Hablar sólo no es de locos. Hablar con uno mismo en busca de respuestas a decisiones o soluciones del momento es una práctica que se da desde la infancia y que es natural en el proceso de pensamiento y resolución de conflictos en el interior de la mente humana. Incluso, entre mayor es el grado de dificultad del problema, más tendencia hay a pronunciarlo en voz alta.
Pensar en voz alta es un proceso similar al que pasamos cuando escribimos como terapia.
No obstante, hay quienes aseveran —de manera reduccionista— que hablar solo/a es un tema meramente de locura, tal vez porque quien lo dice no experimenta esa práctica cotidiana y no están habituados a ello. Otros, por el contrario, dicen que hablar solo o sola es de muy inteligentes… regularmente lo dicen quienes hablan solos. ¿Pero qué hay de real respecto a la costumbre de hablar solos?
Pensar en voz alta ordena las ideas
Al respecto de los diálogos que solemos tener con nosotros mismos, las personas entablamos comunicación interpersonal, casi todos intercambiamos ideas con un yo en el interior de nuestras cabezas. Charlas silentes que ayudan a poner en orden nuestras ideas, pero de las que nadie puede darse cuenta puesto que suceden en nuestra mente.
Pero también hay quienes pronuncian sus pensamientos, que su voz da lugar a esas ideas con las que se entablan diálogos relacionados con los más diversos motivos; y que se sirven de ellos para recuperar recuerdos, tener seguridad en sí mismo, adquirir mayor concentración, entre otros beneficios que tiene el pensar en voz alta o hablar solo.
Expresar ideas al tiempo que escuchamos nuestra voz, pone esos pensamientos en una perspectiva diferente (igual que cuando las escribes); nos permite ver desde otro ángulo y reflexionar; con ello, nos ayuda a tomar mejores decisiones. Así que hablar solo es benéfico para nuestra certeza al decidir.
Hablar solo mejora la memoria
Gary Lupyan, un profesor de psicología de la Universidad de Wisconsin, señala que no es irracional el hablar solo, sino un recurso habitual que ayuda a nuestra memoria. Se dice, incluso que si alguien no recuerda donde dejó algo, muy posiblemente si habla solo logre encontrarlas más rápidamente.
Decir una palabra en voz alta ayuda al cerebro a activar información adicional sobre ese artículo, incluyendo cómo se ve. Lo que le hace más recordable.
Motivación y metas
Cuando hablas contigo mismo de forma oral puedes escuchar con mejor percepción tus ideas y las cosas positivas que puedes encontrar. Leer en voz alta afirmaciones o frases motivacionales te ayuda a hacerlas propias desde tu interior.
Asimismo, no necesitas esperar que alguien te diga algo positivo o te feliciten cuando haces algo bien. Hablar solo es una de las mejores maneras de motivarte a ti mismo/a y mantenerte así, especialmente en el cumplimiento de tus metas.
Nuestra voz es una guía
También hablar solos nos permite crear una especie de guía cuando hay que seguir ciertos pasos o instrucciones para realizar una actividad nueva: escuchamos y seguimos nuestras propias indicaciones.
Ser más creativos
Se dice también que, especialmente, los escritores son los que con mayor frecuencia hablan solos (o quizá lo hacen con los personajes de la historia que van narrando); y aun cuando no se trate de artistas, hablar solo nos permite desarrollar la creatividad; precisamente porque nos da perspectivas nuevas, nos ayuda a ordenar los pensamientos, nos mantiene motivados.
Libera tensión y estrés
Cuando los pensamientos se liberan a través de la voz, esas ideas que nos preocupan, nos irritan o de alguna manera nos generan incomodidad y tensión se externan para poderlas ver con otros ojos. Pensar en voz alta nos ayuda sacar aquello que está tensionando en la mente para hallar soluciones más rápidas.
¿Cuándo no es sano hablar solo?
Por supuesto puede existir una patología donde hablar solo sea un síntoma, como el caso de la esquizofrenia; ésta puede provocar que quien la padece escuche voces en su interior y tienda a responderles. En este caso, hablar en voz alta puede ser la respuesta a voces ajenas que no corresponden al pensamiento del individuo sino a la manifestación de la enfermedad. En tal caso es de gran relevancia acudir con un médico psiquiatra capaz de realizar los estudios pertinentes para identificar si hablar solo es un caso patológico.