Decir no sin hacerte de enemigos quizá sea una expresión exagerada; ¿por qué una negativa nos haría tener enemigos? ¿qué tan malo puede ser decir “No”? …Pero ciertamente a la gente le disgusta que le digan que no. Incluso el cerebro no percibe esta palabra, es algo que evita especialmente si una oración comienza con la negativa. Negarnos a veces no es sencillo.
¿Por qué es difícil decir No?
Especialmente en la cultura latina, la bondad está vinculada con el servicio incondicional hacia los otros; decir no es como negarse a ser gentiles con los demás. De tal forma, nos complica decir NO, puesto que produce:
-
Culpa: si digo no la gente seré alguien falto de bondad.
-
Miedo: al rechazo, al señalamiento social. Da miedo de que las otras personas se disgusten.
-
Supervivencia: no sólo en cuestión de vivir o morir, es cuestión de mantenerse en un puesto de trabajo, por ejemplo. Sobrevivir a la presión de un jefe a que no podemos decirle que No haremos lo que nos pide.
¿Quién dice Sí, aunque en realidad quiere decir No?
Aquellos a quienes les importa mucho que los quieran y además creen que hay que pagar costos muy altos por obtener amor. Para ser aceptados creen que se debe ser complaciente. En ello subyace una falta de autoestima que los lleva a decir Sí, aun queriendo decir no.
Las personas que tienen la creencia de que deben caer bien a todos porque son muy gentiles y a todo dicen sí, aunque lo que la gente solicite de ellas supere sus posibilidades.
¿Por qué es importante decir No oportunamente?
Decir no es necesario para establecer límites y no ceder ante la manipulación o chantaje emocional de los otros. A veces debemos aprender a decir no como signo de control sobre nuestra vida y así evitar que los demás abusen de nosotros y nos hagan daño. Decir No es un signo de auto respeto.
Saber decir No es una habilidad que se da con la asertividad y con ello ganar el respeto de uno mismo y de los que nos rodean.
Tienes un compañero de trabajo que frecuentemente te pide que le cubras. Sus motivos son tan diversos, como que tiene que ir al hospital, que debe asistir a la escuela de los hijos, que tiene mucho trabajo y sería gentil de tu parte que le apoyaras… en fin, siempre hay una buena explicación para pedirte ayuda. Y aunque tú tienes tus propias tareas, nunca le has dicho No, siempre le cubres; aun cuando quisieras decirle “oye, yo también tengo una vida y mucho trabajo”.
Y es que tu compañero de trabajo casi siempre comienza con la frase “no seas mala persona, ¿me ayudas?”. Por supuesto al oír esas palabras ya te ha programado para que digas que sí, porque no quieres parecer una mala persona.
Al final, el jefe aplaude a tu compañero por el trabajo realizado y tú terminas exhausto, o exhausta; y además molesta con tu compañero al que no puedes decirle nada puesto que tú mismo, o mismas, aceptaste ayudarlo.
Le has dicho que sí por miedo a que te considere una mala persona y la consecuencia es la molestia contigo misma, mismo, y con tu compañero que ya, para este momento, lo consideras un abusivo.
¿Cómo decir No?
Decir No, puede dejar de ser algo negativo si cambias tu forma de pensar. Hay que cambiar el prejuicio, y dejar de creer automáticamente que cuando decimos No porque estamos enojados o rechazamos a las personas. Y de inicio, así podremos decir un No gentil.
-
Analiza por qué te cuesta trabajo decir no. ¿Cómo te sientes cuando lo haces?Por qué te sientes así.
-
Pierde el miedo a lo que piensen los otros: por lo único que debes responder es por cómo te sientes tú. Trabaja con tu autoestima, pues tú eres la persona que debe estar satisfecha con lo que haces.
-
Si te sientes ansiosa/o ante la posibilidad del juicio de los otros por decir que No, asúmelo como tal y trabájalo. Es normal sentir esta inquietud si siempre dices que sí y estás aprendiendo a decir que no; aunque no por ello debes ceder a la tentación. Recuerda que decir que no, cuando así lo deseas, es un acto de respeto, no de enojo o maldad.
-
Ante el miedo al rechazo, también piensa en las consecuencias negativas que experimentarás si dices una vez más que sí, cuando en realidad quieres decir que No.
-
Sé firme pero suave. Cuando digas que no, valora tus sentimientos y deseos, pero también hazlo con empatía. Di no con gentileza, pero sé firme, no des espacio a que los otros intente manipularte y tu termines cediendo.
-
Expresa tu pensamiento y sentimiento cuando digas No. De tal forma la gente Evitará pensar que es sólo un capricho o una “maldad”. Por ejemplo, en el caso del compañero que nos pide cubrirlo, podemos decir: “Me gustaría apoyarte, pero por ahora tengo tareas propias que realizar y considero que cubrirte me impediría realizarlas oportunamente”.
-
Cuida tu lenguaje y tu tono de voz. Evita la agresión y la violencia al elegir tus palabras, tu tono de voz e incluso tu lenguaje personal. No te quejes ni reclames, tampoco acuses. Todo ello hará pensar al otro que estás enfadado, enfadada; pero no le hará saber que en realidad no quieres o puedes realizar lo que te solicitan.
-
Tampoco te disculpes o excuses, pues tampoco dará un mensaje claro de que no puedes o quieres hacer lo que te piden; sólo dirás que te excusas. Tienes derecho a decir No.
Si tus emociones al decir No aún te incomodan y requieres una guía para manejar el tema, platícalo conmigo. JORGE DOMÍNGUEZ>>