Pueden existir claves de cómo vivir en el presente de manera consciente que nos ayuden a gozar de la vida en cada instante, sin desdeñar nuestro pasado y asumiendo la responsabilidad de contar con un buen porvenir.
Vivir en el presente de manera consciente no es fácil para todos, especialmente cuando el entorno social nos manda una serie de mensajes contrapuestos. Por un lado, se nos dice que no “miremos para atrás”, que desechemos el pasado, como si éste fuera un ancla que nos impide avanzar; por otro lado, se nos pide vivir el momento como si no hubiera un futuro.
Entre ambos caminos, hay algo más profundo y personal que, con frecuencia, nos impide vivir plenamente cada momento y que está vinculado a nuestro mundo interior.
Del Carpe Diem al YOLO
Voy a comenzar con la tendencia, especialmente vivida en los jóvenes, de una existencia inmediata y fugaz que parce no tener consecuencias. Una postura que, parecería irresponsable e intrépida, pero que muchas veces también está cimentada en una falta de confianza en el futuro, pues éste se ve sombrío y poco esperanzador.
Ahí está la clave, entender que vivir el hoy sin pensar en el pasado o preocuparnos por el futuro, no debería llevarnos a ir por la vida a la deriva. Y hacerlo, muy probablemente es porque la persona tiene en el interior otra serie de cuestiones emocionales que lo impulsan a actuar sin considerar las consecuencias. Es el tema hacia el que trato de enfocarme sin intención de ser moralista con la forma de vida de cada quien.
Seguramente alguna vez, o varias, hemos leído o escuchado la locución latina “Carpe diem“ obtenida de un verso en las Odas del poeta romano Horacio: <<Carpe diem, quam minimum credula postero>> que quiere decir “Aprovecha el día, no confíes en el mañana”. Y aunque la frase no contempla las consecuencias hacia el futuro, parece ser una máxima de nuestra época que busca la avidez por lo momentáneo sin esperanzas en el porvenir. Ello puede presentarse con una forma irresponsable de vivir el presente, sin pensar en el futuro.
YOLO nos dicen los jóvenes, un acrónimo de “You only live once” (sólo vive una vez), que se popularizó también con la canción The Motto del rapero canadiense Drake en 2011. YOLO implica que uno debe disfrutar la vida, aunque implique tomar riesgos.
Aunque estas frases tienen un tenor de motivación a vivir sin estrés ni angustias sobre el porvenir, sin complicaciones exageradas, también pueden nublar nuestra capacidad para afrontar el futuro con madurez y responsabilidad; minan los planes a largo plazo que puedan consolidar un mañana seguro.
Frases como “vive el presente sin preocuparte por el futuro” deben tomarse con moderación, y en su justa medida, para no desbocarnos en una existencia sin sentido o un vacío emocional que nos haga andar erráticos por la vida.
Miedo al futuro
Vislumbrar el futuro con pesimismo es lo que nos lleva a no mirarlo, pues ello causa ansiedad, angustia e incluso miedo. Mas, despreocuparnos por el futuro tampoco es lo idea, es mejor afrontar el miedo que nos causa la incertidumbre de lo que vendrá desde la actualidad.
Cada vez que se sienta ese miedo al futuro será momento de ser objetivos, de vislumbrar la realidad y planear sobre aquello de lo que sí podemos tener control. Asimismo, piensa lo que estás haciendo hoy para que tu futuro sea lo que deseas: es así por lo que uno debe vivir el presente plenamente, para construir su futuro igualmente pleno.
Si quieres ser feliz en el futuro vive con conciencia el presente, trabaja ese futuro desde tu interior; llena tu interior de las cosas que van a soportar tus años venideros: educación, recuerdos bonitos, un plan de ahorro, buenos amigos, etc.
¿Qué hago con el pasado?
Podemos decir que vivir el ahora tarde o temprano nos lleva al futuro, pero también va creando tu pasado, si tu pasado es lindo y útil como te planteamos irlo sustentando con conciencia y llenando tu vida de cosas útiles para ti, entonces ese pasado será una buena base para dar el siguiente paso.
Pero si sientes que tu pasado te ata, que es como una pesada carga y sólo duele cuando te vuelves a revisarlo, entonces deberás realizar alguna clase de cierre de ciclo. Quizá deberás trabajar con temas como el perdón, la pérdida, el duelo, soltar cosas, reconciliarte incluso contigo mismo.
Cómo vivir el presente con conciencia
Si comprendes el papel del pasado y el futuro en tu vida, estarías listo para vivir plenamente el presente o, mejor dicho, vivirlo con conciencia.
-
Siente más y piensa menos: en vez de especular por lo que pudo ser o lo que podrá ser, deposita tus sentidos en las actividades, sentimientos y pensamientos que estás experimentando. Dale un sentido positivo a lo que estás viviendo.
-
No caigas en la trampa del mal pasado: cada vez que seas consciente de que el pasado te distrae, te molesta o te paraliza, no te deleites siguiendo el hilo del recuerdo insano. Vuelve al momento de tu actualidad. Si el pasado te pesa aún, realiza un cierre de ciclo y trabaja en el desprendimiento.
-
Planea y vive: Si bien es importante tener planes para el futuro, no te concentres de forma exagerada en planear y seguir los planes al pie de la letra, al grado de que te causen angustia. Sé flexible, disfruta la planeación pero también la realización de los planes. Procura que tu presente tenga un sentido por sí mismo, que no se convierta sólo en un medio para alcanzar algo futuro.
-
Acepta todo lo que llega a tu vida: deja de etiquetar cada momento como bueno o malo. No olvides que en realidad, la mayoría de las situaciones no son positivas ni negativas, son tus expectativas, experiencias y percepciones las que inclinan la balanza en uno u otro sentido.
-
No quieras tener el control de todo: es importante que asumas que existen muchas situaciones que se escapan a nuestro control, sobre las que tenemos muy poca influencia. Deja que las circunstancias fluyan, así adoptarás una actitud más relajada que te permitirá estar abierto a las oportunidades que se presenten.
-
Deshazte de ideas prejuiciosas y falsas expectativas. Los prejuicios son una barrera que nos impide disfrutar del presente porque nos hacen enfrentar las situaciones asumiendo patrones de respuestas preconcebidos que no le dejan espacio a la espontaneidad. Por eso, vivir el presente también implica abrirse a nuevas experiencias que estén verdaderamente en sintonía con tus necesidades y deseos.
Considera que vivir en el presente no solo significa dejar de pensar en el pasado o el futuro, sino también aprender a disfrutar del aquí y ahora, ser plenamente conscientes.
Si aún te cuesta trabajo vivir en el presente, arrastras tu pasado y no sabes cómo vivir sin él o tu ansiedad se detona gravemente cuando piensas en el futuro, puedo ayudarte a resolverlo: JORGE DOMINGUEZ>>