Mañana es Día de San Valentín, y al menos en esta parte del mundo se celebra al amor, a la pareja y a los amigos. Pero suele celebrarse bajo premisas idílicas que hemos aprendido en el cine y la televisión.
De igual manera, los dichos populares, las canciones y otras manifestaciones de la cultura popular, nos han enseñado a creer en el sacrificio del amor, la eterna espera por el ser amado y hacer “hasta lo imposible” para estar con el ser amado. Incluso las novelas, de las que ya hablé previamente, nos enseñan a que el amor es sufrir y sufrir, luego viene el final feliz.
Pero la educación emocional que recibimos —bajo estos términos— nos lleva a creer que el amor implica actitudes y conductas que nos vulneran como personas y atenta contra nuestra autoestima e incluso dañan nuestra dignidad. Es por ello que esta vez te propongo reconocer lo que no es el amor.
El amor tóxico
Si bien existen muchas definiciones del amor, no hay duda que cada quien podrá elegir la suya; pero hablar de lo que no es el amor puede tener como punto de partida al llamado “amor tóxico”. Este se caracteriza por una serie de conductas de dependencia emocional o control que convierten la relación en algo que nos daña. Este supuesto amor solo nos ubica en una condición de sufrimiento constante; pero en realidad el amor no debe hacernos sufrir.
Lo que no es el amor
- El amor no es renunciar a uno mismo. Se cree que la entrega del amor implica sacrificar nuestros deseos, necesidades y gustos a favor de otros. Pero el amor debe comenzar con uno mismo, y ello representa autorrespeto, autocuidado y autoprotección. No se puede ni debe renunciar a nuestros sueños, principios y dignidad porque —decimos— amamos a otra persona.
- Amar no es esclavizar. No pertenecemos a otros, nadie nos pertenece; por lo tanto, quien ama debe también renunciar al control sobre el ser amado. Aunque igualmente debemos vencer la “tentación” de someternos a la voluntad de otros sólo para que nos amen por aceptar hacer lo que ellos quieren. Eso atenta contra la dignidad y daña la autoestima.
- El amor no aísla. Por mucho que nos guste pasar tiempo con la pareja o el ser amado, es importante que por ningún motivo se rompan relaciones de amistad o se distancien los vínculos con la familia. Debemos dejar de creer que el ser amado se ha de convertir en una especie de sol en torno al cual gira la vida y el resto ya no es importante. Los amantes deben tener también una vida por separado, reunirse y disfrutar la compañía de amigos, conocidos y familia propios.
- Amar no desmotiva ni corta las alas. Por el contrario, estar enamorado produce dopamina, una hormona que también se vincula con la motivación. Cuando se ama de veras, la gente quiere crecer, quiere hacer cosas, construir y avanzar; tiene planes y busca prosperar. Aquellos que aman deben ser un motor para ese desarrollo y no un lastre que nos impida avanzar.
- Quien ama no busca cambiar al otro. Si te has enamorado de alguien, se supone que es porque así te gusta. Y aunque los primeros meses el enamoramiento nos impiden ver los defectos en el otro, cuando éste pasa y nos damos cuenta de cómo es en realidad el otro, buscaremos modificar esos “detalles” que ya no son tan agradables.
Pero intentar cambiar a las personas es transgredir su naturaleza y sus deseos. Cuando amamos, aceptamos a las personas como son, y en todo caso dialogamos lo que nos gusta y lo que no; negociamos, pero jamás presionamos para cambiar. Esperar eternamente que la persona cambie; tu cambias sólo cuando eres consciente que debes hacerlo.
Si quieres cambiar a una persona lo único que buscas es un prototipo ideal que tienes en la cabeza, no una persona de verdad.
- Por supuesto, el amor no maltrata. Quien ama siempre busca el bienestar del ser amado, jamás intentará hacerlo sentir mal (no por voluntad), ni lo humillará, ni castigará de una u otra forma. El que ama no ofende y golpea. Eso no es amor, ni siquiera cuando pida perdón por algo que hizo a propósito. El amor nunca te causa dolor y ansiedad; te da confianza en ti y en la persona que tienes al lado.
- Quien ama no provoca miedo, provoca confianza, sensación de libertad, tranquilidad. No te causa sentimientos negativos; te hace una mejor persona. No te da tristezas constantes; te enseña y madura con el tiempo.
- El amor no es perfecto, se construye, se fortalece y perdura con el tiempo. Dejemos de pensar que el amor es como las películas, que florece como en acto de magia; por el contrario, hay que trabajarlo arduamente y conciliar diferencias constantemente.
Hay muchas otras cosas que el amor no es, muchas de ellas tienen que ver con que el amor no duele, no nos limita ni nos frena. Pero, si esto está pasando en tu relación, es importante que revises el tema, y que con la guía de un profesional puedas comprender el proceso y definir si es prudente no continuar la relación o trabajar en ella para mejorarla.
JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA DE PAREJA