/o ansiedad, los pacientes que lo viven (sin un tratamiento adecuado) verán afectada su salud emocional así como su calidad de vida en general.
Recientes estudios indican que un 30% de las mujeres y un 20% de los hombres sufrirán algún tipo de trastorno de ansiedad a lo largo de su vida.
Entre la población más vulnerables a sufrir de ansiedad o angustia, por motivos culturales, sociales e incluso biológicos, son las mujeres. Asimismo, el 30% de la población que sufre alguno de estos trastornos no es tratado adecuadamente debido a la falta de diagnóstico oportuno; puesto que sus síntomas son psicosomáticos y no pueden detectarse con análisis clínicos, por lo que los médicos no pueden dar un diagnóstico desde su área de atención.
Asimismo, la ignorancia y la estigmatización social que rodean a los padecimientos mentales y emocionales da lugar a malos tratos, rechazo y aislamiento, haciendo que quienes sufren de esta condición no acudan a la atención psiquiátrica o psicológica de manera oportuna, retrasando la posibilidad de tratamiento.
No obstante, las personas que pasan por cuadros de angustia y ansiedad no están solos. Hoy en día existen diversas alternativas que pueden ayudarlas, una vez que se decidan a tomar acción para mejorar su condición de salud emocional.
¿Cómo sé si tengo ansiedad?
Muchas veces las crisis de ansiedad surgen aparentemente de la nada y se manifiestan con palpitaciones, tensión muscular, náuseas, provocando que quien transita por ellas considere que está sufriendo un infarto o algún síntoma de enfermedad grave, lo que agrava la condición. Por ello es importante reconocer qué es la ansiedad y cuáles son los síntomas.
SÍNTOMAS FÍSICOS
La ANSIEDAD es una sensación desagradable, ambigua y vaga, basada en la inquietud. Algunas de sus manifestaciones son:
- Dolor de cabeza
- Palpitaciones
- Opresión en el pecho
- Molestias estomacales
- Sudoración fría
- Contracción muscular
- Sensación de miedo
Estos varían entre cada paciente y pueden presentarse todos o sólo algunos.
Los síntomas, que podrían vincularse ciertamente con un problema cardíaco pero que un médico descartará de inmediato, irán acompañados de pensamientos erróneos, confusos, fatalistas y obsesivos. Asimismo, en algunas personas habrá confusión, merma de la memoria e incapacidad de concentración; provocando desajustes de relación entre el paciente y su realidad.
SÍNTOMAS PSICOLÓGICOS
Para distinguir un cuadro de ansiedad con un cuadro de enfermedad física, no sólo hay que contemplar los síntomas somáticos (físicos) sino también debes considerar los síntomas psicológicos:
- Inquietud
- Agobio
- Sensación de amenaza o peligro
- Ganas de huir o atacar
- Inseguridad
- Sensación de vacío
- Sensación de extrañeza o despersonalización
- Temor a perder el control
- Recelos, sospecha e incertidumbre
- Dificultad para tomar decisiones
- En casos extremos se presentará temor a morir, a volverse loco o al suicidio.
SÍNTOMAS CONDUCTUALES
La ansiedad también provoca conductas patológicas en el paciente, algunas de ellas pueden ser:
- Hipervigilancia (estado de alerta constante)
- Bloqueos o dificultad para actuar
- Impulsividad
- Inquietud motora (mover la pierna, un tic, etc.)
- Dificultad para estar en reposo
Estos síntomas se acompañan de cambios en la expresión y lenguaje corporal:
- Posturas cerradas (abrazarse a uno mismo) y rigidez
- Movimientos torpes de manos y brazos
- Tensión de las mandíbulas
- Cambios en la voz, expresión facial de asombro, duda o crispación, etc.
En el ámbito cognitivo también puedes identificar:
- Dificultad de prestar atención y concentrarte
- Mala memoria y aumento en los despistes
- Descuido y preocupación excesiva
- Expectativas negativas y pensamientos distorsionados e inoportunos
- Incremento de las dudas y la sensación de confusión
- Tendencia a recordar cosas desagradables
- Sobrevalorar pequeños detalles desfavorables
- Susceptibilidad
SÍNTOMAS SOCIALES
De la misma manera la interacción social del individuo se verá trastocada con señales como éstas:
- Irritabilidad
- Ensimismamiento
- Dificultad para seguir una conversación
- Verborrea (hablar sin control)
- Bloqueos y dificultad para llevar una conversación
- Temor exceso al conflicto
- Dificultad para expresar opiniones o hacer valer sus derechos
La ansiedad y la angustia son palabras que se utilizan de forma indistinta en muchas ocasiones. La angustia hace referencia, sin embargo, a una sensación más física, caracterizada por opresión en el pecho o el estómago y que se acompaña de un temor inminente a morir o a volverse loco.
TRASTORNO DE ANSIEDAD
Los episodios de ansiedad pueden ser normales si se presentan esporádicamente, pero cuando éstos son repetitivos, y cada vez más intensos, puedes estar frente a un trastorno de ansiedad que debe ser tratado profesionalmente.
Si has padecido estos síntomas de forma repetitiva hasta que afectan el desarrollo de tu vida cotidiana, recuerda que no estás solo y los profesionales de la terapia psicológica podemos ayudarte. Comunícate conmigo: JORGE DOMÍNGUEZ