Ansiedad en Jóvenes: 17 claves para prevenirla y evitar que padezcan las graves consecuencias de este trastorno.
Hace unos meses una amiga me platicó lo consternada que se sentía de ver cada vez más casos de jóvenes sufriendo ansiedad. Esa tarde después de clases, Alejandra, una chica de unos 20 años, alumna regular de su clase de comunicación, se presentó con un justificante médico que dispensaba su inasistencia porque había sufrido una crisis de ansiedad.
No fue la única vez, pero tampoco fue la única alumna que vivió esta experiencia. Mi amiga, docente desde hace años, ha visto incrementarse los casos de alumnos mostrando signos de ansiedad e incluso algunos de ellos siendo medicados por tal razón.
Del mismo modo, no hace mucho escuchaba una entrevista en la que un reportero de la vieja guardia señalaba a su joven entrevistado —también víctima de la ansiedad— que él jamás había padecido algo así. Su tono era condescendiente e incluso algo incrédulo. Como si los trastornos de ansiedad dependieran de la madurez o la fortaleza de carácter de las personas.
Ansiedad en jóvenes va en aumento
La realidad es que el trastorno de ansiedad generalizada puede afectar a cualquier persona, pero hoy en día, de acuerdo a la American Academy of Pediatrics, se ha incrementado en un 20% en los niños y jóvenes. Uno de cada 3 adolescentes, entre 13 y 18 años, vive con ansiedad.
La ansiedad en esta etapa de la vida interfiere de forma negativa y directa en la vida social, el bienestar, el desarrollo de adecuadas habilidades sociales y en el rendimiento académico, de los jóvenes. Es importante que los adultos responsables de ellos estemos al tanto de sus síntomas y cambios posibles, para procurarles una atención oportuna.
Asimismo, este aumento en los casos de ansiedad debe alertarnos pues los efectos a largo plazo pueden dañar la salud mental del individuo, provocar depresión, uso de sustancias e incluso el suicidio. También puede tener efectos en la salud física como dolores de cabeza, dolor crónico, problemas digestivos y enfermedades del corazón.
¿Cómo se manifiesta la ansiedad en los jóvenes?
Aunque de forma general los síntomas de la ansiedad son similares a la de cualquier adulto, los jóvenes pueden manifestarla a través de actitudes y conductas no deseadas: ira, rabietas, inseguridad, dependencia hacia los adultos o aislamiento social, además de los síntomas típicos de una crisis ansiosa.
Los síntomas también pueden ser: palpitaciones, sensación de ahogo, cambios en las conductas alimentarias, trastornos estomacales, inquietud, agitación, tensión muscular, fatiga, preocupación o miedo excesivos (a veces manifiestos con llanto), problemas de sueño, dificultad para tomar decisiones, conductas de riesgo y consumo de sustancias.
Ansiedad en jóvenes: factores de riesgo
Además de factores genéticos, desequilibrio en la química cerebral, tema de personalidad y sucesos de la vida que pudieran detonarla. La ansiedad en jóvenes puede depender de alguno de estos factores de riesgo:
- Altas expectativas. Tanto debido a las exigencias de sus padres o sus propias expectativas, los jóvenes se ven sometidos a exigencias de éxito que otras generaciones atrás no vivimos. Igualmente, la sociedad les impone estándares a cumplir: ser más delgadas (a ellas), tener más posesiones, conquistar metas académicas, bullying, etc.
- Un mundo amenazador. No sólo los jóvenes viven bombardeados de noticias catastróficas y mensajes amenazadores: calentamiento global, pandemias, terremotos, violencia callejera, etc. Sin embargo, los jóvenes son más vulnerables a estos mensajes, viven el miedo y la angustia ante un futuro desesperanzador.
- El futuro es incierto. Si sumamos las altas expectativas que les imponemos a los jóvenes más la visión de un mundo amenazador. El futuro para los jóvenes se torna incierto. Hay una visión sombría de lo que puede sucederles, de las pocas posibilidades que pudieran tener para conquistar sus sueños.
- Al cuestionamiento sobre el futuro, se generan respuestas cargadas con pesimismo y pesadumbre, lo que genera preocupación y angustia excesiva, pensamientos obsesivos que giran en torno a predicciones negativas. Ello puede dar lugar a síntomas diferentes desde afectaciones por estrés hasta ataques de pánico.
- La competencia en redes sociales. Niños y jóvenes hoy en día viven pendientes de las redes sociales, imágenes donde “todo es perfecto”. Cuando se miran a sí mismos y observan la distancia que hay entre lo que miran y la realidad que habitan, no es extraño verlos experimentar ansiedad. Es difícil para ellos no comparar su vida y sus conexiones sociales con lo que ven a otros publicar en las redes sociales.
- Uso de tecnología. El uso de la tecnología, dispositivos móviles y pantallas, puede alterar los procesos neuroquímicos de niños y jóvenes, y causar con ello desbalances de sustancias que influyen en los procesos ansiosos, como la adrenalina y la serotonina.
- Trastornos del sueño. Hoy en día se observa un incremento en los trastornos del sueño en niños y adolescentes, una de las causas probables es la luz azul que emanan las pantallas electrónicas y que pueden alterar los ritmos circadianos, reguladores del sueño. Esto mismo puede alterar la producción de neurotransmisores y producir crisis ansiosas.
Ansiedad en Jóvenes: 17 claves para prevenirla
Afrontar los factores de riesgo de la ansiedad en jóvenes será la mejor forma de prevenirla y, en caso de presentar síntomas, será necesario acudir con un profesional que pueda dar un diagnóstico oportuno, así como su tratamiento.
Para prevenir la ansiedad en jóvenes, te dejo aquí algunas claves:
- Llevar un estilo de vida saludable en lo general.
- Tener una alimentación balanceada, rica en macronutrientes.
- Practicar ejercicio de forma regular.
- Dormir al menos 8 horas diarias, durante la noche.
- Limitar el consumo de cafeína, la cual puede aumentar los sentimientos de ansiedad y agitación.
- Evitar el uso de las drogas ilegales, el alcohol y el tabaco.
- Aprender mecanismos para la adecuada gestión emocional.
- Brindar a los jóvenes las herramientas adecuadas para la libre expresión de sus emociones.
- Facilitar la comunicación asertiva.
- Practicar con ellos la escucha activa, para que se sepan atendidos y apoyados.
- Reforzar una autoimagen positiva y fortalecer su autoestima.
- Podemos enseñar a los jóvenes a lidiar con la presión social.
- Regular el acceso a las redes sociales, y aprender a distinguir de la fantasía que en ellas se vive y la realidad.
- No abusar del uso de dispositivos electrónicos.
- Fomentar actividades al aire libre.
- Mayor socialización entre iguales, de forma personal y no sólo digital.
- Aprender métodos de relajación.
JORGE DOMÍNGUEZ | PSICOTERAPIA