Cómo ayudar a los jóvenes con las secuelas del confinamiento que ha dejado marcas en su salud física y emocional.
Llegó la pandemia por Covid 19 y todos nos preocupamos por estar a salvo. Los negocios cerraron, las oficinas se mudaron a casa y los dormitorios domésticos se convirtieron en las nuevas aulas escolares. Fue difícil, pero “nos adaptamos” a estas condiciones que tenían por objeto sobrevivir.
Sin embargo, hoy ya vivimos las severas consecuencias de este confinamiento y la vida en casa; los más afectados son especialmente los niños y jóvenes. Si bien los niños tendrán efectos significativos en el desarrollo de ciertas habilidades debido al encierro, hoy son los jóvenes quienes reportan complicaciones severas en la salud mental que se deben atender de manera inmediata.
La socialización de los jóvenes
Los jóvenes están en una edad fundamental para la socialización. Este es un proceso de aprendizaje de ciertos conocimientos, actitudes, valores, aspectos culturales, costumbres, necesidades y sentimientos que marcan de manera estable las pautas de adaptación social. Pero también, socializar permite a los jóvenes generar vínculos diversos a los que tienen con sus padres y familia, lo que le permite encontrar una identidad propia, tener un sentido de pertenencia y formar una personalidad empática y flexible frente a los demás.
Privar a los jóvenes de esta socialización y el contacto directo con sus compañeros, habrá de marcarlos con mayor impacto que a los adultos. Hoy ya empieza a reportarse en los jóvenes sensación de soledad y falta de compañía, así como aislamiento y exclusión, entre otras de las secuelas del confinamiento.
Las Secuelas del Confinamiento
Tristeza y Frustración
Los jóvenes que han pasado largas jornadas en casa tienen que enfrentarse al hecho de extrañar a sus amigos y acentuar con ello su sentido de soledad. Por tanto, se sienten tristes, hartos del encierro y frustrados. Además, evidencian fatiga mental.
De acuerdo a estudios realizados en jóvenes, éstos han sentido poco interés o placer en hacer actividades y se han sentido decaídos, deprimidos o sin esperanzas durante varios días. Asimismo, sus emociones son inestables, dibujan un péndulo entre la estabilidad y el descontrol, por lo que tampoco se escapan de tener conflictos internos y con los padres.
Ansiedad y depresión
La ansiedad será una de las secuelas del confinamiento más frecuente. Cerca de un 70% de los jóvenes se han sentido nerviosos, angustiados y muy tensos. Además, se han sentido incapaces de controlar la preocupación, lo que se ha manifestado a través de cuadros ansiosos y trastornos del sueño o síntomas somáticos.
Dolores corporales
La imposibilidad de practicar deportes al aire libre, los trastornos del sueño y la ansiedad han provocado también dolores corporales. Estos deben ser atendidos desde la perspectiva apropiada, con ejercicios de rehabilitación para introducirse poco a poco a nuevas rutinas corporales.
El consumo de alcohol
El consumo de alcohol, tabaco, cannabis y psicofármacos se vio elevado durante el confinamiento de la pandemia, pero no sólo en los adultos sino también en los jóvenes, bien por evitación de emociones negativas, afrontamiento de nuevas dificultades o como una vía de experimentar nuevas sensaciones frente al aburrimiento.
Hábitos insanos
La interrupción de la rutina cotidiana ha favorecido la instauración de hábitos perjudiciales, tales como: sedentarismo, dietas poco saludables, patrones de sueño irregulares o mayor uso de pantallas que pueden derivar en problemas físicos, ganancia exagerada de peso, obesidad e insomnio.
Violencia intrafamiliar
Un aspecto que sociedades y organizaciones internacionales alertan como un fenómeno de gran magnitud es el de la violencia intrafamiliar y sus efectos en niños y adolescentes. Este fenómeno en tiempos de pandemia por Covid 19 es una lamentable realidad que sufren día a día niñas, niños y adolescentes.
Programa de Desarrollo de Talentos contra las secuelas del confinamiento
Ante los riesgos que la salud física y mental que se presentan en los jóvenes, es importarte proveerlos de herramientas que les permitan una mejor gestión de lo que sienten, así como la potencialidad de adaptarse a la nueva normalidad de mejor manera.
Un recurso que les puedes brindar es el Programa de Desarrollo de Talentos, donde el individuo es capaz de habilitar recursos mentales que antes permanecían inactivos y expandir su conciencia, desbloquear áreas subconscientes, creencias limitantes y depurar experiencias del pasado que hoy ya no son útiles, para abrir nuevos caminos que le permita desarrollar exponencialmente sus talentos.
Este programa ayuda a lograr seres capaces de memorizar, concentrarse y utilizar su intuición, ser más responsables, más creativos, mejorar su conducta y convertirse en seres humanos más felices y más seguros de sí mismos.
Algunos de los beneficios que este programa:
- Incrementar la autoestima
- Mejorar la concentración
- Canalizar adecuadamente sus emociones
- Tomar conciencia de sus funciones como ser humano
- Estructurar eficazmente su pensamiento
- Actuar de manera asertiva
- Expresar sus emociones
- Ejecutar las actividades de manera adecuada y oportuna
- Comunicar asertivamente sus necesidades
JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA