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Hacemos un ritual de cierre de ciclo que concluyen porque de esta manera externamos aquellas emociones y experiencias personales; lo hacemos tangible, por ejemplo, con la escritura de cartas y —lo más importante— lo hacemos consciente.

Por su parte, cerrar ciclos con conciencia nos libera; nos permite poner punto final a una historia que, nos guste o no, debemos concluir para avanzar —como ya había escrito en un post anterior—. Asimismo, a través del ritual, vamos dando sentido a lo vivido y plantearnos frente al cuestionamiento de aquello que es realmente importante lograr en la vida y con quien compartir.

No cerrar ciclos nos deja “pendientes” emocionales que nos desgastan; eso que queda en suspenso es como seguir teniendo una piedrita en el zapato, que ya la notamos, pero no la eliminamos: sigue lastimando.

Psicológicamente los rituales cumplen la función de hacernos sentir que concretamos una actividad, un hecho, una acción, una historia; a su vez, el ritual pone de manifiesto el deseo de terminar, cambiar o incluso dar paso a algo nuevo. El ritual es como el banderín que indica la salida hacia una nueva carrera, puesto que reconocemos que algo atrás ya concluyó y lo dejamos en paz, así fluir amablemente hacia un futuro más pleno.

Como de ciclos se trata la vida, al finalizar el año encontramos una oportunidad para evaluar la vida y, con base en ello, recuperar las experiencias positivas y dejar atrás lo que no funcionó o dolió. Comenzar un nuevo año implica cerrar uno anterior para hacer “borrón y cuenta nueva”.

¿CÓMO HACER TU PROPIO RITUAL DE CIERRE? 

No existe necesariamente un manual de “cierre su ciclo”, pero generalmente trata de hacer tangible la experiencia y las emociones que ello implica, y colocarlas en el lugar donde deben estar: en las experiencias positivas o en lo que hay que desechar; luego, a través del ritual se da orden a las emociones correspondientes. Concluye el ritual con un compromiso personal de aceptar de manera positiva la siguiente etapa en el futuro.

Y aunque no hay una fórmula perfecta, si hay algunas cosas que éstos tienen en común. Así que un ritual debe disponer de:

    1. Tiempo es el principal factor, pues implicará meditar y para ello debes ir sin prisas.
    2. Reflexión o pensar y valorar lo vivido durante el ciclo, el valor de las experiencias y las emociones vividas en cada momento.
    3. Selección de lo positivo y lo negativo, lo que quieres conservar y lo que quieres desechar emotivamente hablando.
    4. Un elemento tangible como el papel, la naturaleza u otro objeto que te ayude a externalizar tu emoción y te permita hacerlo tangible: una vela, una cena de despedida, un baño con esencias (recuerda que esto tiene por objeto que tu cuerpo y tu mente se involucren en el proceso, sin ninguna atributo mágico o supersticioso.
    5. Soltar, a través de palabras, canciones o gesto alguno, debes soltar tu pasado y disponerte a recibir el futuro.
    6. Compromiso a recibir lo que viene.

Algunos rituales que pueden servirte son:

  1. LA QUEMA DE PAPELES: uno de los rituales más populares, quizá porque es fácil de llevar a cabo, es la quema de papeles.
    1. Ya sea que escribas una carta a esa persona o situación que quieres despedir al cerrar el ciclo; o anotes en un papel lo que quieres olvidar, perdonar o terminar, incluso agradecer.
    2. Una vez escrito, procedes a quemarlo (en un lugar seguro, para no provocar un incendio, claro).
    3. Mientras que el papel se quema, pueden realizarse una reflexión, decir algunas palabras o incluso hay quienes hacen una oración. A la vez, se hace un compromiso personal con el futuro.
    4. Para concluir el rito, se deben desechar las cenizas.
  1. UN LUGAR EN LA NATURALEZA: los rituales de cierre suelen tener el mismo objetivo y, por tanto, similares procedimientos, la esencia es soltar lo pasado y disponerse a recibir con una actitud positiva lo que venta. Esto puede hacerse también en un entorno natural.
    1. Visita tu sitio favorito en medio de la naturaleza.
    2. Permite que tus sentidos perciban el entorno plenamente.
    3. Realiza una reflexión respecto al significado de los acontecimientos vividos durante el ciclo que cierras y las emociones que te despertaron.
    4. Rescata y anota aquello que quieres trabajar en tu ritual de cierre: una partida, una acción de gracias, un perdón, etc.
    5. Dependiendo el lugar en el que te encuentres, puedes elegir alguna clase de actividad que te permita vincularte con los elementos: sumergirte en un río, subir y bajar una loma, trepar un árbol… tú elige.
    6. Realiza la actividad elegida de forma repetida: una para reconocer lo vivido, otra para agradecer, otra para dejar ir las experiencias dolorosas. Por ejemplo, sumergirte tres veces en el agua, abrazar tres veces a un árbol.
    7. No consideres estas actividades como un acto místico o supersticioso, son actividades que te hacen consciente de todo tu ser: actúas tanto con el cuerpo como con el pensamiento.
  1. ORDENANDO LA CASA: ya anteriormente escribí sobre el orden y la influencia que tiene en nuestras emociones.

A lo largo del año vamos acumulando una cantidad de objetos que no siempre tienen un valor o utilidad. Limpiar, desechar, reordenar, son maneras de disponer el espacio físico que habitamos y que, intrínsecamente, influyen en la disposición del ánimo hacia nuevas cosas

Limpiamos de pensamientos o emociones tóxicos.

Desechamos situaciones y personas que nos lastimaron.

Reordenamos nuestras prioridades y anhelos.

La simple actividad de ordenar la casa, abrir espacios y cambiar la disposición de los objetos te da un tiempo valioso para meditar sobre el tiempo pasado y la experiencia vivida. Por ejemplo, encuentras una tarjeta de cumpleaños y recuerdas quién te la dio; entonces piensas qué te hizo sentir el recibirla, cuál es tu relación con quien te la dio, si vale la pena guardarla, en dónde debes guardarla…

Los objetos que dispones en de tu entorno personal van determinando tus prioridades, tus afectos, tus necesidades y tus sueños.

Recuerda que cerrar ciclos te ayuda a quitarte esos pendientes emocionales que pueden atarte a un pasado de forma innecesaria. Pero si te es difícil aún desapegarte de situaciones dolorosas, si no logras identificar qué emociones experimentas o te es complicado identificar una situación que te esté dañando, un profesional de la salud mental y/o emocional puede ayudarte a realizar este cierre de ciclo. JORGE DOMÍNGUEZ>>

De Frente a la Vida |CONTIGO

 

Curso impartido por Jorge Domínguez.

 

La comprensión de sí mismo es un acto obligado. Tal y como aprendimos a caminar, a hablar, a comprender el entorno y su funcionamiento, así mismo es necesario comprender nuestras herramientas tanto con las que hemos nacido como aquellas que con el tiempo se han desarrollado y adquirido.

 

Conocer quién eres y como funcionas, te abre a una riqueza inimaginable para mantener tu mente, tus emociones y tus actos en congruencia, en un estado de salud continuo tanto emocional, físico y psicológico. Te convierte en una mejor versión de ti mismo y es ahí que radica tu fuerza vital.

 

Basar tu experiencia de vida y tu bienestar en la ignorancia de ti mismo te condena a los peores males de tu existir.

 

Es importante comprender que vivimos en el sótano lúgubre de una maravillosa y resplandeciente mansión. A la cual pocas veces, o tal vez nunca, hemos podido conocer sus jardines y sus extraordinarias habitaciones. Para tener acceso permanente a toda nuestra mansión, es primordial conocer nuestra ubicación y la existencia de nuestras capacidades.

 

Frente a la vida contigo es una herramienta obligada para crear una mejor versión de ti, para continuar expandiendo tu conocimiento en plenitud que desembocan en estados de felicidad continua.

 

Durante las 5 horas estaremos frente a frente con aquello que permitirá: optimizar tus relaciones tanto contigo como con aquellas personas que se encuentran en tu entorno, vivir en estados de mayor plenitud con lo que haces, piensas y sientes. Comprender tus actos, tus pensamientos y tus sentimientos. Conocer las diferentes influencias que ayudan o impiden a que obtengas lo mejor de ti.

 

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