El novio de mi hijo la maltrata, ¿qué puedo hacer? …Hablar del maltrato en el noviazgo es fundamental para poder ser, como padres, un refugio seguro para sus hijas.

La violencia de género permea todos los estratos sociales y edades. El noviazgo es tierra fértil para que ésta se manifieste de diversas formas, con matices variados y haga, especialmente, de las niñas y adolescentes, sus principales víctimas. 

Sin embargo, por más atención que pongan en el desarrollo de sus hijos, así como el cuidado que dediquen en las relaciones sociales que ellos forjan o las personas con las que éstos conviven, con frecuencia un noviazgo violento se escapa de la mirada de los padres.  

Las hijas, particularmente, no suelen comunicar a los progenitores cuando son víctimas de abuso, agresión y violencia. Esto suele ser porque se creen merecedoras de esas conductas, se sienten avergonzadas o tienen miedo de que los padres las “castiguen” o cometan alguna acción contra su novio.  

No obstante, especialistas en el tema nos advierten: Si los padres intuyen que su hija puede estar siendo maltratada, es muy probable que lo esté siendo, incluso desde hace más tiempo del que creen. 

¿Mi hija vive maltrato en el noviazgo? 

Es importante que madres y padres sepan que la violencia más usada es la psicológica, la cual no deja huellas evidentes en las jóvenes que la sufren, aunque puede ser más dañina que la violencia física.  

Pero por no dejar evidencias, los padres no pueden identificarla de inmediato, por lo que es más importante darnos a la tarea de conocer los mecanismos de dominio y abuso que puede estar empleando el novio sobre nuestras hijas y las señales que pueden presentarse.  

Algunas señales que los padres pueden observar son:  

• Modificación drástica en la manera de vestir. 
• Dejar de frecuentar a sus amigos de siempre. 
• Evitar actividades que solía practicar y disfrutaba. 
• Decaimiento y falta de sueño. 
• Cambiar gustos y aficiones por las de él. 
• Disminución en el rendimiento escolar o abandono de los estudios. 
• Cambios repentinos de humor sin causa aparente.  
• El novio llama sólo para constatar que ella está en casa. 
• El novio suele dirigir la relación con su hija: decide a dónde van, qué hacen, elige a los amigos, etc.  
• Rompen y se reconcilian con frecuencia.  
• Él controla y decide las salidas, luego la deja plantada. 
• Su hija busca sólo agradar al novio.  
• Su hija está pendiente de no hacer enojar al novio.  
• Hay pleitos con los padres provocados por el novio. 

Tres escenarios posibles 

Aun detectando las señales sobre el posible abuso y maltrato en el noviazgo a nuestras hijas, existen tres escenarios posibles que dan la pauta para actuar. Esto tiene que ver con que ella comunique a los padres lo que está viviendo en su relación de pareja o no lo haga.  

Escenario 1: Ella no reconoce que está teniendo dificultades y no quiere actuar. Puede ser que tenga temor a que los padres hagan algo indeseado sobre su relación, la alejen del chico en cuestión o la castiguen. Tratar de recobrar la confianza, y que el hogar sea un sitio donde ella se sienta segura y tranquila es importantísimo.  

Escenario 2:  Que ella pida ayuda, pero no reconozca que tiene un problema en su relación de pareja. Es importante entonces que no se sienta juzgada ni presionada, sino comprendida y querida, en un espacio seguro.  

Escenario 3:  Ella cuenta la situación y reconoce que es víctima de maltrato en el noviazgo. Lo más probable es que si ella cuenta que tiene dificultades es que la relación de violencia esté bastante avanzada, que ella tenga miedo o se encuentre bloqueada y esté receptiva para recibir ayuda. 

Es importante no juzgarla por no haber pedido ayuda antes, ni presionarla para que facilite todo lujo de detalles de su situación. Lo fundamental es que ha confiado en alguien que la puede ayudar. 

El novio de mi hija la maltrata, ¿qué puedo hacer?

El apoyo de los padres es fundamental una vez que nuestra hija ha pedido ayuda o ha permitido que lo hagamos. Lo principal en cualquier caso es que construyamos un ambiente que le transmita tranquilidad, confianza y seguridad. 

Algunos consejos de cómo darle los “primeros auxilios” psicológicos, para luego invitarla a acudir a ayuda profesional son:  

1. No debemos regañar, juzgar ni castigar por lo que está pasando: no olvidemos que ella es la víctima. 

2. Trasmitirle la seguridad de que salir de una relación dañina es posible, aunque a ella le parezca muy difícil o imposible. 

3. Animarla emocionalmente y motivarla para su recuperación. 

4. Buscar solución a los problemas inmediatos que se plantean (acompañamiento, comunicación con el novio, seguridad, etc.) 

5. Combatir el aislamiento al que él quiere someterla.  

6. Si ha decidido romper la relación, pero tiene miedo, ayudarla a hacer un plan para superarlo.  

7. No forzarla a terminar la relación cuando no está preparada para ello.  

8. Si ha terminado con la pareja, aunque parezca algo temporal, intentar que él no tenga contacto con ella. Igualmente evitar sanamente que lo vea o hable con él.  

9. No llevarle información ni chismes sobre la pareja (ni para bien ni para mal).  

10. Averiguar si el novio puede tener contraseñas de correo o redes sociales y minimizar riesgos y daños en este entorno.  

11. Es importante que se informen sobre los ciclos de la violencia y manipulación.  

12. Hacerle saber claramente que su seguridad física y psicológica es su único interés y que debe ser también su prioridad.  

13. Aunque sea un tema confidencial entre los padres y la hija, se debe buscar ayuda para saber qué hacer en esta situación.  

14. Acudir con especialistas que conozcan la problemática. Ella puede ir a sesiones individuales, pero que sepa que se le apoyará e incluso acompañarás si es necesario.  

15. No regañarla ni castigarla porque regrese con el novio una o varias veces, es parte del proceso. No hay que negarle el apoyo y cuidado cuantas veces sea necesario.  

JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA