¿Cómo saber si me estoy conformando? Es la pregunta que Lucía hizo al llegar a una serie de psicoterapia. ¿Tú también te lo has preguntado?
La vida marcha bien, estoy tranquila, nada me falta… pero no soy feliz, no me siento plena. Creo que me estoy conformando… Así se presentó Lucía en una sesión de psicoterapia.
Aunque hay quienes consideran que la paz interior y la estabilidad es la mejor forma de vida, están también los que, creyendo esto, se han sumergido en la zona de confort, aparentemente conformes con la vida que llevan, pero desdichados. Miedo, pereza, falta de motivación e incluso depresión pueden ser las causas.
Sin embargo, conformarnos con la vida no es vivirla, ni tampoco quiere decir que fluimos libremente, puesto que estar conformes puede ser un aspecto de la insatisfacción y la falta de plenitud a la que aspiramos.
¿Cómo saber si me estoy conformando?
Para evitar que caigas en ese conformismo, te daré claves para que identifiques si te has estancado en la zona de confort o no.
1. Se te acabaron las metas
Cuando te preguntes ¿me estoy conformando? Considera que quizá ya llegaste a donde anhelabas; sin embargo, has dejado de ponerte retos y nuevas metas.
2. No sales del sitio/relación en la cual crees tener el control
Cuando sabes cómo será tu día mañana y tienes bajo control la mayoría de situaciones, puede ser muy agradable, pero es una señal de que no estás esforzándote. No estás tomando riesgos.
3. Nada puede ser mejor
Claro que debemos ser agradecidos por lo que tenemos, y tampoco debemos ser tan ambiciosos que nos perdamos en el camino del ser y poseer. Sin embargo, cuando perdemos la motivación de mejorar nuestra vida: ¡nos estamos conformando! Siempre hay algo que puede ir mejor.
4. Has perdido la capacidad de soñar y hacer
Cuando uno asume la conformidad de forma negativa, deja de soñar y por tanto pierde las ganas de hacer cosas. Es un paso que puede llevarnos a situaciones depresivas y de abulia.
5. Te alejas de quienes no comparten tu opinión
A todos nos cuesta lidiar con quienes no coinciden con nosotros e incluso con la crítica. Pero en el caso del conformismo, la diversidad ajena puede causarnos muchos conflictos porque nos invitan a ir por más, a tener otras perspectivas, a cuestionarnos. Y nosotros ya nos habíamos conformado con lo que hay 🙁
6. Te resignaste a no aprovechar tus talentos
Eres bueno en algo, tienes un talento único que no está siendo aprovechado en tu trabajo, y, aun así, te resignaste a esta realidad. Prefieres quedarte donde estás, evitando situaciones incómodas.
7. Te ves igual en el presente como en el futuro
Si te visualizas a futuro tal como estás ahora, es una clara señal de que no aspiras a más nada. Te estás conformando con lo que tienes, porque hasta las personas agradecidas con el aquí y el ahora tienen sueños y ven su futuro diferente, casi siempre mejor.
8. No te pones a prueba
Recuerda que en la zona de confort nada crece. Si estás conformándote con lo que eres, con lo que tienes, con lo que hay, seguramente no te estás poniendo a prueba. Si no has intentado superar tus limitaciones y te acostumbraste a vivir con ellas, te estás conformando.
9. No hay nada nuevo que contar
Cuando uno se conforma ya no hay más que contar. Lo que desea, lo que busca, las metas por cumplir han llegado a la última página hace tiempo. Ya lo has hecho, ¿qué más vas a contar?
Conformarse de manera negativa es estancarse y no tener ninguna clase de crecimiento ni aspiraciones. Eso nos va mermando, evita nuestro desarrollo y tarde o temprano nos cobrará una cara factura con “el hubiera”. Además, puede ser un camino muy corto a la depresión.
Pregúntate hoy si estás agradecida, agradecido, o sólo te estás conformando.
JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA