Con esta entrada sobre autoestima en las personas ciegas abro espacio para tratar más temas sobre la salud emocional en personas con discapacidad. Espero que te guste y que lo compartas con los demás para visibilizar más estas cuestiones.
Este martes se celebra el Día Mundial del Braille, una fecha que busca crear mayor conciencia sobre la importancia de este sistema como medio de comunicación para la plena realización de los derechos humanos de las personas ciegas y con deficiencia visual.
Un día que también nos da motivo para reflexionar en la salud emocional y mental de las personas con alguna discapacidad visual, un tema que se aborda poco en la comunidad pero que es relavante para ser más inclusivos. ¡Así que vayamos a ello!
¿Qué es el sistema braille?
El braille es un sistema de lectura y escritura táctil pensado para personas ciegas. Fue ideado a mediados del siglo XIX por el francés Louis Braille, que se quedó ciego debido a un accidente durante su niñez, mientras jugaba en el taller de su padre.
Este no es un idioma, sino un alfabeto. Con el braille pueden representarse las letras, los signos de puntuación, los números, la grafía científica, los símbolos matemáticos, la música, etc.
Las personas ciegas o con deficiencia visual recorren dichos puntos con la yema de los dedos y, a través del tacto, logran distinguir diferencias entre ellos, lo que les permite identificar las distintas letras, números y signos de puntuación.
Ventajas del braille
Aunque el sistema no es del todo práctico, tiene muchas más ventajas que contrariedades; entre los beneficios podemos destacar:
- Posibilita que las personas ciegas o con déficit visual puedan leer y escribir, ya sea con punzón, máquinas Perkins o teclados adaptados.
- En el caso de las personas ciegas y sordas constituye el único medio de acceso a la cultura y el aprendizaje.
- Fomenta la integración en todos los ámbitos: escolar, social y laboral.
- Favorece el respeto a la diversidad de las personas.
- Potencia la autoestima de las personas con discapacidad visual.
- Beneficia la autonomía personal de los niños y personas afectadas.
- Ayuda a desarrollar el tacto y refuerza el tono muscular.
- Es una gran herramienta para el aprendizaje no sólo de la lectoescritura, sino también del juego simbólico y de ciertas habilidades.
- Favorece la expresión y la comunicación.
Ser ciego en un mundo visual
Como observamos, el braille es un sistema que facilita la incorporación productiva de personas ciegas o con deficiencia visual a entornos académicos y laborales. Este brinda herramientas para un mejor desempeño social, pero no garantiza (como nada puede hacerlo) la realización plena del individuo.
Y no es que deposite en este sistema la responsabilidad de ello, sino que me permite reflexionar si basta esta clase de sistemas adaptativos para cuidar del bienestar de las personas con alguna discapacidad visual. Me parece, por el contrario, que en algunos grupos sociales se descuida la salud emocional, brindándoles muy pocos recursos para alcanzar su bienestar.
Al respecto, debemos considerar el impacto que la discapacidad provoca en la vida de la persona, particularmente en sociedades que aún no se encuentran totalmente sensibilizadas a ello. Hoy en día más del 80% de la información que manejamos es de tipo visual, es decir una gran parte de los mensajes que emitimos no están diseñados para personas ciegas o con deficiencia visual, lo que hace de su entorno un sitio excluyente.
La pérdida significativa de la visión se traduce en severas limitaciones al realizar actividades de la vida diaria, así como la imposibilidad de incluirse con normalidad en las actividades de la comunidad. Entonces, el sentido de exclusión y el aislamiento, así como sus consecuencias sobre el estado de ánimo, se hace evidente al hablar de salud emocional.
Esto da lugar a que las personas con deficiencia visual lleguen a tener un sentimiento de pérdida o de amenaza y frustración o que se sientan insuficientes e incapaces de desenvolverse en su grupo social con autonomía y eficacia, así como pierdan confianza en sí mismos.
Salud emocional en personas ciegas
A consecuencia de las emociones negativas que acompañan a esta situación, un número significativo de personas puede desarrollar trastornos adaptativos, del estado de ánimo o de ansiedad. Los pacientes con esta condición tienen problemas de autosuficiencia, baja autoestima, depresión y pensamientos suicidas.
Autoestima
La exclusión social y las comparaciones podrían hacer visibles las limitaciones de la población ciega o con deficiencia visual, lo que supone una amenaza para su autoestima y su autoconcepto, pilar esencial de la salud emocional.
Existe un sentido de comparación con los demás y por lo tanto el sentido de exclusión entre quien puede ver y quien no; por consiguiente, el autoconcepto y la autoestima se alteran.
La autoestima constituye un aspecto básico en el desarrollo integral de cualquier individuo, en particular del aspecto emocional ya que cuando existe una aceptación en sí mismo se experimenta una mejor calidad de vida. Tener una autoestima alta equivale a sentirse confiadamente apto para la vida, sentirse capaz y valioso o sentirse aceptado como persona.
La importancia del desarrollo de la autoestima en personas con discapacidad visual estriba en el sentido social y afectivo que le rodea; lo que contribuye a lograr que alcancen un significativo nivel de valía personal a partir de variables sociales, ambientales, intelectuales y afectivas. Aunque también pueden mermar su autoconcepto y autoestima si este entorno los discrimina.
Consecuencias de baja autoestima
Los problemas de autoestima en personas ciegas, generan otro tipo de consecuencias en la vida emocional:
- Problemas de adaptación social, aislamiento y discriminación.
- Dependencia y pasividad.
- Falta de asertividad.
- Dificultades en la construcción de autoimagen y autoconcepto.
- Déficit en habilidades no verbales y lenguaje corporal.
- Menores habilidades en la comunicación oral.
- Mayor participación en situaciones sociales.
- Patrones afectos insanos en las relaciones de pareja.
- Infravaloración y sensación de insuficiencia.
Por el contrario, una persona con mayor autoestima puede tener un mejor ajuste psicológico, estabilidad emocional, seguridad y salud mental, así como pensamiento más flexible, menos prejuicios y más aceptación de sí.
Ciertamente, herramientas como el sistema braille son útiles para mejorar la calidad de vida de las personas ciegas o con deficiencia visual, les ayuda a sentirse productivas e incorporarse a su entorno, pero aún faltan recursos que cuiden de la salud emocional de éstas. Eliminar ciertos estereotipos y prejuicios será el primer paso para trabajar en ello y enviar un mensaje de inclusión real que cuide también las emociones de las personas.
JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA
