Hacer frente a las emociones durante las fiestas decembrinas, con frecuencia, nos coloca ante un crisol de situaciones, recuerdos y sentimientos que se mezclan, nos confunden y pueden llegar a incomodarnos tanto como alegrarnos.

Con frecuencia, el entorno social y publicitario, insiste que durante estas celebraciones debemos estar alegres, tener fe, buena voluntad y fraternidad; no obstante, no todos podemos sentirnos así en todo momento.

Asimismo, tradicionalmente las fiestas decembrinas están caracterizadas por la festividad y la convivencia familiar o entre amigos, pero también con personas con las que tenemos sólo un compromiso social. Ciertamente no todo se presenta en nuestras vidas como una postal navideña y trae a nosotros un cúmulo de emociones que nos confrontan.

IDENTIFICA TUS EMOCIONES

Para poder lidiar con nuestras emociones hay que conocerlas: identificar qué sentimos y, en el mejor de los casos, por qué lo sentimos. Podemos ayudarnos a saber qué sentimos con una especie de catálogo básico de emociones.

Ilusión y alegría: reencontramos a personas que hace tiempo no hemos visto, bailamos, recibimos regalos, salimos de vacaciones, volvemos a casa, etc.

Tristeza: la ausencia, la distancia, la soledad; situaciones que, al contrario de lo que los anuncios televisivos muestra, pueden provocarnos tristeza o melancolía.

Frustración: esta suele ser una emoción muy presente en esta época. Las razones van desde la imposibilidad de viajar a casa, las carencias económicas que nos impidan complacer a la familia, la ausencia hasta no recibir el regalo que tanto anhelábamos.

Enojo: muy diferente a lo que se esperaría en la época decembrina, hay quienes sienten enfado durante estas fechas; aunque esté enfado no siempre será motivado por algo sucedido en la actualidad. Hay historias que dejaron huellas dolorosas en las personas y que pueden despertar el enfado y la incomodidad, nos aísla socialmente. Imagina alguien como Mr. Scrooge…

Apatía y Nostalgia: pasadas las celebraciones tendremos que volver a la realidad, a la cotidianidad, y ello nos genera abulia y nostalgia por los momentos buenos que vivimos.

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¿CÓMO HACER FRENTE A LAS EMOCIONES DECEMBRINAS?

Bajo un esquema elementa que sugiere el enfoque de la inteligencia emocional, debemos partir de estas tres claves:

• Identificar cómo nos sentimos (alegres, tristes, melancólicos, iracundos, etc.)
• Comprender nuestro estado de ánimo, es decir, encontrar el motivo que nos hace sentir así.
• Regular nuestras emociones, intentando adaptarnos a cada situación, sin que esto implique, camuflar nuestro estado de ánimo.

RELATIVIZAR: Una buena estrategia para enfrentar estas fechas implica relativizar el momento. No hay que darle a la temporada más importancia de la que tiene para cada persona; si para ti la Navidad, por ejemplo, no es tan significativa no cedas a la exigencia de que debes estar feliz por ella. Asimismo, puedes convivir con tus seres queridos sin juzgarlos con buena disposición de compartir.

SEGUIR LA RUTINA: Es importante seguir la rutina para despejar el halo de “días especiales”. Si estos días causan ansiedad o melancolía por el peso que otros le dan, la rutina nos permitirá disminuir la exigencia. Quitando los días de celebración, habría que continuar con los horarios de ir a la cama, comidas, etc.  Incluso ello ayudará a mantener la salud.

EXPRESAR LAS EMOCIONES: Como lo he escrito en otras ocasiones, expresas las emociones una vez que hemos comprendido su causa, será una buena forma de externalizarnos y desprendernos de esas emociones, especialmente si nos duelen o incomodan.  Es bueno expresarlas y poner nombre a lo que nos pasa por dentro.

EVITAR LA SOLEDAD: Evita quedarte solo esos días de fiestas. Si estás lejos de la familia, pide a tus amigos o compañeros que te inviten a sus celebraciones, o bien acude a lugares públicos como plazas y restaurantes donde puedas estar en presencia de otros.

Date la oportunidad de tener una actitud distinta frente a las festividades, intenta experimentar las celebraciones decembrinas de diferente manera y experimenta desde otra perspectiva.

Si al analizar tus emociones observas que una parte de tu historia aún te duele o trae a la actualidad heridas del pasado, podemos trabajarlas juntos. JORGE DOMÍNGUEZ>>