Encontrar una manera de cómo dejar de sentirte insuficiente te abrirá oportunidades que sí aprovecharás y podrás emprender una vida más plena.
Muchas puertas se cerraron para María, más bien ella las cerró para sí. Para cada sueño, para cada oportunidad, había una limitación en su pensamiento: no soy suficientemente buena, no soy suficientemente bonita, no soy suficientemente esbelta, no soy suficientemente hábil…
Sentirse siempre insuficiente le arrebató tantas posibilidades para vivir de manera plena y cumplir sus anhelos. Una trampa que ella misma tendió en su camino y ante la cual tuvo dificultades para salir.
¿Por qué María no se sentía suficiente?
En realidad, es difícil explicar el significado de “suficiente” para cada uno de nosotros, incluyendo a María. Sin embargo, la sociedad parece que cada día exige más de nosotros.
Hay una especie de anhelo de perfección que requiere el dominio de todas las áreas de la vida, evade el fracaso y nos presiona a trabajar cada vez más arduo en cada ámbito. Una labor imposible pero que con frecuencia nos creemos como nuestra realidad.
Una competencia constante que nos abruma y lanza mensajes de lo inapropiados que estamos para experimentar el éxito. No vayamos lejos, sólo es cuestión de darnos una vuelta en las redes sociales y parecería que todo el mundo tiene esa vida ideal menos nosotros. Todo es luminoso, saludable, estético… Al final la vida es un escenario de presión y frustración.
Y eso le pasó a María… Ella que no tenía el vientre plano como la modelo de Instagram, no tenía la casa tan linda como se veían las de Pinterest, ni había tenido una propuesta de matrimonio como su amiga en Facebook y no se sentía tan “intelectual” como todos los que veía discutir en Twitter.
Incapacidad de reconocer los propios logros
Pero eso no era lo único, la autoestima de María estaba por el suelo. Desde la adolescencia, se había sentido poco agraciada y valerosa, con limitantes en ciertas áreas académicas y solitaria.
Así que poco a poco comenzó a sentir que era incapaz de alcanzar el nivel esperado por los demás, y mucho menos lo que ella esperaba de sí misma. No obstante, estaba buscando un modelo ideal que dista del autoconcepto que ella tenía de sí misma.
Sin embargo, María tenía sus triunfos y era incapaz de reconocerlos: estaba saludable, tenía una carrera y un buen trabajo; tenía un techo sobre su cabeza y, en realidad, sus preocupaciones eran mínimas.
Su malestar y su sentimiento de insuficiencia eran producto de mundo competitivo donde importa más quién ostentas ser, que has logrado monetariamente, en que grane empresa trabajas y con quién vas a casarte.
Esto hacía que María se pusiera cada vez más metas, una tras otra, apenas cumpliendo una ya tenía otra aspiración, sin detenerse a disfrutar de los logros de la anterior, sin gozar del proceso. Así, llegó a ser incapaz de reconocer sus propios logros.
Consecuencias de sentirte insuficiente
Sentir que no eres suficientemente atractiva o atractivo, suficientemente inteligente o suficientemente divertido puede hacer que las personas trabajen más duro, se exijan más cada día, se autocastiguen por no cumplir los estándares que se autoimponen y al final seguirán sintiendo que no son suficientes.
O, por el contrario, habrá quienes comenzarán a limitar su comportamiento y sus actividades, como le sucedió a María. Ella pronto perdió la motivación para buscar un puesto más alto en el trabajo: no creía que se lo fueran a dar porque “no era suficiente…” Su vida social se redujo pues temía no ser suficientemente divertida o interesante para otras personas.
El sentimiento de insuficiencia:
- Limita el comportamiento.
- Nos hace creer que nuestras opiniones no valen y se silencian.
- Inhibe la iniciativa para actuar o hacer proyectos por temor a equivocarse.
- Evitará tener metas y sueños porque le faltarán habilidades para alcanzarlos.
- Representa una gran exigencia para las personas al igual que mucho trabajo.
- Hay un constante sentimiento de frustración e infelicidad.
¿Cómo dejar de sentirte insuficiente?
Si tú, como María, has sentido que no eres suficiente, puedes seguir estas claves básicas y trabajar contigo para deshabilitar este pensamiento y transformar tu vida.
1. Piensa cómo nacieron tus ideas de “insuficiencia” y en qué áreas de la vida te afectan más.
2. Aprende a diferenciar lo que son tus pensamientos y lo que es tu realidad. Tal vez creas que no eres lo suficientemente bella, pero quizá estás aspirando a un modelo de belleza imposible porque es producto de la mercadotecnia. Deberás reconocer que tú tienes tu propia belleza y debes destacarla, no esconderla.
Recuerda que no es lo mismo creer que no eres suficiente a realmente serlo. Tendrías que pensar en todos los logros que alcanzados y repensar también lo que significa ser “suficiente”.
3. Deja de esforzarte en exceso. En el esfuerzo de ser suficiente se nos va la vida, sin disfrutar de lo que sí tenemos, de lo que sí podemos y de lo que sí somos.
4. Valora tu esfuerzo y resultados día a día. Haz un inventario de lo que sí has logrado en la vida, de los momentos en que tu esfuerzo te ha llevado al triunfo.
5. Valórate como persona sin importar si crees que aún tienes mucho por lograr. Recuerda que siempre seremos piezas inacabadas, que podemos irnos perfeccionando, aunque nunca llegaremos a ser totalmente perfectos. Deja de pensar que eres sólo el producto de este esfuerzo por serlo.
Trabaja con tu autoestima y valora que más que un trabajo, un coche, un título o una figura envidiable, dentro de ti hay cualidades que son por los que la gente debe respetarte, amarte y apoyarte.
6. Deja de compararte. Al compararte con alguien más, pierdes de vista todo lo que tienes para ofrecer al mundo y una manera única en la que solo tú puedes hacerlo.
7. No busques que otros te validen. Una de las grandes causas de sentirte insuficiente es que tu baja autoestima te impulsa a buscar aprobación en los demás. El resto de la gente está luchando sus propias batallas, no están para validarte y darte el título de “suficiente”, no es su responsabilidad hacerte sentir mejor en este sentido.
JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA | SESIONES ONLINE