Comprender cómo se forma la imagen corporal en la infancia implica que podamos guiar a los niños a tener una percepción positiva de sí mismos y su vida vaya en congruencia con ese autoconocimiento, auto respeto y autoestima que merecen.
Susan, con apenas ocho años, ha dejado de comer. Le ha dicho a su madre que no quiere comer porque “está gorda” y eso la ha hecho aislarse en la escuela.
Arturo, por su parte, se siente frustrado porque considera que es muy bajo de estatura para entrar en el equipo de basquetbol de la escuela, eso ha hecho que deje de practicar deportes y se tire en el sofá a ver series toda la tarde.
Julia llora por las noches porque cree que tiene las piernas muy flacas, y Margarita se siente enojada porque no le crece el cabello.
Desde la infancia, la persona va generando una idea de sí mismo a través de lo más visible: su cuerpo. A esta idea del cuerpo se le suman las emociones que provoca la percepción de éste.
La percepción positiva de uno mismo brinda confianza, lo que permite tener interacciones positivas con los demás y llevar una vida sana emocionalmente. Sin embargo, no siempre es así; con frecuencia
¿Qué es la imagen corporal?
La imagen corporal es la representación mental que cada persona tiene sobre su propio aspecto físico. ES cómo la persona se ve a sí misma y cómo se percibe cuando se mira al espejo, es decir, como la persona que cree que es.
Ésta también tiene que ver con los sentimientos y emociones que experimenta la persona respecto a cómo percibe su físico, cómo se siente con su cuerpo y dentro de su propio cuerpo.
¿Cómo se forma la imagen corporal?
Los niños comienzan a formar una imagen corporal a partir de la información que reciben de su entorno, según las etapas de vida.
Los primeros años lo importante es enseñar al niño a que se aprecie como un ser individual y no como una extensión de sus padres. Esto les permitirá ser autosuficientes y autónomos.
Más adelante, cuando se les enseña las partes del cuerpo puede comenzar a identificarlas en sí mismo y en las de los demás. Pueden diferenciarse de los otros, pero además les permite distinguirse como ser humano y no como otra cosa.
Al ingresar en la etapa escolar los niños comienzan a desarrollar aún más el concepto de su imagen corporal a través del contraste de opiniones acerca de lo que es agradable a la vista, o no, qué es lo más común, etc.
En la imagen corporal infantil influye la cultura en la que se críen los niños, los valores familiares y experiencias vividas con sus cuerpos. Todas estas situaciones pueden concretar la relación de una persona consigo misma.
Es vital ayudar a los niños a tener una imagen realista de sí mismo con autoaceptación de sus características.
¿Cómo formar una imagen corporal positiva en los niños?
En la primera etapa de vida los padres pueden ayudar a los más pequeños a sentirse bien con su cuerpo. Para ello hacen lo siguiente:
- Los acarician y cuidan con cariño.
- Juegan para que los niños aprendan a mover el cuerpo.
- Les motivan a usar nuevas habilidades a través del juego.
- Muestran cuán orgullosos se sienten.
- Sonríen y los elogian mucho.
Más adelante, para ayudar a los niños a tener una imagen corporal saludable, los padres pueden hacer lo siguiente:
- Hablarles de su cuerpo.
- Ayudarlos a cuidar su cuerpo.
- Decirles cosas agradables sobre su aspecto.
- Permitirles que les muestren lo que son capaces de hacer.
- Demostrarles que están orgullosos de lo que son capaces de hacer.
- Mantenerse activo con ellos.
- Hacer que los niños se mantengan activos todos los días.
Pongamos atención a esto:
La imagen corporal es una gran parte de la autoestima de su hijo. Si a los niños no les gusta su aspecto o están insatisfechos con sus cuerpos, su autoestima se verá afectada.
Si escuchamos a los niños hacer comentarios negativos sobre su cuerpo, no lo pases por alto. Se debe hablar sobre el comentario y preguntarles.
Por ejemplo, si una pequeña de 8 años dice que su estómago es demasiado grande, no debemos decirle “no seas tonta”. Debemos preguntarle por qué cree que es demasiado grande. Esto iniciará una conversación y le dará la oportunidad de hablar sobre lo que la hace especial.
Se puede hacer que la conversación vuelva a ser acerca de tener un cuerpo sano y que nuestros cuerpos a veces se ven diferentes a lo que vemos en la televisión y en las revistas.
La comunicación es muy importante en estos casos, y ante síntomas de depresión o angustia, aislamiento o evitando actividades que antes les gustaba hacer, podría ser un signo de advertencia de una respuesta más grave a la baja autoestima y la imagen corporal.
