Cómo gestionar las emociones aflictivas que te ponen en situación incómoda, te lastiman e impiden mejores relaciones interpersonales.
El equilibrio en lo que sentimos la mayor parte del tiempo es pilar de nuestro bienestar emocional. Aunque ese equilibrio puede verse obstaculizado por pensamientos que nos sacan de nuestro centro.
Hay días en que nuestros pensamientos son cómodos y nos benefician, otros no tanto, lo que está bien. Sin embargo, hay quienes habitual a generar pensamientos que les provocan emociones aflictivas; enemigas de su bienestar emocional y que pueden ser fuente de conductas destructivas.
¿Qué son las emocione aflictivas?
Las emociones aflictivas son aquellas que nos hacen sentir incómodos, con un estado de ánimo alterado y nos hacen pasar desagradables momentos. Lo mismo puede ser la tristeza o el malhumor.
Son aquellos estados mentales y emocionales que a corto, mediano y largo plazo merman el bienestar. Estas generan agitación interna, nublan el entendimiento y privan de libertad; afectan nuestro comportamiento y la forma de interpretar lo que sucede.
Experimentar estas emociones puede hacer que nuestro cerebro libere adrenalina, cortisol y otras hormonas vinculadas a la respuesta del estrés.
¿Cuáles son las emociones aflictivas?
En general, las emociones conflictivas, como ya señalé, son aquellas que nos hacen sentir mal e incómodos, dañan nuestro bienestar. En particular podemos hacer una lista de algunas de ellas a manera de ejemplo.
Celos, rencor, envidia, rabia, frustración, decepción, culpa, dependencia, resentimiento, miedo, enojo…
Aunque no se trata de evitar estas emociones, ellas son naturales y sentirlas de vez en cuando es normal. Lo dañino es cuando las vivimos de manera habitual y hacemos de ellas una tendencia emocional, pues dañan nuestra salud emocional e impiden vivir plenamente.
¿Cómo sé si siento emociones aflictivas?
Las emociones aflictivas se caracterizan por:
- Son inevitables.
- Generan respuestas automáticas
- Generan estados emocionales negativos
- Nos nublan el juicio
- Pueden ser adictivas
Cómo gestionar las emociones aflictivas
Como ya he dicho, tener emociones aflictivas en algún momento no está mal, lo que no debemos permitirnos es atorarnos en ellas y no hacer de ellas una respuesta aprendida ante ciertas situaciones.
Aprender a gestionar este tipo de emociones será lo más apropiado.
Aquí algunas claves para lograrlo:
- Identifica la emoción que estás sintiendo y ponle un nombre.
- Evita calificar tus emociones como positivas o negativas; valóralas como aquellas que te hacen sentir bien y las que no tanto.
- Analiza los pensamientos que vienen con tus emociones
- Identifica cuándo sueles tener emociones aflictivas que te incomodan o lastiman.
- Reconoce qué comportamientos te producen las emociones aflictivas y son habituales. Por ejemplo, siempre que te enojas, gritas; o siempre que estás triste comes chocolate.
- Dales tiempo a tus emociones, no las evadas; pero tampoco las hagas un hábito. Vuelve al presente y construye a partir de la experiencia que te han dejado las emociones
- Plantéate cómo puedes contrarrestar los efectos de tus emociones aflictivas. Si te sientes triste, luego de hacerte consciente de tu emoción, busca recursos que te devuelvan el balance: sal a dar un paseo, escribe un diario, visita a tus amigos.
Deja que todas tus emociones fluyan, no te atores en un momento y trabaja en el aquí y el ahora.
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