Ponderar la importancia de la amistad en la adolescencia nos permitirá comprender la forma en que los jóvenes eligen establecer lazos con otros para definir su personalidad y la manera en que nos desempeñamos al momento de socializar. Esto es fundamental para el desarrollo afectivo y social del individuo.

Al enfrentar los cambios propios de la adolescencia, los jóvenes sienten la necesidad de cuestionar las normas que los adultos imponen y buscan distanciarse de sus padres, esto lo hacen para poder formar una identidad no dependiente. No obstante, como cualquiera de nosotros, necesitan a sus pares para sentir compañía y solidaridad, consultar dudas e inquietudes, compartir preocupaciones, desde una situación de empatía de quien experimenta cosas similares.

En esta época de la vida es de gran ayuda tener amigos que vivan las mismas experiencias y que puedan disminuir la ansiedad de los momentos difíciles; con quienes puedan hablar libremente sin el yugo de los adultos que pueda minimizar su sentir o que les ridiculicen. Por este motivo, en la adolescencia se establecen vínculos amistosos muy intensos, basadas en la intimidad y el apoyo.

Debido a esa necesidad de comprensión a sus propias inquietudes los adolescentes establecen amistad con quienes son similares a ellos, de manera que al influirse mutuamente tienden a parecerse más. Esta similitud entre amigos es muy importante para ello puesto que les permite ingresar a un nuevo grupo de pertenencia que los acoge y apoya; y es que previamente han dejado “el nido” del hogar al deslindarse de sus padres.

Esta misma necesidad de pertenencia hace que, entre ellos, imiten el comportamiento y sean influencia unos a otros. Y es aquí donde puede comenzar la preocupación de los padres, pues el riesgo de imitar las conductas de otros puede ir desde la forma de vestir y hablar, las actividades sociales que realizan, hasta los comportamientos sexuales y el consumo o rechazo de drogas.

Pertenecer a un grupo también trae consigo la posibilidad de sentirse presionado para hacer cosas o tomar decisiones que van incluso en contra de las propias convicciones; en ello el adolescente es muy vulnerable porque requiere sentirse aceptado, necesita evitar las burlas y requiere el apoyo de sus pares. Y aunque la presión social no siempre es para hacia prácticas riesgosas, sino también para actividades deportivas o artísticas, es importante que el padre sea vigía en este momento de desarrollo de los hijos.

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Aquí acotamos que los padres, sin embargo, son una influencia más profunda que los amigos, pues ellos han sembrado principios y valores fundamentales que sustentan muchas de las decisiones de los hijos ante un problema moral.

 Es por ello que el tema de los amigos del adolescente será un tema también de educación en valores que se debe dar desde las primeras etapas de vida. 

¿Para qué sirven los amigos en la adolescencia?

• Los amigos permiten desarrollar habilidades asertivas frente a la resolución de conflictos.
• Las diversas situaciones a las que les exponen los amigos permiten al adolescente desarrollar su inteligencia emocional.
• Van teniendo una visión propia del mundo gracias a los temas y problemas que juntos enfrentan y discuten, así como se aconsejan.
• Hacer alianzas con grupos de amigos es una forma de experimentar con la lealtad, un aspecto valioso en la vida cuando se trata de establecer vínculos estrechos con los demás.
• La buena amistad provee estabilidad en los momentos de tensión nerviosa, transición o la propia inestabilidad adolescente. Ello disminuye la ansiedad de los constantes cambios propios de la edad.
• Identificarse con un grupo de amigos es bueno en cuanto a que permite gestar una propia personalidad, pero deberán tener cuidado de no perderse en la identidad colectiva sin poder generar una personalidad propia sino sólo imitativa. Puede haber, también, dependencia hacia los amigos por falta de autoconocimiento y autoestima.
• Los adolescentes sin amigos sufren, tienden a sentirse solitarios y con baja autoestima; tienen bajo rendimiento escolar y pueden, en extremos, tener conductas de riesgo.

Los padres frente a los amigos de los adolescentes

Como padres es importante que se estimule la socialización de los niños y adolescentes, que se les motive a tener amigos y convivir con ellos; sin embargo, es vital conocer quiénes son esos amigos. Debemos, de forma respetuosa y sin prejuicios, preguntar acerca de ellos, tratar de conocer a los respectivos padres y observar el comportamiento de los propios hijos cuando están con otros jóvenes.

Asimismo, previamente se debió inculcar valores y principio que sustenten las decisiones de los jóvenes; además la comunicación asertiva, los límites adecuados y la confianza, será básicos para equilibrar la balanza entre dejarlos elegir a sus amigos y evitar hacerlos vulnerables a la manipulación y presión social.