Cómo educar en la tolerancia debe ser un tema del que hablemos con mayor frecuencia en nuestros tiempos, ahora que las ciudades son cada vez más diversas y, asimismo, hay mayor violencia contra aquellos que son diferentes es importante que seamos más tolerantes.
Educar en la tolerancia es enseñar a los más jóvenes, e incluso a nosotros los adultos, que podemos vivir en armonía con <<el otro>> y evitar los conflictos que hoy parecieran aumentar debido a la intolerancia.
¿Qué es la tolerancia?
Aunque hay quienes cuestionan que la tolerancia es una especie de aceptación “resignada” hacia los otros, como aguantarlos sin aceptar sus diferencias, sin respetarlos; que, por el contrario, más que tolerancia debemos fomentar el respeto, difícilmente podremos respetar a quienes no concuerdan con nuestros valores y creencias si no los toleramos.
La tolerancia es una virtud que fundamenta la no violencia y evita el conflicto. Es tener la capacidad de aceptar a otras personas que no son ni piensan como nosotros, o que no tiene costumbres como las nuestras; que sus valores, reglas y estilos de vida distan de lo que solemos aceptar como propio.
En el trasfondo de la tolerancia está el desarrollo de nuestra empatía y el respeto hacia los demás, lo que ya mejora la situación de El Otro y la nuestra, al dar lugar a un mundo más pacífico.
Tolerar implica el respeto íntegro hacia el otro, hacia sus ideas, prácticas o creencias, independientemente de que choquen o sean diferentes a las nuestras. Es reconocer que todos somos singulares y distintos, lo que nos enriquece como sociedades; respetar a otros es respetar nuestras propias diferencias.
¿Cómo educar en la tolerancia?
Todos podemos aprender a ser tolerantes, y entre más temprano mejor. La tolerancia fomenta una actitud pacificadora que motiva a la resolución de conflictos de manera respetuosa y asertiva; promueve y facilita conductas que nos permitan ver aquello diferente desde el respeto y la aceptación.
Se cuenta que durante los años 60 cuando Estados Unidos se encontraba en plena lucha por los derechos civiles de los afroamericanos, y también combatía en Vietnam; unir a soldados afroamericanos y blancos en las trincheras fue una experiencia inigualable para superar los prejuicios y estereotipos que impregnaba en la sociedad. La convivencia de unos con otros permitió abrir caminos para el respeto y la tolerancia.
Así, lo primero que hay que derribar para educar en la tolerancia, son los estereotipos y prejuicios. Debemos de dejar de ensañar a los niños a través de las etiquetas que sólo polarizan: bueno/malo, negro/blanco, niño/niña, flaco/gordo… Los estereotipos y prejuicios sólo infunden una visión parcial de la realidad.
Para diluir el efecto de los estereotipos y prejuicios es útil realizar actividades de sensibilización y toma de conciencia sobre prejuicios y estereotipos; se pueden dar a través de cuentos (si se trata con niños) o experiencias de convivencia.
Asimismo, hay que realizar actividades en las que se ponga en práctica la tolerancia; se pueden llevar a cabo roles de juego para practicar la empatía.
Buscar el cambio en el lenguaje propio y de los niños, evitar hacer críticas y burlas contras sujetos diferentes. No permitas los insultos ni las burlas por ningún tipo de condición.
Considera que la tolerancia no sólo es aceptar sino interactuar y convivir pacíficamente con el otro, por ello se puede fomentar la cooperación; que los niños aprendan a ayudarse, a comprenderse, a pedir ayuda y colaborar entre ellos. Esta fue la experiencia en el caso de los soldados estadounidenses en Vietnam.
Así como tenemos que anular el efecto del estereotipo, también debemos enseñar a apreciar la diferencia como una aportación a la belleza de la diversidad y la interacción entre cada uno de nosotros como miembros del grupo que nos complementamos y no nos dividimos.
Por supuesto, educar en la tolerancia no sirve si no fomentamos este valor con el ejemplo. Participemos de una cultura de tolerancia desde el hogar hasta la vida social y practiquemos para dar ejemplo a los demás. Educar en la tolerancia es también asegurar un ambiente pacífico para nosotros, un entorno de respeto y armonía.
Finalmente toma nota de que la tolerancia no es la indulgencia fácil y el condescender a comportamientos que sobrepasan los límites y atentan contra el bien común.