Conoce aquí los signos para saber si eres un padre o una madre codependiente y poder sanar tu relación filial.
Si hay algo en lo que todos podemos estar de acuerdo es que la relación entre padres e hijos no es fácil. Establecer vínculos afectivos al mismo tiempo que se debe guiar y educar a una persona es complejo; muchas veces se proyectan las carencias y trastornos emocionales en los hijos generando relaciones insanas o de codependencia.
¿Qué es la codependencia?
La codependencia es una condición psicológica en la cual alguien puede manifestar una excesiva, y a menudo inapropiada, preocupación por los problemas de otra persona o de un colectivo. Esto puede llevar a un condicionamiento emocional según la conducta o actitudes de alguien más.
Una persona codependiente es alguien que permite que el comportamiento de otra le afecte demasiado y cuyo enfoque es estar involucrado permanentemente, controlando o intentando alterar el comportamiento de dicha persona.
Padres codependientes
Los padres pueden rebasar la natural preocupación hacia sus hijos enfocándose en absolutamente todos los ámbitos de la vida del menor y escalar el control que tienen sobre ellos, incluso al grado de pretender elegir su carrera, su pareja o el trabajo que han de desempeñar.
Igualmente, el padre o madre codependiente, hará todo lo que le sea posible para controlar hasta las opiniones de los hijos, les coaccionarán pensar la forma que más convenga para “estrechar” la relación entre ellos. Aunque en realidad, sólo restan a los hijos su independencia.
Esta es una relación insana que quita toda libertad al niño, e impide que éste aprenda a valerse por sí mismo. Minimiza su autoconfianza y disuelve los límites saludables de toda relación; lo que, a futuro, dañará su salud emocional.
¿Eres un padre o madre codependiente?
Los lazos de la codependencia dañan tanto al hijo como a los padres. Los vínculos en sí mismos son dañinos, pero las consecuencias a futuro también lo serán. Por ello, dejo aquí algunos signos con los que se puede identificar si un padre o una madre es codependiente.
1. Culpar al hijo de las emociones propias
Hay padres que adjudican culpas a los hijos: se enojan, se sienten decepcionados o tristes por culpa de lo hijos y se lo hacen saber. Es decir, lo que uno siente se debe al otro, no hay autonomía emocional.
Los hijos se adjudican responsabilidades que no les corresponden, invierten roles familiares e incluso pueden aprender a atribuir culpas de lo que sienten a otras personas. De esta forma se pierde la oportunidad de educar en la responsabilidad y la adecuada gestión emocional.
2. Conductas pasivo-agresivas
Si ante un comportamiento que parece inadecuado se responde al hijo con silencio o con gestos de menosprecio, ojos en blanco o golpes en los muros, se están manifestando acciones pasivo agresivas que pueden generar una relación de codependencia.
El rechazo es evidente y el hijo buscará satisfacer al padre a como dé lugar, pero sin saber muy bien cómo hacerlo, pues la comunicación se ha visto interrumpida. Si se repite, el comportamiento pasivo-agresivo puede atrofiar la capacidad del hijos para tener una comunicación positiva en sus relaciones futuras.
3. La constante ayuda
Si el padre o la madre están constantemente ayudando a los hijos, incluso en actividades que ellos mismos son capaces de hacer, se puede genera una relación de codependencia. Los padres deben motivar, instruir y cuidar de los hijos, pero no deben sustituirlos.
Cuando los padres ayudan demasiado a los hijos, les impiden tener confianza en sus propias capacidades, los vuelven temerosos para tener iniciativa y les dan un claro mensaje de que son “incapaces”. Los hijos terminarán creyendo que la única herramienta con la que cuenta para salir adelante son sus padres.
4. Los opinadores
Aunque los hijos no pidan opinión, los padres codependientes están constantemente expresando su parecer sobre las cosas que corresponden a los hijos. Les critican, se quejan de lo que hacen y les señalan lo que es “correcto”.
Opinar de todo impide que los hijos tengan un criterio propio, sean seres indecisos y que dependen del padre para tomar acción incluso en situaciones que son completamente personales y privadas.
5. Intrusión permanente
Los padres codependientes están “metidos” en la vida de los hijos aun cuando éstos son mayores. Les preguntan sobre el “siguiente paso”: ¿cuándo vas a casarte?, ¿cuándo vas a tener un hijo?, ¿cuándo vas a dejar a esa novia?…
Igualmente, violan constantemente la privacidad de los hijos. Leen su correspondencia o sus mensajes de texto, entran en sus habitaciones sin avisar y, ya cuando son mayores, acuden a su casa sin invitación.
Causas de la codependencia
La codependencia de los padres se genera por diversas causas, casi todas ellas derivadas de la educación emocional que ellos mismos recibieron.
Falta de afecto, desarrollo de una autoestima inestable o condicionada al entorno, creencias irracionales sobre las relaciones, desarrollo de vínculos insanos con los propios padres, pueden ser las principales causas de la codependencia paterna.
Consecuencias de tener padres codependientes
La codependencia marca permanentemente a los hijos y puede dejar secuelas a futuro. Entre las consecuencias de tener padres codependientes pueden estar:
- Dificultad para establecer relaciones estables
- Insatisfacción en las relaciones
- Constante frustración afectiva
- Disminución de la autoestima
- Ansiedad
- Empobrecimiento de la vida personal
- Aislamiento
JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA