Fortalece tu autoestima deshaciéndote de lo que no te hace feliz, evalúa tus debilidades y fortalezas, y así podrás ir formando tu yo ideal, positivo y realista. Sigue el artículo y te iré guiando cómo dar los primeros pasos a mejorar tu autoestima.
Si te preguntara cuáles son tus debilidades, podrías identificarlas. Date unos minutos antes de seguir leyendo y respóndete… Las debilidades son todos aquellos rasgos personales que te hacen sentir mal. Ahora responde cuáles son tus fortalezas; entendidas éstas como las capacidades que tienes y que te hacen sentir bien.
Anota en un papel tu lista de debilidades y tu lista de fortalezas para que lo tengas claro y no lo olvides.
ASUME TUS FORTALEZAS Y DEBILIDADES
Todos tenemos debilidades y características que nos fortalecen; es bueno reconocer que no somos perfectos ni debemos serlo (es muy desgastante andar por la vida tratando de ser perfecto, aun cuando sabemos que no llegaremos a serlo). Reconocer nuestra natural imperfección nos ayuda también a reconocer nuestras particularidades y lo que nos hace únicos; entonces nuestra autoestima comenzará a ser auténtica, sin aspiraciones a la imposible perfección.
Cuando comenzamos por conocer nuestras debilidades y fortalezas, aprenderemos de ellas y nos costará menos lidiar con lo que somos, cimentando así una autoestima sólida. Desconocer nuestras capacidades para estar bien o y aquello que nos hace sentir mal nos limita a sentirnos seguros en nuestra individualidad.
La autoestima, por tanto, se basa en conocernos bien y aprender a aceptarnos como somos… Pero, por supuesto, no hablo de resignación, de aceptarnos, tal cual, sin más remedio frente aquello que no me gusta; ni tampoco de renunciar a la mejora constante. En este tema, sólo consideremos que no debemos buscar ser perfectos.
Aunque, en el extremo de esta resignación encontramos la autocrítica, la severidad de juicio que cae lapidario sobre nosotros, que por supuesto no es bueno. En medio de todo ello está la aceptación. Pero para aceptarnos bien, primero bebemos conocernos, sin juzgarnos, sólo observar y describir quiénes somos. Ser claros en conocer fortalezas y debilidades, sin más, es un primer paso.
DESPÍDETE DE LO QUE NO TE HACE FELIZ
Tras conocer nuestras fortalezas y debilidades, para evitar la resignación, es importante despedirnos de lo que no nos hace feliz. Para ello hay que respondernos: ¿Cuáles son esas debilidades que creemos que no deberían formar parte de nosotros? Luego debemos asumir si estamos dispuestos a despedirse de esas cosas.
Después del ejercicio de autoanálisis y autoaceptación de nuestras debilidades y fortalezas, nos despedimos de todo aquello que hemos escrito sobre nuestras debilidades; destacamos luego aquellas que creemos que no forman parte de lo que debería ser autoestima.
Lo que no nos sirve son los pensamientos negativos y limitadores sobre nuestra persona. Aprender a pensar positivamente sobre nosotros mismos implica primero deshacernos conscientemente de esas ideas. Comencemos por cosas concretas, debemos saber qué queremos cambiar de nosotros mismos de forma específica.
TU YO IDEAL
Luego de ello definimos quién queremos ser. Para ello responderemos: ¿Cuál es mi yo ideal? ¿Es un yo realista? ¿Cómo podría ser tu ideal lo más realista posible? Piensa en positivo.
Teniendo en cuenta quiénes somos ahora, con nuestras debilidades y fortalezas, teniendo en cuenta que hemos destacado aquellas debilidades que ya no nos sirven, y nos hemos despedido de esas cosas que no queremos, es momento de definir nuestro yo ideal de manera positiva y realista.
Si estamos teniendo un mal momento con la autoestima, esta primera reflexión nos ayudará a retomar nuestra esencia y valorarnos mejor.
En caso de que tu conflicto interno sea aún mas fuerte que tú, puedes solicitar ayuda para guiarte en el proceso de recuperar tu autoestima. JORGE DOMÍNGUEZ>>
