Tomando en cuenta estas claves del pensamiento positivo puedes lograr un cambio para ver la vida diferente y alcanzar el bienestar emocional que mereces.
Seguramente te habrás topado con personas que en días no muy buenos te digan “piensa positivo”, o en las redes sociales habrás leído múltiples mensajes que lo digan. Hoy esta frase es una especie de mantra que se va repitiendo por ahí, y es porque “pensar positivo” tiene grandes beneficios para nuestra salud física y emocional.
Pero, aunque todo sugiera que pensemos positivo, no siempre nos dicen cómo hacerlo, o cómo evitar el pensamiento negativo que, en ocasiones, es más fuerte que el optimismo deseado. Veamos aquí cómo podemos tener un pensamiento positivo y ver la vida diferente.
Ver la vida de forma diferente
Las personas tenemos múltiples opciones para ver el mundo de forma cotidiana; hay quienes tienden a verlo desde la parte más gris y triste, digamos, la versión más negativa, aunque ello implique con frecuencia sentir angustia, frustración e incertidumbre. Pero hay quienes experimentan su existencia a través de pensar positivamente.
El pensamiento positivo nos lleva a ver las cosas con una perspectiva alegre, enriquecedora y optimista; ello puede resultar muy saludable porque nos da alternativas, nos motiva a encontrar caminos y hacer uso de herramientas internas para vivir mejor.
De tal modo, pensar positivo no es una manera de evadir la realidad sino de enfrentarla de otra manera; es elegir una opción que nos permita sentir mejor y con mayor fuerza para sobrellevar la cotidianidad por muy dura que sea. Está estrechamente vinculado con una actitud optimista.
¿Por qué todos sugiere pensar positivo, qué tiene de bueno?
Párrafos anteriores señalé que hoy es una tendencia recibir múltiples mensajes que nos inviten a pensar positivo. No es por moda totalmente, sino porque cada vez más la ciencia nos dice los beneficios que tiene para nosotros ser más optimistas.
- Los pensamientos positivos nos ayudan a lidiar con el estrés, lo que ya tiene un impacto bueno en la salud física y mental.
- Pensar en positivo ayuda a combatir el dolor y la enfermedad. Una visión positiva de la vida nos ayuda a producir hormonas que minimizan las dolencias y ayudan a la pronta recuperación.
- Además de los beneficios que te brinda en el tema de la salud, pensar positivamente mejora nuestras relaciones personales. ¿A quién conoces que le guste estar con una persona que se queja de todo o que sólo ve el lado malo de las cosas? Los optimistas son siempre más atractivos.
¿Cómo tener pensamiento positivo?
La manera en la que enfocamos nuestros pensamientos es aprendida, por lo que quienes suelen tener pensamientos negativos deberán desaprender su tendencia a solo ver la parte más gris de la realidad y reenfocarse a ver también las cosas buenas.
1. Identifica tus pensamientos negativos. Como en otros momentos lo he escrito, lo primero que debemos hacer para cambiar algo es identificar las condiciones en que sucede eso que queremos cambiar o eliminar de nuestras vidas. Bastará un par de días para que te habitúes a identificar cuándo te surgen pensamientos negativos, cuál es el contexto en que éstos surgen y cómo son esos pensamientos, además de las emociones que te provocan.
Si es necesario has una relación de pensamientos significativos a lo largo del día: pensamientos negativos, positivos, neutros… así podrás identificarlos mejor.
2. Cambia tu lenguaje. Ya que conoces qué clase de pensamientos negativos tienen y bajo qué circunstancias, comienza a cambiar las palabras que utilizas. Recuerda que el lenguaje nos determina, y si repites frecuentemente una idea negativa terminarás por creerlo (la buena noticia es que si repites una positiva, también terminarás por creerlo, ¿cuál quieres creer?).
Analiza tus expresiones y reduce aquellas que comienzan con condicionales (si hubiera ido, su fuera más alto, si esto no estuviera pasando…) y reemplazarlas con afirmaciones en formas verbales que no impliquen suposición (indicativo): fui, voy, estoy. Esto te permitirá vivir en el presente. Además, evita usar la palabra NO.
3. Enfócate en el presente. Ya te lo decía en el párrafo anterior, hay que estar en el aquí y ahora para evitar los pensamientos tremendistas hacia el futuro o la pesadumbre de la nostalgia por un pasado que incluso no sucedió.
4. Trabaja con tu autoestima. En ocasiones las personas tienen pensamientos negativos porque no creen que cosas buenas les puedan pasar a ellas. Si generas un concepto positivo de ti mismo, de ti misma, y reconoces tu valía, producirás pensamientos más positivos de la vida.
5. Evita la gente tóxica. Existen personas tóxicas que suelen viciar el ambiente en el que estamos con comentarios y palabras negativas. Las actitudes se contagian y la gente tóxica sólo tiene para dar cosas negativas. Mejor rodéate de gente positiva.
Si tu pesimismo te ha llevado a momentos extremos de angustia, estrés, frustración o depresión, es momento de pedir ayuda para guiarte en el camino del pensamiento positivo a través del trabajo interior de tus emociones.
