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Hoy voy a compartir contigo cómo vivir con salud mental a cualquier edad con algunas prácticas esenciales, fáciles de seguir.

Si algo nos ha quedado más claro estos últimos dos años, en que experimentamos la Covid 19, es que la salud mental importa; que es vital cuidar de ella con los recursos que sean necesarios para mantenerla o sanar, si se requiere.  

Niños, jóvenes, adultos, adultos mayores, todos pasamos por un lapso en el que se pusieron en juego nuestro estado de ánimo, nuestros pensamientos, nuestros anhelados y sentido de vida.  

Es por ello que hoy quiero compartir contigo cómo vivir con salud mental a cualquier edad.  

Cómo vivir con salud mental a cualquier edad 

Consideremos que cada momento de la vida genera en nosotros preocupaciones y necesidades distintas. Los eventos que nos causaron estrés a los 18 no serán los mismos a los 50; pero tampoco se abordarán de la misma manera, pues la experiencia vital nos puede brindar nuevos enfoques. 

De la adolescencia a los 20 

La ciencia considera que la mayoría de las enfermedades mentales comienzan a dar sus primeros síntomas en una etapa temprana de la vida, generalmente antes de los 25 años.  

Los trastornos mentales en la juventud suelen ser comunes, unos más graves que otros: por ejemplo, el trastorno obsesivo compulsivo, la esquizofrenia, el trastorno bipolar, empiezan sus síntomas en la veintena. Estos suelen ser de gravedad, por lo que requieren diagnosticarse oportunamente por parte de un psiquiatra o especialista en salud mental. 

De menor gravedad, pero no por ello menos importantes, están los trastornos de ansiedad generalizada y la depresión. En la mayoría de los casos por alteraciones en la producción de neurotransmisores.  

Y es que antes de los 21 años el cerebro está en transformación y puede necesitar tiempo para adaptarse a la vida adulta, por lo que los jóvenes pueden enfrentarse a diversas situaciones que les estresan demasiado y para lo que pueden tener poca experiencia.  

En esta etapa de vida hay que lidiar con la decisión de qué estudiar, terminar la universidad, encontrar el primer empleo, mudarse de casa, ser independientes.  

Por otro lado, la juventud suele ser una etapa en la que se experimenta con el alcohol, el tabaco y otras drogas. Los padres y tutores deben instruir desde temprana edad.  

Cómo cuidar la salud mental en la juventud 

  • Promover la socialización de los jóvenes, pues es en esta etapa cuando más se necesita de los amigos.  
  • Fomentar hábitos de autocuidado: descanso apropiado, dormir 8 horas cada noche, alimentación balanceada, práctica de actividad física.  
  • Ayudará mucho hacer un plan de vida, que establezca metas realistas y en plazos oportunos para disminuir la presión y prevenir la ansiedad.  
  • Evitar el abuso de los dispositivos móviles, las redes sociales y otros medios que también suelen causar ansiedad y depresión.  
  • Hacer previamente planes financieros que guíen paso a paso la vida independiente.  
  • No tener miedo de pedir ayuda. 
  • Acudir con un profesional de la salud mental si es necesario.  

Entre los 30 y los 40 

Se ha llegado a la edad adulta y las responsabilidades son cada vez mayores, los sueños comienzan a formarse y consolidarse. Se toman grandes decisiones como la vida en pareja, el matrimonio, comprar o no una casa… En la vida laboral, alguien entre los 30 y 40 está afincando su carrera profesional y deberá abrir camino ya sea hacia nuevos puestos, ascensos o emprendimientos.  

También es una etapa para la maternidad y la paternidad. Decidir si se quiere tener hijos o no, estar en procesos de crianza, etc.  

Frente a todo ello parecería que no hay tiempo para pensar en la salud mental, pues hay que estar concentrados en el progreso. Es entonces cuando más riesgos se corren.  

Ansiedad, depresión, estrés crónico, síndrome de burnout son condiciones adversas para la salud física y mental de los adultos. Las mujeres, en particular, deben de enfrentarse a temas como el posparto y todos esos cambios anímicos que representa, incluyendo la depresión.  

Qué hacer para cuidar la salud mental en la adultez 

Entre la vida familiar y laboral, los adultos suelen descuidar su salud mental, por ello dejaré aquí algunas claves elementales para cuidarse mejor.  

  • Establecer prácticas de autocuidado: descanso apropiado, dormir 8 horas cada noche, alimentación balanceada, práctica de actividad física. 
  • Programar revisiones médicas una vez al año. Muchos padecimientos físicos afectan también la salud mental.  
  • Aprender a gestionar el estrés con prácticas como la meditación o mindfulness, por ejemplo, será de gran ayuda.  
  • No temer a poner límites, decir que NO y dejar de sentir culpa por temas que no deberían ser vergonzosos.  
  • Si es necesario, el adulto puede replantearse sus sueños y metas. Hay que perder el miedo para comenzar otra vez y encaminarnos, si lo deseamos, hacia nuevos anhelos. ¡Todavía estás a tiempo!  
  • Hay que dedicarse tiempo a uno mismo. 
  • Evitar el consumo de tabaco, alcohol y otras sustancias tóxicas.  
  • Si es necesario hay que replantearse la vida en pareja, para lo que la psicoterapia de pareja puede ser muy útil.  
  • Acudir con un profesional de la salud mental si es necesario. 

Lee también La crisis de la edad adulta  

Entre los 50 y los 60  

Los 50 son los nuevos 30; sin embargo la época contemporánea trae un mensaje poco alentador para los adultos y los adultos mayores: pareciera que la juventud es la única que disfruta de la vida.  

Es el momento de prepararnos para afrontar la “vejez”. No porque ya se esté viejo en este momento, sino porque se está en un excelente momento para prever el futuro.  

Para las mujeres la salud mental estará bordeada por el climaterio, que no sólo se manifiesta con sofocos y resequedad, el estado de ánimo se verá seriamente afectado. La depresión y la irritabilidad van de la mano con este periodo.  

Si se tiene una relación de pareja, tal vez se enfrenten al síndrome del nido vacío, ya que los hijos se hayan ido de casa y la pareja tenga que afrontar su soledad y una nueva forma de convivencia. 

Alrededor de los 60 es posible que se tenga que lidiar con el tema de la jubilación, que, si bien puede ser liberador, también puede representar un motivo de depresión debido al sentimiento de “no ser necesitado”. Un nuevo aire puede llegar si llegan los nietos y éstos están cerca, pero también para ello habrá que poner límites.  

Estos cambios tan importantes en la vida pueden tener efectos emocionales e incluso físicos.  

Algunos consejos para esta etapa 

  • Sigue siendo importante establecer prácticas de autocuidado: descanso apropiado, dormir 8 horas cada noche, alimentación balanceada, práctica de actividad física.  
  • Retomar pasatiempos o metas que en algún momento se dejaron de lado, ahora ya sin tanta presión que la paternidad ejerce.  
  • Trabajar con la pareja, si es necesario en sesiones terapéuticas, de forma que puedan adaptarse a esta nueva etapa de vida sin los hijos.  
  • Estar al día con las consultas médicas, los tratamientos y revisiones.  
  • En el caso de las mujeres, tratar los síntomas de la menopausia. 
  • Mantenerse activos será muy importante para un cuidado de la salud física y mental.  
  • Realizar prácticas que mantengan lúcidas las funciones cognitivas.  
  • Evitar el sedentarismo, el cual también afecta negativamente las funciones cognitivas.  
  • Tejer redes de apoyo emocional con amigos y familia.  
  • Acudir con un profesional de la salud mental si es necesario. 

¿Y qué hay de los 70, 80 y más? 

La adultez mayor es una etapa en la que se requieren esas redes de apoyo familiar y de amigos, pues comienza un declive en la vitalidad corporal, que no debe necesariamente reflejarse en la salud mental y el estado de ánimo.  

Cuando se es mayor de 70, este es un buen momento para disfrutar de la jubilación, comenzar nuevos pasatiempos y ver a los amigos y familiares más a menudo. 

Sin embargo, también puede ser el momento en que muchas personas reciben el diagnóstico de problemas de salud graves, como enfermedades cardíacas o cáncer, incluso demencia. A veces, se tiene que lidiar con la muerte de un ser querido.  

Los adultos mayores de 65 años también pueden tener más problemas para dormir, lo que puede empeorar las afecciones de salud mental. Todo ello nos hace más vulnerables a afecciones mentales como ansiedad y depresión 

Además, las personas mayores de 70 años también se pueden enfrentar a situaciones financieras difíciles debido a facturas médicas o a la escasez de ahorros para la jubilación. 

¿Qué hacer en la adultez mayor? 

  • Sigue siendo importante establecer prácticas de autocuidado: descanso apropiado, dormir 8 horas cada noche, alimentación balanceada, práctica de actividad física.  
  • Estar al día con las consultas médicas, los tratamientos y revisiones. 
  • Es muy importante cuidar la salud física, pero también hay que buscar esas redes de apoyo emocional en la familia y los amigos. La soledad es un factor significativo que daña la salud mental, especialmente en los adultos mayores, hay que evitarla.  
  • Practicar actividades recreativas de acuerdo a cómo lo permitan las condiciones corporales. Hay que mantenerse activos.  
  • Realizar prácticas que mantengan lúcidas las funciones cognitivas.  
  • Evitar el sedentarismo, el cual también afecta negativamente las funciones cognitivas.  
  • Acudir con un profesional de la salud mental si es necesario. 

LEE TAMBIÉN: 7 claves de cómo cuidar la salud emocional de los adultos mayores  

JORGE DOMÍNGUEZ |  PSICOTERAPIA 

De Frente a la Vida |CONTIGO

 

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