Esta ocasión te doy algunas claves de cómo afrontar la soledad en Navidad y que dejes de temer a estas fiestas.
Para muchos esta Navidad será particularmente compleja, habrá quienes la pasarán distantes de su familia y amigos, la tendrán que afrontar en soledad. Incluso, habrá quienes la vivan en un duelo por la pérdida de seres queridos en este 2020, a raíz de la pandemia por Covid 19.
Sea cual sea el motivo, afrontar la soledad en Navidad no es una tarea fácil, ésta nos hace vulnerables a la melancolía, la tristeza e incluso la depresión. Y no es que la soledad sea diferente al resto del año, sino que durante las fiestas decembrinas parece mayor y más difícil de sobrellevar.
Soledad decidida o impuesta
Asimismo, las condiciones en que se vive la soledad son variables a considerar al gestionarla. Hay quienes han optado por la soledad y a quienes se les ha impuesto. Es diferente cuando no disponemos de compañía porque así lo hemos elegido, o porque deseando estar en compañía no tenemos con quien pasar estas fechas.
En este último caso, la soledad no deseada genera sufrimiento y puede ser dañina a todos los niveles e impactar muchísimo sobre la salud. Es entonces cuando se debe actuar oportunamente.
Igualmente, podemos afrontar la soledad ante la ausencia física de otras personas, pero también el sentimiento de soledad cuando rodeados de personas nos sentimos sin la facilidad de compartir con los demás o que éstos no tienen el interés por hacerlo.
Estas variables nos permiten identificar si la soledad es un lastre que nos pesa o una compañera que nos da lugar al encuentro apacible con nosotros mismos.
¿Por qué me duele la soledad en Navidad?
La soledad que llega por la lejanía o la pérdida de un ser querido es dolorosa, porque la vida nos la impone. En la Navidad, cuando tendemos a la reflexión, los recuerdos, la añoranza, a veces se produce el síndrome de la silla vacía, una condición emocional que se detona al revivir el dolor por quienes ya no están, ya sea porque han muerto o se han separado de nosotros.
Tal situación es dolorosa porque implica la pérdida o el recuerdo de la ausencia irremediable de nuestros seres queridos, pero también puede dolernos porque la soledad es autoimpuesta.
La soledad puede doler entonces por las emociones negativas que nos despierta estar en soledad, aun cuando así la hemos decidido. Esta condición se derivada de nuestra baja autoestima, pues nos sentimos incapaces de pasar tiempo con nosotros mismos, apreciando lo que valemos, en respeto y amor propio. Una situación que requiere un trabajo profundo para asumir que como única compañía valemos la pena.
Igualmente, la baja autoestima nos orilla al aislamiento en algunas ocasiones, nos impide socializar porque nos da miedo el rechazo o que otros nos juzguen tan severamente como lo hacemos nosotros. Por ello, nos imponemos la soledad, no sin que ésta resulte incómoda o dolorosa. Ello también requiere de un trabajo en el auto cocimiento y la autoestima.
Cómo afrontar la soledad en Navidad
Sea cual sea el motivo, si vas a pasar estas fechas en soledad, puedes planear cómo hacerlo de la mejor manera.
- Define si la soledad es voluntaria o no. Así podrás hacerte consciente del peso que le estás dando y lo que te afecta en realidad.
- Tienes la opción de no celebrar las fiestas decembrinas y realizar otro tipo de actividades que te distraigan y las hagan pasar desapercibidas. Solo si estás convencido, convencida de ello.
- Disfruta la fiesta en tu propia compañía. Haz planes para cenar, tener una cita contigo e incluso darte un regalo. Realiza actividades que disfrutes.
- Acude a tus redes de apoyo para compartir con algunas personas cercanas la celebración.
- No te aísles. No esperes que sean otros quienes busquen relacionarse contigo. Llama a tus amigos o familia, incluso —si las condiciones son propicias— queda con ellos para celebrar.
- En caso de carecer de redes de apoyo, puedes hacer un plan con actividades que disfrutes.
- Utiliza la tecnología para acercarte a tus seres queridos.
- Opta por pasar el tiempo ayudando a personas que más lo necesitan. Haz voluntariado en refugios u organizaciones que requieran de gente que les apoye en estos días.
- Considera que la Navidad está llena de una carga social y cultural festiva que nos impone estar felices y en compañía. Quítate esa carga y dale tu propio significado.
- En lugar de dejarte vencer por los sentimientos tristes, fomenta tus pensamientos positivos.
JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA