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Los seres humanos somos intrínsecamente gregarios, seres sociales que requieren la sana convivencia con otros para poder, no sólo desarrollarnos, sino sobrevivir.  

Sin embargo, hoy en día pareciera que los sistemas sociales y económicos, así como la tecnología, se empeñaran en aislarnos y hacernos cada vez más individualistas, hasta egoístas.  

Aun con ello, la ciencia nos ha demostrado que el trabajo comunitario es una de las labores que mayores beneficios brinda a las personas, tanto en el orden físico como emocional. 

Recientemente escribí en este blog cómo los miembros de la comunidad japonesa de Okinawa practican lo que se conoce como las Moais, trabajo conjunto que influye de forma significativa en la longevidad de los habitantes de la zona.  

Pero hoy en día en Occidente, las prácticas de beneficio a la colectividad no son un denominador común; y quizá menos la conciencia de asumir una responsabilidad social personal.  

¿Qué es ser una persona socialmente responsable?  

Es reconocer y aceptar, de forma madura, consciente y sensible, el compromiso que cada persona tiene con su sociedad.   

Asumir el beneficio que los individuos podemos, desde nuestra experiencia y habilidades, retribuir a los demás como miembros de la comunidad que, de igual forma, utilizamos recursos comunes.  

Con ello se busca mejorar la capacidad de las personas para llevar una vida más sana y productiva, con mayor control sobre el cuidado de su bienestar, y participando en la construcción de sociedades más justas, solidarias y equitativas. 

Ser socialmente responsables permite a las personas desarrollar el autoconocimiento y aceptación, para con ello generar empatía y habilidades con las cuales relacionarse mejor con los demás. Así tener una vida social estable y satisfactoria.  

Esto va encaminado a brindarlo de igualmente a los demás, y generar un entorno y medio ambiente sano donde se eviten los comportamientos y actitudes destructivas.  

Características de una persona socialmente responsable 

1.- Es confiable. Una persona en la cual podemos depositar nuestras inquietudes. 

2.- Cumple sus promesas. Esta característica viene de la mano con la confianza. 

3.- Es justo. Analiza muy bien el panorama, antes de elegir o tomar una decisión. 

4.- Transmite su conocimiento con generosidad. 

5.- No toma ventajas ni engaña a los demás para cumplir su objetivo. 

6.- Piensa en la necesidad de los demás sin olvidar la propia.  

¿Cómo ser una persona socialmente responsable? 

Una persona socialmente responsable desarrolla la reciprocidad: aprende a dar y también a recibir; de igual forma aprende a ayudar y a recibir ayuda.  

Asimismo, comparte los recursos propios y de la comunidad con empatía y asertividad. Y de igual modo acepta reglas y normas sin entrar en conflicto porque sabe que es en busca del bien común.  

Este tipo de personas se ofrecen a participar, desde su conocimiento, experiencia y habilidades, en actividades e iniciativas colectivas de índole ecológico, social y humano. 

Por ejemplo, participan en el cuidado y conservación de parques, bosques y jardines, en la separación de residuos, plantación de árboles, rescate y cuidado de animales en condición vulnerable.  

Se ofrecen como voluntarios para visitar a comunidades o grupos menos favorecidos para entregar de donaciones o ayuda en la capacitación y enseñanza de habilidades para el trabajo o la escuela.  

Las personas socialmente responsables brindan de forma voluntaria tiempo, conocimiento, compañía y guía a otros que así lo requieren. Por supuesto, de una manera altruista.  

¿Yo qué gano siendo socialmente responsable? 

Para algunos, ayudar a los demás debería reportar un beneficio tangible e incluso económico. De ahí que no duden en preguntar qué gano siendo socialmente responsable. 

Y aunque la primera respuesta que se me ocurre es colaborar para hacer de éste un mundo mejor, existen razones más prácticas que tienen que ver con una mejor salud física y emocional.  

Por supuestos, ser socialmente responsable es una vía de dos sentidos. Es importante que para ayudar a los demás, nosotros hayamos cumplido nuestras propias necesidades. Si no estamos psicológica, social y físicamente estables lo que le podemos otorgar a la otra persona estará incompleto. 

No obstante, se ha comprobado que ayudar a otros es una excelente forma de ayudarnos a nosotros mismos. Auxiliar a otros ayudará a mejorar la forma en la que nosotros mismo nos vemos. Científicamente está demostrado que esto te hace ser una persona más optimista y positiva. 

Cuando colaboramos con otros se reduce el estrés, aumenta la sensación de logro y autorrealización. Se tiene una buena voluntad y es más fácil encontrar paz interior.   

Ésta es una manera accesible de explorar nuestros intereses y pasiones, desarrollar nuestros talentos y compartirlos. Y ayuda a encontrar sentido a la vida, además de ayudar a salir de la rutina.   

JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPEUTA

De Frente a la Vida |CONTIGO

 

Curso impartido por Jorge Domínguez.

 

La comprensión de sí mismo es un acto obligado. Tal y como aprendimos a caminar, a hablar, a comprender el entorno y su funcionamiento, así mismo es necesario comprender nuestras herramientas tanto con las que hemos nacido como aquellas que con el tiempo se han desarrollado y adquirido.

 

Conocer quién eres y como funcionas, te abre a una riqueza inimaginable para mantener tu mente, tus emociones y tus actos en congruencia, en un estado de salud continuo tanto emocional, físico y psicológico. Te convierte en una mejor versión de ti mismo y es ahí que radica tu fuerza vital.

 

Basar tu experiencia de vida y tu bienestar en la ignorancia de ti mismo te condena a los peores males de tu existir.

 

Es importante comprender que vivimos en el sótano lúgubre de una maravillosa y resplandeciente mansión. A la cual pocas veces, o tal vez nunca, hemos podido conocer sus jardines y sus extraordinarias habitaciones. Para tener acceso permanente a toda nuestra mansión, es primordial conocer nuestra ubicación y la existencia de nuestras capacidades.

 

Frente a la vida contigo es una herramienta obligada para crear una mejor versión de ti, para continuar expandiendo tu conocimiento en plenitud que desembocan en estados de felicidad continua.

 

Durante las 5 horas estaremos frente a frente con aquello que permitirá: optimizar tus relaciones tanto contigo como con aquellas personas que se encuentran en tu entorno, vivir en estados de mayor plenitud con lo que haces, piensas y sientes. Comprender tus actos, tus pensamientos y tus sentimientos. Conocer las diferentes influencias que ayudan o impiden a que obtengas lo mejor de ti.

 

Dirigido a toda persona que desee realizar una mejor versión de sí misma.

 

 

Durante el mismo horario Laura Zazueta imparte la versión infantil, para los más pequeños de la casa: de 6 a 13 años. Si tienes hijos será una experiencia maravillosa para toda la familia.

¡Es ahora tu momento!

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