Entre el descenso de temperatura, el cambio de color de las hojas de los árboles y las celebraciones familiares como el Día de Acción de Gracias, tan próximo a la Navidad, nos vamos poniendo nostálgicos y, sabedores del muy cercano fin de un año más, vamos haciendo memoria de lo vivido y con ello de aquellas cosas que hay que agradecer.
Sirva, entonces, este contexto para hablar de la gratitud, porque ser agradecidos no sólo es una virtud, sino también una forma de mantener la salud emocional.
Decía la abuela “es de bien nacidos ser agradecidos”.
Se considera que ser agradecido es una disposición a reconocer los beneficios o favor por aquello que de alguien o algo hemos recibido. De acuerdo a diversas teorías psicológicas la gratitud es una emoción positiva que expresa que valoramos lo hecho por otros, es un aprecio hacia aquello que hemos recibido como ayuda de parte de otros, o incluso de parte de la vida o dios.
Ser agradecido es un acto consciente de reconocimiento y aprecio hacia lo que los demás hacen por nosotros, y ello nos motiva a la reciprocidad; es decir, a corresponder con la misma buena voluntad cuando los otros así lo requieran. La gratitud es una forma de construir lazos, de empatizar y de generar armonía con las personas que están a nuestro alrededor.
Hoy en día, la psicología positiva ha planteado una estrecha relación entre la gratitud y el incremento del bienestar en los individuos y su entorno; y para ello se han propuesto algunos ejercicios que buscan aumentar nuestros niveles de gratitud. Por ejemplo, Un Diario de Gratitud en el que hay que escribir diariamente un determinado número de cosas que te gustaría agradecer. También hemos visto retos o desafíos en redes sociales, especialmente Facebook, en el que unos a otros se motivan a agradecer algo bueno por algunos días y compartirlo en su “muro”.
BENEFICIOS DE SER AGRADECIDOS
Así, los efectos de la gratitud han sido estudiados por la psicología de unos años a la actualidad, y en diversos estudios se considera que las personas agradecidas tienen mayor nivel de bienestar:
- Son más felices
- Se sienten menos deprimidas
- Están menos estresadas
- Se mantienen más satisfechas con su vida
- Consideran mejores sus relaciones sociales
- Tienen mayores niveles de control de sus circunstancias
- Cuentan con un propósito en la vida
- Se aceptan más a sí mismos
- Son más positivos
- Aprender a lidiar con sus problemas y a pedir ayuda
- La gente agradecida duerme mejor, pues tiene menos pensamientos negativos
- Incluso se ha identificado que enferman con menos frecuencia
- Realizan ejercicio con más regularidad
- Tienen más energía, entusiasmo, determinación y concentración
Sin duda, ser agradecidos con la vida y con todo aquello que nos proporciona bienestar, a la vez genera en nosotros un estado grato que multiplica las bondades de nuestro entorno y nos motiva a vivir mejor.
Por ello, en esta ocasión no perderé la oportunidad para agradecer a ti, que lees este texto, que visitas mi página e incluso sigues mis redes sociales. Gracias por tu confianza y compañía.