Hoy más que nunca necesitamos tener claves para ganar en asertividad y evitar la violencia comunicativa que se difunde, especialmente en las redes sociales.  

Hoy las redes sociales hacen más que evidente la falta de asertividad en la comunicación de cualquiera de nosotros. No hace falta ser un influenciador para tener un espacio en el que verter nuestras opiniones, todos tenemos un lugar para expresarnos; pero son pocas las veces en que en estas plataformas vemos conversación, espacio para el diálogo (bidireccional). 

Escuchamos para reaccionar, no para comprender.  

Por ello considero importante, abrir un espacio para hablar de asertividad.  

Claves para ganar en asertividad 

La asertividad es la posibilidad de proclamar una afirmación de certeza de algo, generalmente de índole personal; es decir, expresar nuestra opinión de forma firme.  

Esta es una habilidad social que permite comunicarnos de una forma consciente, clara, sin afectar los derechos de las demás personas a hacer lo mimo. La asertividad entonces se encuentra asentada en el respeto, la empatía y la reciprocidad.  

Como habilidad humana, se sustenta en la autoconfianza y autoafirmación individual y no en un plano emocional bajo la ansiedad, la culpa o el enojo, etc.  

Autoconfianza 

En la autoconfianza encontramos la posibilidad de creer en nosotros mismos. Nos hemos conocido, sabemos la forma en que nos conectamos con la vida y con el mundo, entendemos nuestras deseos y necesidades, sabemos identificar nuestras emociones, nos conocemos y confiamos en nosotros por ello.  

Confiar en nosotros mismos es básico para el desarrollo de la autoestima y el crecimiento personal. Sin la autoconfianza es imposible establecer límites, permanecer en un lugar seguro, afrontar la adversidad, etc. En la autoconfianza reside el impulso que nos hace crecer y enriquecernos ante la gran diversidad de experiencias. 

Nuestra visión del mundo depende de cómo nos vemos a nosotros mismos, al igual que nuestra relación con las demás personas.   

Inteligencia emocional 

Cuando somos capaces de aceptarnos, validarnos y reconocer nuestras emociones, entonces estamos listos para comunicarnos con asertividad.  

La inteligencia emocional es también una habilidad en la que nuestra capacidad de gestionar emociones es precisa, responsable y efectiva para la vinculación interpersonal.  

Cuando hablamos de la inteligencia emocional, nos referimos a la habilidad de entender, usar y administrar nuestras propias emociones en formas que reduzcan el estrés, ayuden a comunicar efectivamente, empatizar con otras personas, superar desafíos y aminorar conflictos. 

Exprésate 

Los pilares anteriormente descritos sustentan la asertividad, ya que somos capaces de reconocer lo que sentimos, lo mismo aquellas sensaciones que nos hacen sentir incómodos, así como los aspectos positivos que nos brindan plenitud, entonces tenemos las herramientas para ser asertivos y comunicarnos eficientemente, estableciendo una mutualidad: un diálogo.  

De este modo, la comunicación asertiva se convierte en uno de los pilares sobre los que se construyen las relaciones sólidas y de confianza, ya que fomenta un ambiente donde reina el respeto, la empatía y la honestidad, así como la motivación y el compromiso. 

¿Cómo ser asertivo? 

Algunas claves para ganar en asertividad y lograr esa comunicación exitosa se basan en:  

• Identifica tu estilo de comunicación, tu tono y expresiones. Reconoce y algo de ello te ha causado problemas y debe ser modificado.  
• No supongas ni trates de adivinar lo que los demás piensan o dicen. Pregunta y confirma. 
• Habla desde el “yo”. Deja claro que es tu postura y tu deseo, tu percepción y tu sentir. No adjudiques a los demás lo que a ti te sucede. No es lo mismo decir “me haces sentir” —expresión acusatoria—, a “siento”: una expresión que nos deja la responsabilidad y control de las emociones a nosotros mismos.   
• Evita acusar y juzgar. Como en el punto anterior, recuerda que gran parte de las conversaciones con los demás dependen de nuestras percepciones y no de una realidad determinada. Así que evitemos hacer a otros responsables de nuestras necesidades emocionales. 
• No generalices. Nadie, nunca, siempre, todos, son expresiones que buscan evitar la responsabilidad en el diálogo y no son útiles para consensos y acuerdos.  
• Cuida tu lenguaje corporal, éste se expresa mucho mejor que tú, pero suele no tener filtros. Intenta ser congruente con lo que estás intentando transmitir. Lo mismo, con tu tono de voz.  
• Gestiona tus emociones. No hables desde la rabia, la euforia o la frustración, pues estas son momentáneas. Como dicen: no tomes decisiones permanentes bajo condiciones temporales como las emociones. Date tu tiempo y gestiona tu sentir, cuando logres entender lo que está pasando y lo puedas procesar, será momento de hablar.  

La asertividad es una habilidad que se adquiere con la socialización y la práctica. Si se te dificulta conversar con otros, crea escenarios en donde puedas ejercitarte y generar las mejores respuestas para las múltiples ocasiones que pudieras vivir.  

Ser asertivos es algo que trabajamos para nosotros mismos, para tejer mejores vínculos y relaciones con los demás, en el camino los demás se ven beneficiados porque saben que pueden contar con nuestra honestidad respetuosa y cuáles son nuestros límites.  

JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA