Estoy en crisis, ¿y ahora qué hago? Una típica frase de quienes atraviesan un momento complicado en la vida y que por las características de las circunstancias se ven bloqueados para encontrar una senda que dé solución a su impasse.
Sin embargo, la vida es cambio e imprevistos constantes, mismos que nos enfrentan a posibles crisis de las cuales debemos salir avante para crecer, lograr sueños, construir nuestros planes. Aunque esto no siempre es fácil para todos, a veces las condiciones en que se dan los cambios incomodan, enojan o duelen.
Entonces estamos en una coyuntura de cambios en cualquier aspecto de nuestra realidad que está sujeta a evolución; aunque en el momento nos parece un momento caótico y fuera de nuestro control.
Ante la crisis hay una sensación de incapacidad para resolverla, nos vemos vulnerables, nos sentimos atemorizados o angustiados. Es por ello que un buen manejo de las emociones en momento de crisis es ideal para no perder la cabeza y salir bien librados de la situación, sin afectaciones psicológicas que alteren demasiado nuestra vida cotidiana.
TIPOS DE CRISIS
Los temas que motivan una crisis pueden ser varias, ya sea por cuestiones económicas, familiares, románticas, etc. Pero básicamente éstas son evolutivas o circunstanciales.
Las crisis evolutivas nos motivan a cambios internos altamente significativos, cambios ya sea físicos o psicológicos. Se encuentran vinculadas con nuestra evolución, nuestro transitar de una etapa de vida a otra, los cambios de roles (por ejemplo, pasar de ser hija de familia a esposa), transiciones biológicas, como la adolescencia. Estas crisis son inevitables, por lo que si sabemos manejarlas saldremos más fortalecidos, maduros y sabios.
Por su parte, las crisis circunstanciales tienen que ver también con cambios pero éstos son externos, dependen del entorno; son cambios que nos afectan de manera considerable. Puede tratarse de alguna pérdida (pareja, salud, trabajo, etc.) o implican la amenaza de una pérdida, un desafío para el que no estábamos preparados.
IDENTIFICA CÓMO TE AFECTAN LAS CRISIS
Antes de enfrentar una crisis hay que analizar cómo nos sentimos frente a ella o cómo nos está afectando, ¿por qué es para nosotros una crisis?
Generalmente en la crisis nos sentimos sorprendidos pues es una situación para la que no estábamos preparados, por tanto tenemos la sensación de no tener el control; al mismo tiempo surge la incertidumbre hacia el futuro.
Estrés, angustia, temor, inseguridad, tristeza, suelen ser las emociones que en estos momentos se nos mezclan pero que debemos aprender a identificar para poderlas gestionar adecuadamente.
De igual manera, las crisis pueden estar afectando nuestra economía, nuestra salud física y emocional, nuestra autoestima e incluso nuestra capacidad para tomar decisiones, lo que puede agravar la propia crisis.
Así que antes de enfrentar la crisis reconoce que estás en ella y la forma en que te afecta.
Estoy en crisis, ¿y ahora qué hago?
1. Analiza la situación:cuando estamos en crisis sentimos que todo es un caos, tendemos a mezclar temas como parte del problema u origen de la crisis. Por ello, en una hoja de papel trata de separar los temas que ves involucrados en la situación, cuáles son los que realmente te afectan y cómo te afectan.
Por ejemplo, si te han despedido del trabajo, como ya lo hemos hablado antes, se verá involucrada tu angustia por tu condición económica, pero también puedes sentirte con la autoestima decaída, avergonzado frente a tu familia, etc. Separa los temas y enfócate en resolver el origen de todo; en este caso el tema del trabajo, una vez que tengas un nuevo puesto laboral verás la crisis resuelta.
2. No dejes que tus pensamientos emocionales alimenten la dificultad. Con frecuencia solemos agravar las cosas pensando de forma pesimista y con preocupaciones añadidas. Está comprobado, a nivel mundial, que alrededor del 75% de las preocupaciones de la gente, nunca suceden. Antes de preocuparte por algo que crees que va a suceder, pero no tienes certeza, pregúntate qué tan probable es que suceda.
Puedes pedir a alguien que te ayude a ser objetivo y a analizar la situación.
3. Enfrenta la crisis un día a la vez, un paso a la vez. Ve al día sin preocuparte por el pasado que ya no puedes cambiar, ni por el futuro incierto que aún no llega. Vive la situación en el presente concentrándote en lo que hoy puedes resolver; como dicen: “ya cruzaremos ese puente cuando lleguemos a él”.
Si puedes hacer algo para evitar un problema hoy, hazlo; si puedes solucionarlo hoy, hazlo; el resto no debe afectar tu vida porque no tiene solución en el momento.
4. Haz un plan. La mayoría de las crisis se solucionan, recuerda que lo único irremediable es la muerte, así que para paliar tu angustia, en vez de pre-ocuparte, haz un plan y llévalo a cabo. Planear tiene un principio y un fin, así que teniéndolo puedes tener más calma porque sabrás cómo solucionarlo y a dónde debes llegar.
Por el contrario, estar sólo preocupándote te impide actuar, y si lo haces probablemente no obtengas los mejores resultados.
5. Trabaja en tu autoimagen y tu autoestima. Estas pueden ser las primeras víctimas en una crisis, porque tendemos a culparnos de lo que estamos viviendo, de los errores. Nos regañamos, auto castigamos, nos sentimos inseguros hacia el actuar… Así la autoestima se va rindiendo y ello va afectando aún más la situación.
6. Pide ayuda. No somos expertos en todo, no tenemos siempre la misma fortaleza, necesitamos una red de apoyo que nos acompañe durante la crisis. Pedir ayuda no te hace menos fuerte o menos valiente, no te resta valor, en cambio puede darte aquello que necesitas para transitar por la crisis de mejor manera.
7. Sal de tu zona de confort. Si algo hacen las crisis es justamente sacarnos de la aparente comodidad en la que nos encontramos que, a veces, es más miedo al cambio que un real confort. Las crisis llegan para cambiar nuestra situación, para impulsar la vida hacia otro nivel o situación, hay que aprovecharlas y crecer con ellas.
Si la crisis rebasa tu condición emocional, puedes acudir a una sesión guía con algún profesional de la salud para que te acompañe en el proceso y te ayude a gestionar tus emociones.
JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA